40 Congreso de Semergen

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Esther Martín del Campo Env. Esp. Palma de Mallorca | viernes, 19 de octubre de 2018 h |

¿Consideras ético recibir algún tipo de incentivo como profesional sanitario por vacunarte o recomendar la vacunación? La respuesta del 44 por ciento de los médicos de primaria que han participado en esta consulta, formulada desde las redes sociales de Semergen en el marco de su 40 Congreso Nacional, que se celebra del 17 al 20 de octubre en Palma de Mallorca, es “sí”.

Un asunto controvertido que ha sido objeto de análisis en una mesa sobre vacunación en los profesionales sanitario, que analizaba aspectos éticos y legales y planteaba una pregunta recurrente: ”¿Puede ser obligatoria?”

Para José Francisco Díaz Ruíz, jefe de Sección de Ordenación de Recursos Sanitarios de la Consejería de Sanidad de Cantabria y Coordinador del Grupo de Trabajo de Bioética y Humanidades de Semergen, es básico crear un clima de concienciación entre los profesionales, pero, además, es preciso pasar a la acción y llevar a cabo una regulación normativa para que determinados puestos (unidades de cuidados intensivos, pediatría, etc.) exijan este requisito a los profesionales. Díaz Ruíz recuerda que en Francia la legislación contempla la vacunación obligatoria en el sector y no se ve como algo excepcional.

El desarrollo de fórmulas e incentivos económicos o similares, que están cobrando gran relevancia en las nuevas políticas de salud pública, es una de las líneas que se recogen en la estrategia para mejorar las coberturas vacunales que ha planteado el Ministerio de Sanidad, y se plasma en un documento publicado en abril del año pasado.

Desde el punto de vista ético, no resulta admisible, destaca, aunque reconoce que es preciso buscar nuevas fórmulas, porque otros planteamientos clásicos relacionados con la información y la formación no acaban de dar los resultados esperados. De igual modo, también considera esencial proporcionar un acceso ágil y rápido para el profesional.

Entre otras medidas, también se aboga por una revisión periódica del estado de vacunación del personal sanitario por parte de los profesionales de los servicios de prevención de los centros, así como por la puesta en marcha de un registro de vacunaciones de estos profesionales compatible con otros registros.

En esta mesa también se revisó la experiencia en otros países, con casos como el de EE. UU., donde la vacuna antigripal es obligatoria para profesionales sanitarios en 20 estados. Otra propuesta llamativa, recordaron, llegó hace unos años de la mano de la sociedad americana de enfermedades infecciosas. Su presidente defendió que aquellos profesionales que no se vacunaran llevaran una mascarilla de forma obligatoria. Dos centros aplicaron la medida y lograron tasas de vacunación del 98 por ciento.