La investigación, el impulso que necesitaba la psoriasis para avanzar

El I Foro Autonómico de Psoriasis en la Comunidad de Madrid puso de relieve la importancia de abordar esta patología de forma multidisciplinar

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Foro Psoriasis Comunidad Madrid

Los avances en la investigación y la innovación han sido un salvavidas para los pacientes con psoriasis. Y es que si hace 20 años esta enfermedad se consideraba únicamente un problema de la piel, en la actualidad ha cambiado su manejo de forma radical gracias a la investigación en enfermedades inflamatorias. Así lo puso de relieve José Luis López Estebaranz, jefe del Servicio de Dermatología en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón, durante el I Foro Autonómico de Psoriasis en la Comunidad de Madrid, organizado por Fundamed y con la colaboración de Janssen.

López Estebaranz recordó que la psoriasis se trata de una enfermedad inflamatoria, crónica, que se manifiesta fundamentalmente en la piel, pero que también va más allá. “Tiene una evolución progresiva y, si no se detecta de forma precoz, es mutilante. Muchas veces son irreversibles las secuelas que produce”, afirmó el dermatólogo, quien explicó que, en un 30%, la psoriasis se asocia a artritis psoriásica.

Por ello, es fundamental la creación de equipos multidisciplinares, con dermatólogos y reumatólogos trabajando juntos en el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes. “En el Hospital de Alcorcón hemos sido pioneros en tener estas consultas conjuntas de derma-reuma, como las llamamos nosotros”, apuntó López Estebaranz.

Abordaje multidisciplinar

La multidisciplinariedad es un concepto que también resaltaron otros expertos. Modoaldo Garrido, gerente del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, indicó que la psoriasis es una enfermedad muy compleja cuyo abordaje “tiene que ser multidisciplinar sí o sí”. “Y eso lleva a la integración del hospital con la Atención Primaria, con los planes que la autoridad dice que debemos desplegar, con las asociaciones de pacientes y con el propio paciente”, añadió.

Del mismo parecer es José Manuel Rodríguez Heredia, jefe de sección de Reumatología del Hospital Universitario de Getafe. Sin embargo, al escenario donde están reumatólogos y dermatólogos juntos, considera que habría que añadir otros profesionales, pues la psoriasis es una enfermedad que por sí misma es un factor de riesgo cardiovascular.

Asimismo, estos pacientes tienen otros factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, diabetes u obesidad. “Todo ello aumenta el riesgo cardiovascular, que se estima en un 45-50%”, indicó el reumatólogo. Además, la existencia de estos factores provoca la disminución de la eficacia de los tratamientos.

Modelo Afectivo Efectivo

La calidad de la atención a los pacientes es un objetivo compartido por todos. Alberto Pardo, subdirector general de Calidad Asistencial de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, señaló que, en psoriasis, como en todas las enfermedades crónicas, se trabajan dos dimensiones: “la efectividad, lo que tenemos que hacer y lo que no debemos; y la afectividad, lo que conocemos como la humanización”.

Pardo destacó que cuando la efectividad se mezcla con la afectividad da “muchos mejores resultados” y se cumplen mejor los criterios terapéuticos cuando la afectividad está presente. Precisamente, esta idea está plasmada en el libro ‘Entender la psoriasis desde el Modelo Afectivo Efectivo’, documento en el que han participado más de 60 especialistas con el fin de analizar la realidad de esta enfermedad en España a la luz del Modelo Afectivo Efectivo, además de mejorar la atención sanitaria y la humanización asistencial del paciente con psoriasis.

Todo ello, se debe hacer bajo la condición de la sostenibilidad, señaló Fernando Prados, director general de Hospitales e Infraestructuras Sanitarias de la Comunidad de Madrid. “Tenemos un SNS fantástico, que va incorporando cada uno de los avances que la investigación y las nuevas tecnologías nos aplican y enseñan, pero eso hay que hacerlo dentro de unos presupuestos y dentro de las posibilidades que tiene el sistema”, aclaró.

En este sentido, Prados puso en valor el papel de las asociaciones de pacientes, que presionan de dos maneras muy importantes: “Fomentan la investigación a través de la concienciación e incluyen la parte afectiva dentro de la respuesta al paciente”.

De hecho, Santiago Alfonso, director de Acción Psoriasis, aseveró que las asociaciones de pacientes son un agente más de salud y son “fundamentales” para el empoderamiento, acompañamiento y formación del paciente.

Diagnóstico precoz y tratamiento eficaz

Antes, la artritis psoriásica se diagnosticaba y se trataba sintomáticamente, por lo que los profesionales “asistían en consulta a un deterioro progresivo lento o rápido a nivel articular”, contó José Manuel Rodríguez Heredia. Sin embargo, esto ha cambiado.

“En la actualidad, los reumatólogos podemos diagnosticar artritis psoriásica precozmente. De la mano de AP o de Dermatología podemos utilizar medidas de actividad en nuestros pacientes, cuantificar el grado de actividad y de dominio que tiene la enfermedad”, aseveró el reumatólogo. “Tenemos una gran ventaja: la actitud intervencionista precoz de los dermatólogos hace que nos lleguen pocas artritis psoriásicas a los reumatólogos”, añadió.

Y a ese diagnóstico se suman determinados tratamientos avanzados, que pueden prevenir en algunos pacientes la artritis psoriásica. “Desgraciadamente no es un tratamiento personalizado”, apuntó Rodríguez Heredia. Esto es algo que los clínicos van buscando: una medicina personalizada para saber qué tratamiento le va bien a un determinado paciente. Pero, a pesar de ello, sí hay muchos tratamientos “suficientemente eficaces como para hacer que un paciente afectado de un problema articular asociado a psoriasis entre en remisión, tenga muy poca actividad inflamatoria y puede hacer una vida prácticamente normal”.

En este aspecto coincidió López Estebaranz: “Tenemos casi la excelencia en el manejo de esta patología porque se tienen herramientas que, aunque no curan la psoriasis, son útiles para mejorar su calidad de vida”. Ahora, una vez conseguida esa excelencia terapéutica, se tiene que trasladar al paciente y “ponernos en su piel”.

Impacto emocional de la psoriasis

La psoriasis no solo hay que tratarla desde el punto de vista asistencial, sino también desde el punto de vista emocional. Y en ello puso énfasis Ana Dávila, diputada por el PP en la Asamblea de Madrid, quien resaltó que cuando se trata de la atención a las personas con cualquier tipo de patología, “los políticos nos ponemos de acuerdo”.

La diputada señaló que esta enfermedad tiene un componente emocional muy relacionado con la calidad de vida y con aspectos que el entorno del paciente puede que no entienda. Por tanto, Dávila quiso reivindicar la “carga vital” que tiene para estas personas y aseguró que la Asamblea de Madrid está “abierta” a todas las propuestas relacionadas con la calidad de vida de los pacientes y sus familiares. Santiago Alfonso coincidió en ese impacto psicológico y emocional de la psoriasis en el paciente, por lo que considera que hay que estar cerca de él para que acepte su enfermedad. “Después del diagnóstico, el paciente debe pasar por un psicólogo que reafirme que el paciente lo asume”, concluyó.


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