Cuando está a punto de cumplirse una década desde la irrupción en escena de los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPTs), esta herramienta sigue siendo objeto de un intenso debate por parte de las sociedades científicas y los grupos de investigación cooperativos.

Xavier Badía, Santiago de Quiroga, moderadores de la mesa, junto a Vicente Guillem, Manuel Romero, José Manuel Carrascosa, Mariano Provencio y Luis Rodríguez Padial.

Con estos informes, que de forma reciente incorporan también una valoración económica, el Ministerio de Sanidad aspiraba, entre otros objetivos, a eliminar redundancias. No en vano, hasta la fecha la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y la Dirección General de Cartera Básica de Servicios elaboraban cada una de ellas sendos informes orientados a su ámbito competencial.

Diez años después, y con muchos matices, entidades como la Sociedad Española de Cardiología, la Asociación Española para el Estudio del Hígado y la Academia Española de Dermatología y Venereología, han reclamado una participación completa en la elaboración de estos documentos, que determinan la aplicación de un nuevo fármaco en la práctica clínica así como la posibilidad por parte del Sistema Nacional de Salud de la financiación de sus diferentes indicaciones. En la actualidad, las sociedades son consultadas una vez que el texto se ha concluido y, tal y como han puesto de manifiesto, sus aportaciones no siempre se ven reflejadas en el texto final.

“Somos el 18 país en Europa en incorporación de fármacos, el 20 en porcentaje de fármacos aprobados sin restricciones”

Vicente Guillem (Fundación ECO)

Desde el Grupo Español de Cáncer de Pulmón o la Fundación ECO van más allá, y se cuestiona por completo su utilidad en la práctica. Remarcan que sirven para retrasar el acceso a la innovación y consideran que son innecesarios a día de hoy, en la medida que registran evidencias que ya sustenta la propia aprobación por parte de la agencia europea del medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).

Son las ideas principales de un fructífero debate que ha transcurrido hoy en la mesa de análisis ‘El proceso de financiación y precio de medicamentos en España’, promovida por Gaceta Médica, El Global y EDS, con la colaboración de Farmaindustria, Fundación ECO y Fundamed y el apoyo de Novartis, Pfizer y Roche.

“Tal y como están planteados, no sirven para nada, son una maniobra dilatoria más”

Mariano Provencio (GECP)

El director de Relaciones Institucionales de la Fundación ECO, Vicente Guillem, ha remarcado las diferencias en las cifras de gasto o los plazos de aprobación de fármacos que existen entre nuestro país y los del entorno cercano. “En España la incorporación de fármacos está en el 61 por ciento, mientras en Alemania es del cien por cien y en Francia del 80 por ciento. El 24 por ciento de los aprobados en nuestro país tienen, además, una restricción de uso”, ha indicado.

De igual modo, ha citado que la demora en la financiación está en 469 días. “Una auténtica barbaridad cuando en Alemania está en 100 o en Francia en 150”, ha remarcado el experto.

En resumen, ha hecho hincapié en que “somos el 18 país en Europa en incorporación de fármacos, el 20 en porcentaje de fármacos aprobados sin restricciones y el 16 en tiempo que se tarda en financiar, lo que genera inequidades importantes, porque después también hay diferentes ritmos en las comunidades autónomas”, ha afirmado.

“En estos procesos, todos los elementos que tienen que participar deben hacerlo desde el principio: sociedades científicas, asociaciones de pacientes e industria”

Manuel Romero (AEEH)

Desde el ámbito de la oncología, Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, ha insistido en que “falta transparencia en la toma de decisiones y sobra redundancia”. “Si el problema es económico, vayamos al problema. Si la cuestión científica está determinada por la EMA, tenemos que simplificar el sistema”, ha defendido.

“Tal y como están planteados, no creo que sirvan para nada, son una maniobra dilatoria más”, ha sentenciado. Como propuesta, Provencio ha sugerido que sea la EMA la entidad que clasifique la innovación que aporta cada nuevo medicamento y lo remita a los diferentes países de forma directa.

Asimismo, el presidente del GECP ha cuestionado la orientación de la investigación independiente promovida por las autoridades sanitarias. “Solo se hace investigación clínica independiente con drogas que están descatalogadas, cuando en oncología, por ejemplo, sabemos que hay fármacos cuyo tratamiento es excesivamente largo y se podrían plantear estudios independientes que permitieran ajustar su duración”, ha cuestionado.

“Los IPT nos llegan en fases tardías, cuando no tenemos ninguna capacidad de influencia y les falta visión clínica”

José Manuel Carrascosa (AEDV)

Para Manuel Romero, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, al igual que para el resto de sociedades científicas participantes en esta mesa, la crítica principal es la falta de participación. “En estos procesos todos los elementos que tienen que participar deben hacerlo desde el principio: sociedades científicas, asociaciones de pacientes e industria. De la colaboración entre todos ellos debe salir una nueva normativa que permita alcanzar la equidad”, ha planteado. Una equidad en quiebra puesto que, una vez que se lanzan los informes de posicionamiento cada comunidad y cada hospital sigue o lo implementa de manera diferente, según su visión.

En la misma línea se ha manifestado José Manuel Carrascosa, vicepresidente segundo de la Academia Española de Dermatología y Venereología. “Falta participación de las sociedades científicas, que estamos para ofrecer. No es una labor que pueda hacer todo el mundo, pero sí profesionales con conocimientos y capacidad. Los IPT nos llegan en fases tardías, cuando no tenemos ninguna capacidad de influencia y les falta visión clínica”, ha subrayado.

“Vemos una buena oportunidad que se pueda aumentar la participación de las sociedades científicas. Deben tener más protagonismo desde el principio. Debemos ser oídos”

Luis Rodríguez Padial

Coincide también con la existencia de dobles y triples filtros para que la normativa llegue al paciente por las múltiples regulaciones en el hospital y las regiones.

Desde la Sociedad Española de Cardiología, suscribe lo dicho su presidente electo, Luis Rodríguez Padial. “Vemos una buena oportunidad que se pueda aumentar la participación de las sociedades científicas. Deben tener más protagonismo desde el principio. Debemos ser oídos”, ha remarcado.

“Sabemos que no puede haber para todos, pero no podemos asumir que no haya para los que más lo necesitan, que se generen inequidades. Es impresentable y tenemos que seguir presionando para que se modifique este escenario”, ha destacado el cardiólogo. Rodríguez Padial ha citado como ejemplo el peregrinaje con los IPTS de los anticoagulantes de acción directa, que sustentan los visados. Se ha dilatado tanto en el tiempo, que la ‘n’ de nuevo, a día de hoy, ha salido de las siglas con las que se identifican.