Ante las preocupaciones de las familias por la situación provocada por el coronavirus, la Asociación Española de Pedriatría (AEP) aclara que actualmente no se ha detectado el virus en la leche humana. Asimismo, añaden que no se han descrito casos en ninguna madre con sospecha o confirmación de infección, por lo que “no existen motivos para evitar la lactancia materna o interrumpirla”.
Estos mensajes y recomendaciones llegan en un momento en el que la lactancia materna se ha visto cuestionada por informaciones contradictorias recogidas tras la llegada de la pandemia. La AEP pretende disipar las dudas existentes en relación a este método con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020, que comienza este sábado 1 de agosto.
“La lactancia materna mejora la supervivencia de los neonatos y los lactantes”, ha señalado la responsable del área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP, Susana Ares. La experta explica, además, que la lactancia proporciona beneficios para la salud, como el potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2.
Por estos motivos, se recomienda el mantenimiento de la lactancia materna desde el nacimiento, “siempre que las condiciones clínicas del recién nacido y su madre lo permitan”, subraya la experta.
De la misma forma, Ares indica que el contacto piel a piel inmediato y continuado se asocia a una mayor supervivencia neonatal. Por este motivo, “colocar al recién nacido junto a la madre permite una iniciación temprana a la lactancia“. Esta situación implica que los beneficios superen “los riesgos de transmisión y enfermedad asociados a la enfermedad”, destaca la responsable.
Sospecha de COVID-19
En el caso de que la madre tenga sospecha o infección confirmada por COVID-19, desde la Asociación Española de Pediatría se recomienda el amamantamiento con medidas de aislamiento de contacto. Éste deberá ser estricto para reducir el riesgo de infección.
¿Y cómo favorecer la lactancia con medidas de aislamiento? Ares explica que las madres deben extremar la higiene lavándose las manos frecuentemente con agua y jabón o con un gel hidroalcohólico, especialmente antes de tocar al bebé. Además, deberán limpiar y desinfectar regularmente las superficies.
Por otra parte, es recomendable el uso de una mascarilla médica mientras amamantan, y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al estornudar o toser, tras lo cual deben desecharlo inmediatamente y volver a realizar una correcta higiene de manos.
A pesar de estas recomendaciones, si una madre presenta infección de manera presunta o confirmada y las condiciones no permiten la lactancia materna, la mejor alternativa para los neonatos y lactantes es la extracción de la leche de la madre.
“Independientemente del método escogido, lo más importante es asegurar la higiene durante todo el proceso”, asegura la doctora Ares.
Medidas “estrictas” y “sostenibles”
La madre y cualquier persona que la ayude deben lavarse las manos antes de extraer la leche o de tocar cualquier pieza del extractor o sacaleches, o recipiente utilizado después de cada uso, práctica recomendable aun en ausencia de la enfermedad.
Los recomendaciones en la lactancia no contradicen las generales, ya que el objetivo es mejorar la supervivencia, la salud y el desarrollo de los neonatos y lactantes.
Estas recomendaciones están en consonancia con la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes se basan en una evaluación integral y un balance sobre los riesgos que implica evitar la lactancia materna.
Además, la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020 tiene como lema “apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable”. El objetivo de esta campaña es concienciar acerca de este método, que es un procedimiento completamente sostenible.
Desde la AEP señalan que, en caso de tener que extraer la leche materna, se pueden emplear recipientes de cristal, que son sostenibles, reciclables y tienen muchas ventajas como su fabricación libre de productos químicos, su mayor durabilidad y su facilidad para ser desinfectados y mantener una correcta higiene.