El pasado mayo el grupo de trabajo de la Asociación Española de Pediatría (AEP) para la Reapertura de la Escolarización publicó una actualización de las recomendaciones 2020, relacionadas con la escolarización presencial y la prevención de la transmisión del SARS-CoV-2 en las escuelas.
En el momento de su publicación, la situación epidemiológica de la pandemia era diferente a la actual, con una incidencia acumulada (14 días) de alrededor de 150 casos/100.000 habitantes (la mitad de la actual), y una “percepción de tranquilidad” motivada por la evidencia de que la presencialidad durante el curso 2020-21 había podido -a diferencia de lo que ocurrió en la mayoría de otros países- mantenerse de forma ininterrumpida, sin grandes riesgos para los niños o docentes, y con escasísima transmisión intraescolar. Así lo indica la asociación, que en vista al nuevo curso ha puesto sobre la mesa las recomendaciones desarrolladas en mayo.
La asociación se basa en motivos como la incidencia de la variante Delta y la “continua aparición de nuevas variantes con potencial patogénico”.
En la actualización de las recomendaciones de mayo 2021, se hizo hincapié en que debían cumplirse dos premisas para poder relajar algunas de las medidas de prevención que se implementaron durante el curso 20-21.
Avanzar en vacunación
En relación a las recomendaciones impulsadas por la AEP, la primera de ellas era que la intensidad de transmisión medida a través de la incidencia acumulada debía ser inferior a la de aquel entonces, y la segunda era que se debía avanzar con la vacunación de los adolescentes que, de todos los escolares, son el grupo con mayor contagiosidad y hábitos más proclives a la transmisión.
Desde la asociación indican que la primera premisa no se ha cumplido, y la incidencia actual es “muy superior a la deseable”, y presumiblemente tardará en descender a valores que permitan una relajación de las medidas de prevención. Respecto a la segunda, los datos recientes disponibles sugieren que cerca de dos tercios de los adolescentes habrían recibido ya la primera dosis y que aproximadamente la mitad de los adolescentes en edad escolar estará completamente vacunada para el inicio escolar dentro de dos semanas.
Recomendaciones
En este contexto, la AEP lanza un recordatorio con sus recomendaciones para la vuelta al curso escolar de forma 100% presencial para todos los alumnos de todas las edades:
- Que se mantenga en marcha una vigilancia y monitorización estricta de las infecciones en las escuelas, tal y como se realizó en el curso pasado.
- Que se mantengan las recomendaciones básicas de prevención vigentes el año pasado, y que incluían el uso de mascarillas obligatorias en niños a partir de los 6 años de edad, tanto en interiores como en exteriores; la ventilación proactiva y habitual de los espacios cerrados, las medidas de limpieza e higiene adicionales, la máxima distancia interpersonal posible entre alumnos, y el establecimiento de grupos burbuja (del menor tamaño posible) para disminuir la interacción generalizada entre alumnos y garantizar una buena trazabilidad de los casos positivos y sus contactos así como su aislamiento preceptivo.
- Que se fomente la vacunación masiva de los niños a partir de los 12 años de edad, y se garantice una buena cobertura vacunal entre el personal adulto trabajador de las escuelas. La posibilidad para los vacunados (niños o adultos) de no tener que aislarse en caso de ser un contacto de un caso positivo debería ser un aliciente adicional para convencer a aquellos que puedan tener dudas sobre la idoneidad de vacunar a los menores.
- Que se refuerce el mensaje de que cualquier persona enferma (ya sean niños, docentes u otro personal adulto) no debe acudir a la escuela en caso de enfermedad, por lo menos hasta que se demuestre que no está infectada por el SARS-CoV-2; y si lo está hasta completar aislamiento.
- Que se refuerce la monitorización y el acompañamiento de los problemas de salud mental de los alumnos y personal escolar, mientras sigan vigentes estas normas estrictas y la crisis sanitaria.
La lista anterior puede incluir algunas medidas de “difícil aplicación”, indica la AEP, como por ejemplo Somos conscientes de que algunas de nuestras recomendaciones pueden ser de difícil aplicación, y que, por ejemplo, mantener las mismas ratios de profesores y alumnos, o un tamaño reducido de los grupos burbuja, algo a lo que califican como “complejo”. Sin embargo, resalta que “deberemos ser muy cautos y vigilantes porque desconocemos si las medidas que se aplicaron el año pasado seguirán siendo igual de efectivas a la hora de contener la transmisión intraescolar en este nuevo contexto”.
Dado que la AEP apuesta por el modelo de presencialidad para la educación, consideran que las medidas que han funcionado en el pasado curso deben “aplicarse estrictamente”. Asimismo, proponen monitorizar de forma proactiva lo que pase en las aulas, para poder observar las tendecias y adaptar las medidas.
Por último, indican que medidas como un mayor ratio profesor/alumno, menor hacinamiento en las aulas, hábitos de higiene, ventilación de espacios, traslado de actividades escolares al aire libre, etc., son “actuaciones excelentes que aseguran una mejor calidad educativa”. Por este motivo, instan a plantearlas como definitivas.