Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en España. El ministerio de Sanidad ya ha adelantado el contenido de una Estrategia en Salud Cardiovascular (Escav) del Sistema Nacional de Salud (SNS), cuyo borrador se trasladó a las comunidades autónomas en 2020. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha avanzado recientemente que su aprobación será en breve. Gaceta Médica se ha puesto en contacto con el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Julián Pérez-Villacastín, quién nos ha dado su opinión sobre las luces y sombras de esta Estrategia.

Julián Pérez-Villacastín, presidente de SEC

Pregunta. ¿En qué punto administrativo se encuentra la Escav?

Respuesta. Tal y como nos han comentado en el Ministerio, existe un borrador que está ya bastante consensuado pero falta que pase por el Consejo Interterritorial para que lleguen a un acuerdo y lo ratifiquen todas las comunidades autónomas.

Tuvimos hace relativamente poco una reunión con Pilar Aparicio, la directora general de Salud Pública, ella nos dijo que creía que iba a ser en un espacio de tiempo muy corto, pero estamos expectantes.

P. ¿Qué implicación ha tenido la SEC en esta Estrategia?

R. Han consultado a una serie de cardiólogos de cada super especialidad, por lo tanto es como si hubieran consultado a la Sociedad Española de Cardiología (SEC) porque todos ellos son personas muy vinculadas y con un peso específico tremendo.

P. ¿Cuáles son los puntos fuertes de la Escav?

R. Uno de sus puntos fuertes es que han decidido enfrentarse al problema de las enfermedades cardiovasculares desde un punto de vista poblacional. Es una estrategia que creemos que es muy necesaria porque cuando nosotros vemos la enfermedad en los pacientes, ya es demasiado tarde. Por eso creemos que hay que ir hacia una salud poblacional preventiva y esto es algo que justifica plenamente esta estrategia.

Otro punto fuerte a destacar de la Escav es la multidisciplinariedad. Se ha contado con personas diferentes de distintos ámbitos que no solo son expertos científicos en el tema cardiovascular, sino que también hay expertos en prevención, tenemos los expertos de las comunidades autónomas…

La multidisciplinariedad es importante porque si queremos abordarlo desde el punto de vista poblacional hay que poner a mucha gente de acuerdo para que lo favorezca. Pero hay que tener en cuenta que la parte más difícil de todo esto no es el diseño, siempre es la implementación.

P. ¿Consideráis que esta estrategia cubre las actuales necesidades de las patologías cardiovasculares?

R. Sí, sin duda, en la teoría sí, como sucede otras muchas veces. El problema es que todos conocemos muchos documentos fantásticamente redactados y con unas intenciones increíbles que luego no se han puesto en práctica, pues ese es el principal desafío de todas estas estrategias.  Al menos el primer paso ya se ha dado, se ha reunido a una gran cantidad de expertos muy cualificados y han elaborado un documento que va a tener un aspecto fantástico pero que implica que hay que llevarlo a cabo y esto sí que va a ser tremendo desafío por la dificultad que esto conlleva.

P. ¿Cuál es vuestra principal preocupación antes esta Estrategia de Salud?

R. Cómo se va a operativizar la Escav, esa es nuestra principal preocupación, porque consideramos que el Ministerio no tiene los recursos necesarios. Sin embargo, las sociedades científicas como nosotros, sí los tiene. La SEC se ha ofrecido para ayudar al ministerio de Sanidad a que, sin complejos, pueda operativizar esta estrategia. Nosotros sí tenemos la capilaridad de las diferentes comunidades autónomas, de los cardiólogos, de las enfermeras y del resto de personas que atienden la patología cardiovascular. Por ello creemos que podemos ser una herramienta que sea de una ayuda tremenda para poner en marcha la cantidad de proyectos que lleva implícita esta estrategia.

P. ¿Echáis en falta alguna medida?

R. No, el contenido está perfecto. Incluso hay determinados indicadores que se han analizado y que se van a utilizar para ver si somos capaces de mejorar la salud de los ciudadanos una vez que pongamos en marcha distintos proyectos relacionados con la estrategia. Esto está muy bien, pero luego hay que marcarse los plazos y definir las actuaciones. Es importante plantear que partimos de un punto y queremos alcanzar otro, es decir, marcar un plan de acción, por ejemplo de un periodo de tiempo de dos años y pasado este tiempo lo volveremos a analizar, si vamos en la buena dirección seguimos y si nos hemos equivocado porque no ha funcionado cambiamos de estrategia. Esto es lo sustancial, y esto es lo que está todavía a nuestro modo de ver más en pañales.

P. Una vez que la estrategia llegue a las CC. AA., ¿cuál es el siguiente paso?

R. Tiene que haber un acuerdo entre las CC. AA. y luego cada una puede priorizar. La Escav se ha enfocado hacia cuatro grandes grupos de enfermedad. El primero es la cardiopatía isquémica, que incluye arterioesclerosis, la angina y el infarto. Después va la insuficiencia cardíaca, un problema que está aumentando rápidamente en el día a día. En tercer lugar se sitúa el problema de las enfermedades valvulares y finalmente se aborda el tema de las arritmias. Estos cuatro grandes grupos conforman el núcleo de la patología cardiovascular que creemos que puede mejorarse con esta estrategia.

Ahora hay que operativizar esto, decir qué vamos a hacer nosotros, qué va a hacer cada comunidad autónoma. Por ejemplo si una comunidad elije las arritmias y la muerte súbita, va a modificar un poco su estructura para que una parada cardiaca se pueda atender en el menor tiempo posible. Esto puede ser prioritario para una comunidad pero no para otra. A lo mejor otra región prefiere centrarse en el problema de la insuficiencia cardiaca o atender a los pacientes crónicos.

P. Si la Escav deja abierta la puerta a que cada CC. AA. establezca prioridades, ¿quién se encarga de coordinarla?

R. Ese es otro de los problemas. Todos echamos de menos algún estamento que coordine y que tenga autoridad. Si al estar transferidas las competencias, no puede tener esta autoridad, al menos que tenga cierta ascendencia para que se adquiera un compromiso global y haya que cumplir unos plazos. Porque si no es lo que sucede habitualmente en nuestro país, que muchas veces los planes son muy bonitos, interesantes, están muy bien hechos pero luego no se llevan a cabo. Y hay que llevarlos a cabo con una continuidad y una periodicidad. Esto debe quedar reflejado en algún sitio porque si no, se diluye y al final nadie tiene la culpa pero el que lo paga es el ciudadano. Sabemos que las medidas de la Escav son muy útiles, porque sobre todo son medidas preventivas que aunque no veamos al día siguiente el resultado, sabemos que el impacto que tienen este tipo de acciones en la sociedad a medio- largo plazo es extraordinario.

P. ¿Cómo se podría realizar un seguimiento a esta estrategia?

R. No debería depender de que cambien los responsables locales, por ejemplo. Debería haber algo por encima. Deberíamos tener un estamento o una agencia, que a través de acuerdos tuviera suficiente ascendencia o autoridad para para exigir que esto se cumpla.

Dada la importancia de la estrategia les pediríamos a los políticos que aceleren su puesta en marcha todo lo que puedan. Es algo que puede servir para que haya acuerdos nacionales, acuerdos de Estado y esto, consideramos que es muy importante a todos los niveles.


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