La Cátedra Institucional de Neurorradiología Intervencionista de la Universidad de Santiago de Compostela, pionera en España y en el mundo, que dirige el neurorradiólogo intervencionista Manuel Pumar surge para promocionar actividades académicas y formativas sobre la neurorradiología intervencionista. Pumar es profesor en la Universidad de Santiago y responsable de la Unidad de Neurointervencionismo en el Hospital de Santiago de Compostela. La cátedra es fruto de la colaboración de la Universida de de Santiago de Compostela con la compañía BALT Spain Medical SL.

El acto de presentación de la cátedra ha contado con la intervención del rector de la Universidad de Santiago, Antonio López; José Manuel Pumar, director de la Cátedra de Neurorradiología Intervencionista de la Universidade de Santiago de Compostela y Gumersindo Feijoó, vicerrector Planificación, tecnologías y sostenibilidad.

Tras la presentación se dio paso a un coloquio en el que intervinieron: José Castillo, neurólogo de prestigio internacional, director de la Red Vascular Nacional de Investigación; Pedro Lylyc, presidente del Comité de Formación de la Sociedad Iberoamericana; Juan Miguel Macho, presidente de la Sociedad Española de Neurorradiología Intervencionista y la periodista Victoria Prego. Se conectaron telemáticamente desde EEUU y Canadá Orlando Díaz, director de División Neuromuscular del Hospital Metodista de Houston y Raúl Nogueira, stroke and neurosciences center Atlanta.

Galicia y específicamente la Universidad de Santiago han sido pioneras en la iniciación de esta actividad terapéutica.

El objetivo de esta cátedra, que nace con el fin de promocionar actividades académicas y formativas sobre la neurorradiología intervencionista, es dar a conocer entre los estudiantes de Medicina que existe esta área de formación; fomentar dicha formación en un período postlicenciatura y crear nuevas líneas de investigación.

La neurorradiología intervencionista abarca una serie de terapias mínimamente invasivas cuya historia empieza aproximadamente en el año 1991 y que agrupa el conjunto de actividades diagnósticas y terapéuticas que se aplican en determinadas enfermedades que afectan al sistema nervioso.

A través de una punción en la arteria femoral se accede al árbol vascular y, con la ayuda de catéteres y guías, es posible introducirse en las arterias del cerebro donde se realizan diferentes tratamientos. Destacan la dilatación de estenosis arteriales, la embolización de aneurismas cerebrales y la extracción de trombos causantes del ictus. Son intervenciones mínimamente invasivas, lo que permite que los pacientes se recuperen muy rápido y puedan retomar enseguida su vida cotidiana.

El ictus es un accidente vascular agudo cerebral que se produce porque un trombo tapona una arteria cerebral. Puede ser hemorrágico o isquémico. El 80% son procesos isquémicos y el 20% hemorrágicos. Para tratarlo, los neurorradiólogos intervencionistas realizan una trombectomía mecánica que consiste en extraerlo del cuerpo introduciendo un dispositivo mediante un cateterismo.