La Asociación Española de Pediatría (AEP), sus 14 sociedades regionales y sus 24 sociedades de especialidades pediátricas, han hecho llegar a los candidatos y candidatas de las formaciones políticas, que concurren a las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo, una carta abierta para solicitar que pongan en el centro de su agenda la salud de la población más vulnerable, la infanto-juvenil.
El documento refleja la preocupación del colectivo ante la precaria situación dela pediatría en España
Bajo el título “Por la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria a la población infanto-juvenil”, el documento refleja la preocupación del colectivo ante la precaria situación de la pediatría en España y recoge una serie de propuestas, instándoles a incluir en sus programas electorales medidas que garanticen la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria a los niños y adolescentes españoles.
La AEP ha mencionado los aspectos que considera de mayor trascendencia y las propuestas que plantea, por el bien de la salud de nuestros niños y jóvenes, son los siguientes:
Propuestas AEP
En primer lugar, las especialidades pediátricas sean reconocidas oficialmente. Es la única vía para garantizar la calidad en los cuidados de salud de la población infantil y adolescente. Sin especialistas pediátricos, el futuro de nuestros niños y niñas será menos saludable. A pesar de los avances de los últimos años, más de seis millones de niños y adolescentes menores de 14 años en España, un 13 por ciento de la población del país, tienen sin ‘reconocer’ a los especialistas que los atienden.
Para ello, proponen trabajar de forma colaborativa entre las diferentes comunidades autónomas y el Estado en un mapa geográfico donde se estimen las distintas necesidades de especialistas pediátricos con relación a la población pediátrica para planificar las necesidades futuras de recursos humanos especializados en Áreas de Capacitación Específicas (ACE) pediátricas en España.
Un 13 por ciento de la población del país, tienen sin ‘reconocer’ a los especialistas que los atienden
Acreditar las áreas de capacitación específica pediátricas como paso imprescindible para asegurar la calidad en la formación de los pediatras y garantizar una prestación sanitaria equitativa en todo el territorio español. El reconocimiento de las ACE de Pediatría para que los pediatras puedan trabajar en igualdad de condiciones respecto a sus colegas europeos y en paridad de condiciones en las diferentes comunidades autónomas españolas.
30% de los niños no son atendidos por pediatras
En segundo lugar, apuesta por contener el deterioro progresivo de la pediatría de atención primaria. Se calcula que hasta un 30 por ciento de los niños es atendido por profesionales que no son pediatras debido a la falta de, al menos, 1.300 profesionales pediátricos en las consultas de los centros de salud. El déficit crecerá ya que se prevé la jubilación de uno de cada cuatro pediatras de atención primaria en los próximos cinco años. Esta coyuntura propicia que los pediatras en activo estén sometidos a un sobreesfuerzo, el que condiciona tener que atender a más niños en el mismo tiempo, con el consiguiente riesgo de cometer errores y afectar a la seguridad del paciente.
En este sentido, la asociación plantea medidas para atraer profesionales de la pediatría a los centros de Atención Primaria. La AEP aboga por incentivar las plazas de pediatría de difícil cobertura con una mejor retribución económica, una mayor puntuación en los concursos de traslado y oposiciones y una más fácil y rápida promoción en la carrera profesional.
La AEP aboga por incentivar las plazas de pediatría de difícil cobertura con una mejor retribución económica
- Cubrir con personal contratado todas las ausencias de pediatras por baja laboral, vacaciones e, incluso, reducciones de jornada. Además de aumentar el presupuesto destinado a Atención Primaria.
De hecho, la AEP confía en que en las próximas semanas de campaña electoral, los candidatos y candidatas a las elecciones autonómicas den la debida prioridad a la protección de la salud de la población infanto-juvenil y realicen propuestas claras y específicas para garantizar la calidad de la atención pediátrica en todos los niveles asistenciales. Las decisiones que se adopten ahora redundarán en el beneficio de la salud, bienestar y seguridad de nuestros hijos e hijas.