El Foro de Atención Primaria ha presentado esta mañana en la sede de la OMC una nueva campaña de defensa del primer nivel asistencial que trata de concienciar a la sociedad sobre el impacto de un sistema sanitario sin atención primaria.
Estos mensajes, que se difundirán a través de las redes sociales, alertan que si este escenario llega a ser real, colapsarán los hospitales aumentará la mortalidad por cáncer o faltará una visión global del paciente, entre otros muchos mensajes.
Lo ha explicado María Fernández, nueva presidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, tras el reciente fallecimiento de Salvador Tranche, para quienes los participantes en esta rueda de prensa han tenido un recuerdo muy especial por su defensa de la sanidad pública y el primer nivel asistencial.
La campaña se mantendrá activa hasta el próximo Día de la Atención Primaria, que se celebrará el próximo 20 de abril.
Fernández ha insistido en que “quien defiende la atención primaria defiende la sanidad pública y universal” y ha detallado que la intención de esta iniciativa es implicar a la atención primaria y a la población y e invitar a otros profesionales que trabajan en el prime nivel. “Hemos trabajado siempre en mensajes positivos, pero a veces pensamos que no están calando y queremos implicar a todos”, ha reconocido esta mañana en su intervención.
En la misma línea, Fernández ha reiterado que desde el Foro de AP se tiende la mano a los diferentes ministerios para pedir reuniones, en formato presencial o virtual, para plantearles su visión sobre los temas de mayor calado.
En este sentido, ha recordado que desde abril el foro ha remitido varios e-mails solicitando una reunión al Ministerio de Sanidad sin respuesta. “Entendemos que puede interpretarse como falta de interés, a pesar de las palabras que tantas veces hemos escuchado”, ha matizado.
El foro está también a la espera de que el Ministerio de Trabajo se reúna con ellos para valorar la gestión de la burocracia ligada a las bajas médicas en la consulta, un problema que se ha agudizado durante la última oleada de COVID-19, pero que viene de lejos.
La presidenta de Semfyc y portavoz del foro ha repasado el esfuerzo de los médicos de familia en el contexto de la pandemia, que han llegado a atender entre 80 y 100 pacientes algunas jornadas y ha recordado que en 2018, cuando se aprobó el Marco Estratégico de Atención Primaria ya se hablaba de consultas colapsadas y de trabajo precario.
El fin del primer nivel
“De seguir así, para 2030 nos vamos a quedar sin atención primaria”, ha sentenciado. “No podremos hacer frente al previsible aumento de enfermedades crónicas, los hospitales colapsarán, nos quedaremos sin campañas de vacunación periódicas, las listas de espera para resolver problemas de salud serán todavía más largas, nos quedamos sin cribados o promoción de la salud o el acompañamiento para nuestros pacientes dejen de fumar”, tal y como ha indicado la portavoz.
Fernández ha insistido que desde el Foro AP defenderán un modelo de atención de calidad y consultas desburocratizadas y ha hecho hincapié en que hace falta mejor dotación económica. “Se ha puesto incesantemente el acento en la necesidad de incremento de presupuestos. El objetivo señalado pasa por subir de un 16 en un año a un 20 por ciento en cuatro años, y esto lo decíamos hace dos. Toca que sea realidad”, ha subrayado.
Asimismo, ha hecho referencia al informe presentado la semana pasada por la ministra, que supone un estudio del modelo de simulación de médicos especialistas en España 2021-35. El documento, insiste, detalla cómo se ha contraído la atención primaria frente a la hospitalaria entre 2018 y 2021. “Se han reducido el número de médicos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud y el grueso fue en atención primaria, con un 2,14 por ciento y mientras se incrementan un 6 por ciento los especialistas que trabajan en el ámbito hospitalario”, según destaca.
Para finalizar, Fernández ha apuntado que después de la presentación del plan de acción en diciembre del 2021 el foro confía en mañana el Consejo Interterritorial ponga números sobre la mesa, de manera que no nos encontremos “con la situación que vivimos en 2018, cuando se aprobó un plan sin memoria económica y sin ninguna dotación, que se ha quedado solo en eso. Esperamos que esta vez se convierta en realidad”.
“Faltan 4.720 médicos de familia y 1.304 pediatras”
En la misma línea, Hermenegildo Marcos, vocal de Atención Primaria Rural de la Organización Médica Colegial, ha completado la radiografía de la situación actual de la atención primaria, con datos de la sexta oleada médica, las conclusiones de una encuesta de atención primaria rural realizada por la entidad hace dos meses y un adelanto de los datos de la actualización del AP25, el informe que elabora el grupo de trabajo de atención primaria de la OMC y que se espera que pueda ser publicado a lo largo del próximo mes de abril.
