En 2050, las enfermedades infecciosas seguirán siendo uno de los principales problemas de salud, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte. Así lo han anunciado expertos de la Sociedad Española Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) en la presentación del informe “Las enfermedades infecciosas en 2050. Cómo serán las enfermedades infecciosas en 30 años”, que aborda los retos que tenemos por delante.

Como explicó el presidente de SEIMC, Antonio Ribero, existe un problema con una falsa sensación de seguridad en torno a estas enfermedades, algo que se agrava con la pérdida de atención e interés por parte de las autoridades. Sin ir más lejos, España es un ejemplo. “Es el único país, junto con Chipre, en el que la especialidad no está reconocida”, recordó. “Esta insólita minusvaloración tiene importantes consecuencias”. A su juicio, no reconocer la especialidad supone que no se ponga en marcha el marco formativo adecuado para la formación de nuevos especialistas, vía MIR. “Esto pone en riesgo la continuidad de la atención de los pacientes con enfermedades complejas en el futuro”. Además, dice Rivero, contrasta con la alta dimensión que han alcanzado las enfermedades infecciosas en los últimos años.

Como acota el presidente de SEIMC, “uno de los principales retos sanitarios presentes y futuros es la identificación precoz de nuevos agentes virales emergentes con capacidad de infectar al ser humano”. En los últimos años, explica, el tiempo transcurrido entre la emergencia de un agente viral y la identificación del agente causal ha sido menor (en el caso del SARS-CoV-2 apenas unos días) en toda la historia de las enfermedades infecciosas “nunca se ha anticipado la emergencia de un agente viral”. En este punto asevera que “este aspecto es de vital importancia para afrontar una futura pandemia”.

Las multirresistencias

En la misma línea, para el vicepresidente de Seimc, Federico García, existe una falsa percepción de que los sofisticados sistemas asistenciales y el potente arsenal terapéutico antiinfeccioso disponible son herramientas capaces y suficientes para resolver cualquier amenaza infecciosa. Nada más lejos de la realidad, ya que el desarrollo de multirresistencias a los antimicrobianos y las nuevas amenazas zoonóticas, “desmienten tan erróneos augurios”.

Este gran problema, asegura García, pone sobre la mesa la necesidad de contar con especialistas en enfermedades infecciosas. De no poner solución, se va a poner en riesgo la continuidad de la atención a los pacientes con enfermedades infecciosas en el futuro próximo.

Por su parte, Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha puesto sobre la mesa el problema de las resistencias a los antimicrobianos. “Son un problema que no solo afecta de manera individual a nuestros pacientes, sino que también trasciende de manera global al ámbito de la Salud Pública”.

El impacto

Cantón recuerda los mensajes que en los últimos años ha ido lanzando la OMS. “Las resistencias está entre los 10 primeros problemas de salud pública”. Además, es necesario establecer medidas para hacerle frente, y los esfuerzos se deben centrar en la búsqueda de nuevos antimicrobianos.

Este problema es posible medirlo de dos maneras, explica el experto. Por un lado, desde el punto de vista de carga de enfermedad –hospitalizaciones, número de muertes asociadas, etcétera-. Por otro lado, desde el punto de vista económico: con un coste asociado por paciente con bacteria multirresistente de 30.000 euros.

Para Cantón, la reducción de estas resistencias depende de acciones en las que los profesionales trabajen de forma multidisciplinar, siendo importante, como así está refrendado por publicaciones científicas, “que el manejo de estas infecciones, sobre todo en los pacientes más complejos y vulnerables, se realice por especialistas en enfermedades infecciosas”.

Las técnicas de secuenciación

Una de las cuestiones que estos expertos han puesto sobre la mesa ha sido el diagnóstico precoz. Para Cantón es necesaria la utilización de técnicas de diagnóstico innovador, incluyendo aquellas que ofrecen resultados en muy poco tiempo. Parafraseando a la OMS, el experto subraya que “el tiempo se nos acaba y pueden llegar a cumplirse, incluso antes de 2050, que la mortalidad en el mundo por infecciones por bacterias multirresistentes supere a las debidas al cáncer y que no podamos abordar procedimientos médicos habituales como intervenciones quirúrgicas o trasplantes de órganos”. 

Por su parte, José Miguel Cisneros, director de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Parasitología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con los avances científicos actuales. Eso sí, ha asegurado que, a pesar de todos los logros, “las enfermedades infecciosas se han convertido, sin haberlo visto venir, en uno de los mayores problemas para la salud pública mundial”. El ejemplo está en la Covid-19. “La estrategia actual de respuesta frente a las enfermedades infecciosas no sirve, porque no evita pandemias”. Así, dice que “necesitamos cambiar a una estrategia de anticipación”.