GM Madrid | jueves, 13 de diciembre de 2018 h |

Un estudio de la Universidad de Bristol (Reino Unido) publicado en la revista ‘Environmental Health’ ha demostrado que existe un vínculo entre los viajes en metro y la propagación de enfermedades infecciosas a través del aire.

Al comparar la información sobre las rutas de los viajeros y los datos de Salud Pública de Inglaterra sobre enfermedades similares a la gripe, Lara Goscé, del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Bristol, y Anders Johansson, del Departamento de Matemáticas de Ingeniería de Bristol, descubrieron tasas más altas de infecciones aéreas en los londinenses que tienen viajes en metro más largos a través de las terminales más concurridas.

“Se pueden observar tasas más altas de casos similares a la gripe en los condados atendidos por un pequeño número de líneas subterráneas: los pasajeros que comienzan su viaje en estos condados generalmente tienen que cambiar de línea una o más veces en estaciones concurridas, como King’s Cross, para llegar a su destino final”, explica Goscé.

Por otro lado, las tasas más bajas de gripe se encontraron en los barrios donde la población no usa el transporte público como la principal forma de transporte para ir al trabajo, o los municipios atendidos por más líneas subterráneas, que garantizan viajes más rápidos con menos paradas y contactos con menos personas.

Mirando hacia el futuro, el grupo desea dibujar un mapa más claro de la propagación de infecciones similares al resfriado en un entorno metropolitano, y así planear combinar datos de infección a nivel individual con estudios existentes de hogares y escuelas.

“Estos resultados son preliminares después de las limitaciones del conjunto de datos. Los estudios empíricos que combinen aerobiología y modelos peatonales serían importantes para mejorar la fidelidad del modelo y diseñar estrategias de control no farmacéuticas para minimizar el número de infecciones y la ventilación óptima en diferentes ambientes abarrotados”, concluye la investigadora.