El poder adquisitivo de los Médicos Internos Residentes (MIR) en España ha experimentado una drástica pérdida entre 2009 y 2024, especialmente cuando se comparan los salarios actuales con la inflación acumulada en este periodo, que alcanza el 36,6% según el INE. La diferencia se hace aún más evidente cuando se observa que, aunque los incrementos salariales han sido frecuentes, estos han sido insuficientes para contrarrestar el efecto de la inflación, que sigue subiendo cada mes.
En la jornada ordinaria, sin contar las guardias, los residentes de primer año han visto una pérdida media de 3.786 euros al año, lo que representa un 19,4% menos de poder adquisitivo, mientras que los de quinto año han experimentado una pérdida media de 5.204 euros (19,6%). La pérdida máxima, en algunos casos, alcanza los 6.333 euros para los residentes de primer año y los 8.121 euros para los de quinto, lo que refleja una caída sustancial en sus ingresos en términos reales.
Sumando las horas de guardia, que representan más de media jornada adicional, los residentes han perdido aún más poder adquisitivo. En este caso, la pérdida máxima asciende a 8.793 euros al año en el primer año de residencia y a 11.695 euros en el quinto año. La media de pérdida de poder adquisitivo en esta categoría supera el 14% en todos los casos, lo que refleja el impacto de las guardias no remuneradas como tiempo trabajado.
El coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Medico Andaluz de Granada, Vicente Matas, ha afirmado en exclusiva a Gaceta Médica que el gran problema reside en los recortes llevados a cabo entre 2010 y 2012 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: «Decían que iba a ser el 5%, pero a los médicos finalmente le recortaron en torno a un 9-10%, además de los adicionales por guardias e ingresos extras. Esos recortes no se han recuperado aún. Después, cuando decían que nos recuperábamos de la crisis, se subían un 2%, un 3% o un 1,5%, pero nunca se volvió a lo que había antes». Aun así, asegura que los médicos estaban en las cuotas más altas en el periodo de los recortes y considera una «cuestión razonable» que fuera más severa la medida para ellos.
En este sentido, actualmente los residentes se ven obligados a trabajar más horas, debido a la ampliación de la jornada laboral en 2,5 horas semanales, vigente en muchos Servicios de Salud. Esta ampliación de jornada, junto con la subida de impuestos debido a la progresividad del IRPF, contribuye a que los MIR reciban, en muchos casos, poco más del 70% del importe bruto de las horas de guardia, una situación que agrava aún más su precariedad económica.
La pérdida de poder adquisitivo podría superar el 25-30% en muchos casos si se suman todas las circunstancias descritas. Esta situación ha generado preocupación en el sector, pues muchos residentes podrían optar por emigrar fuera de España ante la falta de mejoras en las condiciones laborales. En este contexto, la urgencia de la situación se agrava con las jubilaciones que se están produciendo cada día, lo que podría agravar aún más la escasez de médicos en el sistema sanitario.
Para evitar una fuga masiva de talento, se hace necesario que los Servicios de Salud ofrezcan contratos de larga duración, mejores condiciones laborales y profesionales, y una revalorización de las cargas de trabajo. También se ha sugerido convocar concursos-oposición para cubrir plazas vacantes con celeridad, lo que ayudaría a estabilizar el sistema sanitario y mejorar las condiciones de los MIR.