GM Madrid | viernes, 09 de marzo de 2018 h |

La insuficiencia venosa crónica (IVC) es la enfermedad vascular más frecuente en el conjunto de la población española y se caracteriza por ser crónica, progresiva y no siempre benigna. Su prevalencia ronda el 64 por ciento en mujeres y del 37 por ciento en varones.

A pesar de estas cifras, desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), insisten en que en muchas de estas personas no consultan por ello a su médico de referencia o no reciben el tratamiento más adecuado.

A día de hoy, Fernando Pérez Escanilla, responsable de Salud Pública de SEMG, insiste en que una buena anamnesis y correcta exploración física “siguen siendo las herramientas más importantes que el médico de atención primaria tiene para el diagnóstico de las diferentes formas clínicas de la IVC y realizar el diagnóstico diferencial con otras enfermedades de los miembros inferiores”.

Con el objetivo de mejorar los conocimientos de los médicos de familia en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la insuficiencia venosa crónica, esta sociedad científica ha diseñado una actividad sobre ‘Formación integral en técnicas y procedimientos (FITYP) de IVC’. Inicialmente, se han programado tres ediciones en Madrid Barcelona y Alicante.

En la misma línea, recuerda que las diferentes formas clínicas de la IVC incluyen las venas dilatadas (telangiectasias, venas varicosas), edemas, cambios en la coloración cutánea, eccema/dermatitis de estasis y otras alteraciones de la piel, hasta llegar a veces a la ulceración. “Muchas de ellas están presentes a diario en las consultas de atención primaria y tienen que diagnosticarse lo antes posible para iniciar el tratamiento adecuado”, concluye el médico.