El portavoz de Semergen parte de que la formación en nutrición durante la carrera de Medicina es escasa y, además, “hay muy poca preocupación sobre este tema”. “Los conocimientos sobre los requerimientos nutricionales de adolescentes, embarazadas, lactantes o ancianos son escasos en la mayoría de los médicos de atención primaria, y sería importante desarrollar programas formativos para mejorarlos”, indica.
Además, Richard explica que hay experiencias en País Vasco y Cataluña en la integración de nutricionistas en el primer nivel que han demostrado buenos resultados. “Es el profesional de referencia y se debería incorporar a los centros de salud, ya que pueden intervenir en el adolescente, mejorar deficiencias en el anciano y tratar a enfermos crónicos con diabetes o hipertensión, además de proporcionar apoyo al paciente con déficit nutricional”, apunta.
El profesional admite que en Medicina la formación en nutrición ocupa menos de un trimestre en los seis años de carrera, frente a la formación mínima de tres años de los nutricionistas.
La principal barrera para integrarlos, en su opinión, es de tipo económico. “Tendría un coste que no se quiere o no se puede asumir y, en ese caso, habría que invertir más en formar a los médicos en nutrición”, puntualiza.
Respecto al cribado, el responsable de Semergen destaca la importancia de identificar a la población en riesgo para realizar una detección precoz de la desnutrición y evitar complicaciones.