“En todas partes” es el lema que la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Semfyc, propone para conmemorar el Día de la Medicina Familiar y Comunitaria, que se celebra mañana en todo el mundo. La elección del lema responde a la realidad asistencial de la especialidad, que cuenta con facultativos ejerciendo en urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, en cuidados paliativos, en atención domiciliaria y Atención Primaria. Es precisamente en este nivel asistencial —que en la prepandemia ya superaba los 400 millones de consultas médicas anuales— en el que la Semfyc pone el foco para señalar que “ha llegado la hora para implantar un nuevo modelo de atención sanitaria personal garantizada”.

Semfyc ha elegido la víspera del Día Mundial de la Medicina de Familia para señalar la necesidad de “modificar el modelo de Atención Primaria centrándolo en la persona y en la nula existencia de listas de espera que registra este nivel asistencial”, señala Salvador Tranche, presidente de la sociedad científica.

En diversos niveles asistenciales

La Medicina Familiar y Comunitaria topa hoy con una compleja situación en todos niveles asistenciales en los que está presente: puntas de aumento de la demanda, crecimiento de la ratio de cronicidad y reducción de la oferta por la contracción de la demografía médica. En numerosas ocasiones el presidente de la Semfyc, Salvador Tranche ha calificado este contexto como una “tormenta perfecta” en la que “ya estamos empezando a ver las consecuencias de la no gestión de la primera ola de jubilaciones masivas y de la falta de medidas contra la precariedad laboral causante de una fuga de batas blancas”. Y sin embargo “la clave de la solución está en el papel del conjunto de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria en los distintos niveles asistenciales”, subraya.

Para Tranche, la solución pasa por multiplicar el valor de “en todas partes” lema elegido este año por la sociedad para celebrar el Día de la Medicina Familiar y Comunitaria. “En todas partes significa que la Medicina Familiar y Comunitaria aporta una visión transversal en todos los niveles asistenciales en los que está presente, pero también que defendemos el SNS en el ámbito urbano y en el rural, en Atención Primaria, servicios de paliativos, centros socio sanitarios, urgencias hospitalarias y extrahospitalarias”. ‘En todas partes’ también significa en consultas presenciales, en actos médicos telefónicos, en telemedicina. “Esta es una de las claves de la solución, una nueva gestión de la atención sanitaria garantizada, que se basa en la visión de equipo medicina-enfermería-administrativo de Atención Primaria de Salud en la que cada caso es valorado y se deriva al modelo de atención que mejor se adecúa a la necesidad asistencial”.

400 millones de actos médicos

Aunque sin datos estadísticos oficiales de la actividad desarrollada en 2020 y 2021, durante los últimos 5 años la actividad ordinaria de consulta programada se mantiene plana, mientras que no cesa el aumento de las consultas de urgencias, tanto en las agendas de Medicina Familiar y Comunitaria como en los dispositivos de urgencias auxiliares de AP implantados en la mayoría de las comunidades. Este tipo de atención es la que más ha aumentado desde 2011, cuando representaba 29 millones de consultas (si se suma la consulta urgente atendida por Medicina de Familia y las consultas realizadas en urgencias de Atención Primaria) para estar asumiendo en 2019 más de 54 millones de consultas.

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20162017201820192011-20192011-20202016-20192016-2020
Actividad ordinaria en MFyC205.679.995200.231.400202.204.897203.728.915-19.911.156-8,90%-1.951.080-0,95%
Actividad urgente atendida en MFyC22.222.80821.380.50722.456.97523.649.9753.618.22918,06%1.427.1676,42%
Urgencias (otros dispositivos)29.190.43029.975.78228.719.33130.672.65322.556.336277,91%1.482.2235,08%
TOTAL ACTIVIDAD257.093.233251.587.689253.381.203258.051.54310.118.4062,59%958.3100,37%

Parte del descenso de la actividad media en 2019 se explica por el aumento de las contrataciones recientes de profesionales, que ha aumentado solo excepcionalmente y vinculados a la creación de nuevos dispositivos. “Hay una reflexión de fondo sobre cómo los ciudadanos recurren a la atención sanitaria: se ha instaurado la creencia de que cualquier necesidad de salud, por leve que sea, debe resolverse con inmediatez y hay una importante responsabilidad de la Administración en lo que se refiere a que estamos construyendo un modelo de atención que no distingue entre casuísticas leves no urgentes”.

Para Salvador Tranche “construir modelos de urgencias y no ajustar la atención ordinaria está instaurando la percepción de que cualquier problema de salud es urgente e indemorable cuando, en realidad, el ejercicio médico nos descubre que no es así”.

Más crónicos complejos y menos médicos

En este contexto se está desarrollando una tormenta perfecta a la que la Atención Primaria está haciendo frente desde hace años. Se trata del aumento de enfermedades crónicas sobre las que se hace seguimiento en consulta de AP: se calcula que un 80% de la actividad ordinaria se ocupa de este tipo de patologías. Durante los últimos años el diagnóstico de las enfermedades crónicas se ha multiplicado, pero además ha aumentado el número de enfermos crónicos complejos, es decir, aquellos que padecen varias de estas enfermedades. Tanto es así que, según los datos más recientes del SIAP del Ministerio de Sanidad, en 2018 se estimaba que había más de 26 millones de españoles que padecían alguna de estas patologías.

El progresivo envejecimiento de la población no hace más que aumentar el volumen de personas que padecen alguna patología crónica o, en el caso de las personas mayores que coexistiendo varios de estos son enfermos crónicos pluripatológicos.

Ante esta realidad, la demografía médica está comprometida de cara al futuro de la especialidad. Los datos más recientes de los que dispone el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), que corresponde al año 2017, señala que en España el 41% de los médicos en activo tienen más de 55 años, y hay un 9,1% que sigue activo habiendo superado los 65 años. En números absolutos significa que en 2017 había 20.231 médicos con más de 65 años en activo; y 70.495 en la franja entre 55 y 65 años. Para mantener un SNS con el mismo número de especialistas sería necesario incorporar, de media, 9.000 profesionales al año durante la próxima década.


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