Según estas fuentes, en total hay 270.000 médicos colegiados en nuestro país, de los que 136.000 trabajan en el Sistema Nacional de Salud, un total de 42.000 en atención primaria. Marcos ha destacado que dos terceras partes de ellos tienen más de 50 años.
Las condiciones de precariedad y temporalidad, con mayor acento en las mujeres, son el caldo de cultivo para la insatisfacción de los profesionales, que manifiestan una tercera parte de los facultativos, con una proporción aún mayor entre los médicos de familia.
El grupo de la OMC ha realizado un cálculo aproximado de los médicos que faltan en la actualidad, poniendo sobre la mesa la discrepancia con la cifra de 1.500 tarjetas por facultativo que determina Sanidad. “Con cálculos de 1.200 por médico y 800 por pediatra faltarían 4.720 plazas de medicina de familia y 1.304 pediatras”, ha apuntado.
Para contratar a esta cantidad de profesionales, harían falta, según sus estimaciones, “un total de 280 millones de euros, una cantidad irrisoria, y 180 millones de euros para los pediatras”. Con estas cifras, Marco ha remarcado que “los gestores deben agarrar el toro por los cuernos y demostrar su voluntad”.
Pediatras en primaria: más difícil todavía
Por su parte, Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, ha detallado el más difícil todavía que atraviesan estos profesionales en el primer nivel asistencial. Sánchez Pina denuncia que el nuevo plan de acción ha olvidado por completo las palabras niño o adolescente y no hay referencia alguna a la atención infanto-juvenil en primaria.
Ha denunciado también que los planes regionales anuncien nuevas contrataciones de médicos y pediatras cuando no hay nuevos profesionales a los que fichar. “¿A quién quieren engañar?”, ha espetado.
Asimismo, la portavoz de los pediatras ha recordado que en los próximos cinco años se jubilan 1.369 pediatras. Datos muy preocupantes, advierte, porque sin pediatras en AP “los niños asmáticos estarán peor controlados, el cáncer infantil se diagnosticará más tarde, la obesidad infantil crecerá y se multiplicarán los ingresos tardíos en los hospitales, según datos contrastados en publicaciones científicas”.
“Maltrato” en la universidad
La presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, Luciana Nechifor, también ha aludido al maltrato de la atención primaria no solo por parte de la administración, sino a escala universitaria. Nechifor aboga por hacer este nivel asistencial más atractivo para los estudiantes. “Si apenas pasamos tres meses en un centro de salud, los estudiantes creeremos que lo básico y lo fundamental es el valor de la profesión en un hospital, y no es así”, reivindica.
Ideas, todas ellas, compartidas también por Tomás Cobo, presidente de la OMC, que ha insistido en que tanto el gobierno como todos los grupos políticos tienen la obligación de generar no retórica sino ideas y acción que permitan sostener el Sistema Nacional de Salud. ¿Es que ya no queremos pediatras en atención primaria? ¿Es que ya no queremos centros de salud?
El presidente recordó que han trasladado a los parlamentarios un documento con 45 medidas imprescindibles que ponen el acento en la precariedad, la formación continuada y el bajo nivel salarial, lo que redunda en que después de la pandemia el 50 por ciento de los médicos admitan que, si pudieran, se jubilarían.
Para finalizar, desde el público, Gabriel del Pozo, secretario general de CESM, subrayó la importancia de que la sociedad empieza a ver que no se trata de reclamaciones laborales de los médicos. “Es un problema que sufrimos todos como sociedad y debe ser la sociedad la que demande a todos los niveles. O mejoramos todos, o esto se hunde”, concluye.
La visión de SEMG y Semergen
El presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Polo, recuerda que la inversión en atención primaria “ha sido mínima y, a pesar de que todos los gestores y diferentes administraciones, de todo el arco político, dicen que es primordial, la realidad es muy diferente”. Desde Semergen “venimos reclamando, desde hace años, que se aumente el presupuesto en AP y que el médico de familia tenga acceso a las pruebas diagnósticas y no existan barreras administrativas a la prescripción. De esta forma, la capacidad de resolución del médico de familia aumenta y es coste-efectiva”. Polo aprovecha para transmitir un mensaje de lucha y de esperanza, “no vamos a permitir que desaparezca la AP que hemos construido”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el doctor Antonio Fernández-Pro Ledesma, lamenta que, un año más, se acerque la celebración del Día de la Atención Primaria “sin que hayan llegado medidas efectivas que pongan fin a su situación de colapso permanente y la precariedad en la que desempeñan su labor los profesionales del primer nivel asistencial”. “Hemos pasado por una, dos, tres y hasta seis olas y, en cada una de ellas, las condiciones se han visto agravadas enormemente, sobre todo, en esta última en la que la gran carga de trabajo de burocracia ha restado un valioso tiempo a la labor asistencial de nuestros pacientes”, denuncia el máximo representante de la SEMG.
