23 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria

La irrupción de la pandemia trastocó todos los planes de la población y de los gestores sanitarios. Algo que no dejó indiferente a ninguna comunidad autónoma en España. Tampoco a la Comunidad de Madrid, donde, a pesar de que la convulsión fue “enorme”, no dejaron de tener el sistema “controlado”. Así lo afirmó Fernando Prados Rosa, viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Madrid, durante su intervención en el 23 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, organizado por SEDISA y ANDE.

“Es cierto que el sistema tuvo que reinventarse y ofrecer soluciones que nunca antes se había planteado”, admitió Prados. Sin embargo, destacó que el cómo fue capaz de adaptarse, “dice mucho del sistema” y de los profesionales, quienes se adaptaron a una nueva realidad en muy poco tiempo.

Tras la pandemia, el sistema, según Prados, continúa teniendo los mismos objetivos de antes, es decir, mejorar la salud de la población y buscar la innovación para prestar mejores servicios y aumentar la eficiencia y la eficacia dentro de la sanidad. Pero la experiencia de la COVID-19 ha ofrecido algunos aspectos positivos y otros negativos.

Y es que, como asegura Prados en declaraciones a Gaceta Médica, cuando se habla de valor, se habla de datos y resultados: “Esos resultados se comparan y se objetiva que hay cosas buenas y cosas malas”. “Las cosas están para evaluarse, medirse y comparar esas mediciones. Cuando se hace eso, se determina qué es lo que está funcionando y lo que no. A eso es a lo que tenemos que llegar”, resume.

Lo positivo y negativo que deja la pandemia

Por un lado, Fernando Prados apuntó a los aspectos positivos que ha dejado la COVID-19 en el ámbito sanitario. En primer lugar, señaló que se ha podido “segmentar a la población y aportarles aquellos recursos que necesitaban”. “Antes consistía en darle todo a todos; ahora, hemos adoptado una manera de segmentar a la población y aplicar los recursos donde sea más necesario”, aclaró.

Asimismo, mencionó la “explosión” de lo digital y el autocuidado por parte de los pacientes que, aunque se había hablado durante mucho tiempo de ello y se había puesto dentro de las necesidades del SNS, nunca se había aplicado de una manera tan importante, tal y como aseguró Prados. Precisamente, la “relación virtual”, a través de la pantalla, ha aportado “muchas posibilidades a la relación entre el médico y el paciente”. Eso sí, Prados admitió que no se debe reemplazar las consultas presenciales, sino que la teleconsulta debe ser un complemento.

Del mismo modo, apuntó a la cooperación multidisciplinar para atender a la población: “Habíamos trabajado con esa filosofía antes, pero ahora no nos quedó más remedio que aplicar esta forma de trabajar y hemos visto que es buena”, afirmó.

“Tenemos un sistema que llevábamos mucho tiempo diciendo que obedece a las características y especificidades de cada una de las comunidades autónomas, pero se adoptó un liderazgo nacional“, indicó Prados. Ese liderazgo ha conllevado el “saber que el SNS es algo que tenemos que ofrecer de manera homogénea a todos los españoles”.

Y, finalmente, el aumento del uso de los datos: “Existen muchas dificultades, pero nos servirá seguramente para trabajar sobre ello y conseguir mejores resultados”, concluyó.

Por otro lado, Prados reconoció que el sistema madrileño puede “mejorar en muchos aspectos” y la experiencia de la COVID-19 ha dibujado el camino para ello. “Han aflorado problemas que debemos intentar resolverlos en poco tiempo, como la fatiga del personal sanitario, que ha señalado mucho las carencias que tenemos en cuanto al sistema de recursos humanos”, aseveró.

Ese cansancio, reconoció Prados, es algo con lo que se debe trabajar: “Es importante ver cuál es su motivación dentro del sistema sanitario público y potenciar los factores que hacen que los profesionales rindan más y estén más a gusto con su trabajo”, afirmó.

Lecciones aprendidas

“El haber conseguido estos cambios o, por lo menos, que se hayan señalado y se hayan puesto en evidencia, hacen que seamos capaces desde la gestión de modificar aquellas cosas que probablemente no nos hubiéramos atrevido si no hubiera pasado la COVID-19”, puso en valor Prados.

Tal y como aseguró el viceconsejero, han aparecido roles nuevos, posibilidades nuevas. Y, en este sentido, señaló la parte de la enfermería, que “consiguió un liderazgo, consiguió poner en marcha procedimientos que posiblemente, si el COVID-19 no nos hubiera obligado, hubiera sido más complejo”.

Asimismo, otra de las cosas que ha cambiado la pandemia es que se ha impuesto la autonomía de la gestión y coordinación de abajo arriba, “que ya estábamos haciendo, pero evidentemente al forzar a hacerlo nos hemos dado cuenta de que es lo que teníamos que hacer”, indicó Prados, y la autoorganización se ha afianzado.

Por otra parte, el viceconsejero madrileño hizo hincapié en centrarse en las necesidades de los pacientes: “Muchas veces buscamos las necesidades del sistema para atender a los pacientes y nos olvidamos en resolver los problemas de los pacientes, que no siempre se pueden hacer de forma estándar y requiere que el profesional esté pendiente de cumplir el objetivo principal: curar”, declaró. “Viene de lejos el poner al paciente en el centro, el aportar valor a la salud de las personas en la gestión sanitaria. Y no tenemos que salirnos de ahí, hay que seguir buscando los mismos objetivos: una actuación multidisciplinar sobre la patología, es decir, en lugar de dar respuesta al sistema, darla al paciente“, insistió.

En este contexto, Prados señaló que la coordinación entre distintos niveles asistenciales es “absolutamente necesaria”: hay que buscar que cada nivel también priorice la atención del paciente, “no solo establecer los mecanismos de actividad para cumplir con la actividad sanitaria, sino buscar la salud del paciente”. Además, Fernando Prados apuesta por continuar garantizando recursos y fomentando la innovación, así como adaptarse a la situación económica del sistema sanitario, algo que también se lleva haciendo durante tiempo.

Y, para dar respuesta y soluciones a los pacientes, en un sistema sanitario como el madrileño se hace “a través de planes”. Unos planes que atienden a la atención de la patología crónica y la complejidad, que se ha visto afectada por la COVID-19, porque “se han priorizado recursos hacia el tratamiento de la patología aguda, que irrumpió en el hospital”; las listas de espera, -Prados mencionó la Actualización 2022-24 del Plan integral de mejora de lista de espera del servicio madrileño-; el Plan de humanización del sistema sanitario; el Plan de prevención del suicidio, etc.

“Tendremos que seguir trabajando para que aquellas cosas que se han resuelto bien queden para siempre en nuestro sistema o puedan evolucionar. Los sistemas de salud son los mismos que teníamos y debemos ofrecer salidas a los problemas que se han planteado y se seguirán planteando“, concluyó el viceconsejero.


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