“Continuamente están cambiando los protocolos; la disponibilidad de test llega tarde con respecto al momento epidemiológico. No hay consenso entre las actuaciones a realizar entre servicios de Urgencias, Atención Primaria y Medicina Interna”.
Uno de los más de 1.200 profesionales que han participado en la segunda encuesta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) sobre su situación frente a la Covid-19, resume así la percepción de muchos compañeros.
Para describir la situación que han vivido las palabras elegidas por los participantes fueron inseguridad, improvisación, desastre, abandono, desorganización, descoordinación, agotamiento, ansiedad, impotencia, cansancio, indignación, confusión, mala gestión, desconcierto…
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha presentado hoy los resultados de esta nueva encuesta realizada a más de 1.200 profesionales sanitarios de todo el país entre el 24 de abril y el 6 de mayo, la mayor parte médicos de familia.
Las reflexiones expresadas en los comentarios de los participantes son subjetivas, pero la encuesta recoge un buen número de datos que permiten dibujar una nueva fotografía de la situación que han vivido, que en absoluto mejora la que se reflejaba en el primer trabajo realizado en esta línea por la sociedad científica, en la antesala del pico de la pandemia, en la segunda semana de marzo.
Las cifras resultan poco alentadoras, más aún teniendo en cuenta que en esta nueva situación, en la que en algunas comunidades autónomas se avanza ya hacia la desescalada, la atención primaria tendría que estar siendo reforzada para asumir un papel protagonista en la vigilancia de nuevos casos.
Una tarea que se suma a la recuperación de una actividad asistencial con una mayor presión, en la medida que los pacientes que durante estas semanas han dejado en compás de espera la atención a enfermedades no urgentes, comienzan a reaparecer en los centros de salud.
Sin test para todos
Más de la mitad de los encuestados aseguran que se están haciendo test a los profesionales sanitarios, pero no a todos. Solo a aquellos que presentan síntomas o que han estado en un contacto estrecho con casos positivos. Junto a este dato, un 23 por ciento asegura que se están haciendo test a todos los trabajadores, frente al 24 por ciento que señala que no es así.
En relación al tipo de test, el 65,8 por ciento de los encuestados habla de PCR; mientras que el resto señala el test rápido de anticuerpos de una banda (25,1 por ciento), el test rápido de anticuerpos de doble banda (22,7 por ciento) y el test rápido de antígenos (8,1 por ciento).

Protección insuficiente
Otro de los puntos clave es el acceso a equipos de protección. Ha mejorado la percepción sobre el nivel de protección de los trabajadores en su puesto de trabajo. En esta encuesta califican con un 5,4 sobre diez, frente al 4,1 que otorgaron en marzo.
Sin embargo, solo el 23,2 por ciento de los profesionales reconoce que se consigue poner y quitar con suficiente seguridad los equipos de protección individual (EPIs) de los que dispone. Ante esta misma pregunta, el 26,7 por ciento advierte que no dispone de los EPIs recomendados, por lo que el proceso de colocarlo y quitarlo no está estandarizado.

Crece la preocupación
En cualquier caso, el nivel de preocupación de los profesionales ante la pandemia actual crece y sigue siendo muy elevado, situándolo la mayoría de los encuestados en el 8.6 (en la anterior encuesta fue del 7.4).
Por otra parte, también han revisado el acceso a pruebas y test para la detección del Covid-19. En la antesala de la desescalada, se ponía de manifiesto que los profesionales carecían de acceso especialmente a los test de antígenos (835 respuestas); a la petición de TAC (666 respuestas) y a los test de anticuerpos (637 respuestas).
Al otro lado de la balanza, manifestaban acceso y sin limitaciones en caso de necesidad a la petición de Radiología y a la analítica completa (490 respuestas). En el caso de los test PCR, más de 700 encuestados contestaron que sí tienen acceso a los mismos, pero con muchas restricciones.
Poco cuidados y desprotegidos

El presidente de la SEMG, Antonio Fernandez-Pro, asegura que los profesionales de atención primaria están viviendo la situación con estas cifras y con los sentimientos expresados. “Hay una carga emocional tremenda”, subraya, “pero la situación es la que es y hay una parte importante de la población de los médicos de primaria que se sienten poco cuidados y desprotegidos”.
Recuerda, además, que en esta nueva fase de desescalada, que recae en buena parte en la atención primaria, Fernández Pro hay grandes diferencias entre regiones. “En algunas comunidades liderará este proceso la atención primaria, en otras se utilizarán sus recursos pero no llevará ese papel. En este escenario tendremos que trabajar”, asegura.
Sin olvidar que las medidas se han puesto en marcha sin contar en la práctica con los profesionales. Sobre este asunto Fernández-Pro asegura que el Ministerio de Sanidad solo les ha convocado a dos videoconferencias masivas, con más de 40 representantes de sociedades científicas y asociaciones de pacientes. En estos encuentros, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha tratado de resolver las dudas planteadas.
Para finalizar, el presidente de SEMG insiste en que estamos ante una época difícil, cerca del verano. “Los profesionales necesitan descansar más que nunca, pero la atención primaria ha sido precarizada durante muchos años y habrá que afrontarlo como sea. Nos toca lidiar con los medios ahora. Si no los tenemos va a ser muy complicado”, concluye.