La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) acaba de celebrar su congreso anual. Su secretaria general, María Teresa Vidán, que es también jefe de Sección de Geriatría en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, analiza con GACETA MÉDICA las principales conclusiones de este encuentro que ha reunido en Madrid a más de 700 profesionales.

 Pregunta. Se acaba de celebrar vuestro 62 Congreso. ¿Es ahora, más que nunca, un desafío envejecer?

Respuesta. Envejecer es siempre una suerte y un desafío, pero ahora, en este tiempo en que la pandemia nos ha hecho tan conscientes de nuestra fragilidad y que ha dejado en evidencia las grietas del sistema sanitario y de la sociedad misma, envejecer es todavía un reto mayor.

El reto de envejecer comienza desde el nacimiento. Es un reto educar en hábitos de vida saludables, prevenir la discapacidad, tratar con equidad la enfermedad en contextos muchas veces complejos, hacer cambios sociales que permitan no perder toda la experiencia y valores que  aportan los mayores a la sociedad y también aceptar con sabiduría la reducción en muchos ámbitos que conlleva el envejecer. 

P. ¿Cuál es vuestro balance de este encuentro?

R. El balance del Congreso es muy positivo. Ha reunido a más de 700 profesionales de distintas disciplinas. Ha contado con ponentes de gran talla, de distintas especialidades y nacionalidades, se han compartido novedades de muchos temas de Geriatría y Gerontología y además hemos celebrado el reencuentro con compañeros y amigos después de dos años en los que no fue posible realizar un Congreso presencial.

P. Uno de los temas abordados ha sido los cuidados de larga duración. ¿Qué lecciones han aprendido los geriatras de la pandemia? ¿En qué modelos debe inspirarse el sistema sanitario?

R. La pandemia ha puesto sobre la mesa la necesidad de reformas importantes en el sector de los cuidados de larga duración. Estas reformas deben ir dirigidas a potenciar al máximo las ayudas para que las personas mayores permanezcan en su domicilio el mayor tiempo posible.

Asimismo es importante un cambio en el modelo de residencias, con modelos de convivencia basados en una atención centrada en la persona, en centros con menos plazas y mayor número de profesionales para su atención. Esto requerirá sin duda mayor inversión en el sector.

Desde el punto de vista de la atención sanitaria a las personas que viven en residencias, es clave aumentar la coordinación socio-sanitaria. Potenciar la atención primaria y la relación de esta con los médicos de las residencias es imprescindible. También lo es el nexo con los Hospitales, centrado principalmente en los Servicios de Geriatría para mantener la continuidad asistencial, evitar multiplicidad de visitas y reingresos, y garantizar una atención de calidad. 

“Es importante un cambio en el modelo de residencias, con modelos de convivencia basados en una atención centrada en la persona, en centros con menos plazas y mayor número de profesionales para su atención”

En este Congreso, el director general de Atención Sociosanitaria de Madrid presentó el modelo desarrollado en esta comunidad basado en unidades de refuerzo en primaria y equipos de Geriatría de enlace en todos los hospitales. La atención sanitaria en residencias es muy heterogénea en las distintas comunidades autónomas y por ello la SEGG ha solicitado al Ministerio de Sanidad el desarrollo de un plan estratégico que defina los puntos esenciales de esta atención y reduzca la heterogeneidad.

P. Más allá del ámbito médico, los profesionales de enfermería también tienen un papel fundamental en geriatría, ¿cuál es su lugar en un contexto como el actual?

R. La atención sanitaria la paciente mayor debe ser multidisciplinar y el papel de la enfermería es crucial. Los profesionales de enfermería son los principales especialistas en el cuidado directo del paciente, los que más tiempo pasan junto al enfermo y probablemente los que más humanizan la medicina.

P. El paciente oncológico geriátrico requiere una atención específica, ¿qué novedades han compartido en su abordaje en este último encuentro?

R. Que el tratamiento debe ser siempre personalizado y en este sentido la valoración geriátrica integral ayuda a la toma de decisiones sobre el tratamiento más adecuado para cada paciente. También , que la optimización del enfermo, mediante pautas de ejercicio, nutrición o ajuste de medicamentos , antes de la cirugía de un cáncer o antes de una quimioterapia puede mejorar los resultados

P. Además, han hablado de terapias emergentes: inmunoterapia en cáncer, anticuerpos monoclonales en enfermedad reumática, nuevas vacunas… Si los pacientes, en general, tienen dificultades para acceder a la innovación, los mayores más aún… ¿cuál es vuestra visión?

R. Que la edad, como parámetro aislado, no debe ser un criterio para discriminar a un paciente para un tratamiento específico. Se debe tener en cuenta la función, la expectativa de vida y los objetivos del propio enfermo antes de decidir un tratamiento, y las nuevas terapias también pueden ser ofrecidas en muchos casos.

“La edad, como parámetro aislado, no debe ser un criterio para discriminar a un paciente para un tratamiento específico”

El campo de la vacunación también ha cambiado mucho y se van desarrollando cada vez nuevas y mejores vacunas para prevenir las consecuencias de muchas enfermedades en el mayor. En el congreso se ha hablado de las vacunas mRNA para el COVID que se están desarrollando para la que será posiblemente la cuarta dosis, la nueva vacuna frente al herpes zoster, la vacuna frente al virus respiratorio sincitial que está en fase de ensayo clínico y las vacunas adyuvadas y de alta carga para la gripe.

P. Aparte de los temas que se han abordado en este foro, el ministerio de Sanidad ha actualizado recientemente el Documento de Consenso sobre Prevención de la Fragilidad en la Persona Mayor, ¿cómo ha cambiado el contexto en estos 14 años?

R. El envejecimiento poblacional hace que la fragilidad sea más prevalente. El documento actualiza la definición, centrando su importancia en la función. También recalca la importancia del despistaje y detección precoz de la fragilidad para poder intervenir sobre la misma, evitando la progresión a discapacidad. En los últimos años se han desarrollado numerosas evidencias sobre los beneficios de determinadas intervenciones nutricionales y sobre todo de la actividad física y el ejercicio para prevenir y tratar la fragilidad.

P. ¿Pensáis que este documento recoge las necesidades principales? ¿Ha participado vuestra sociedad científica en este trabajo?

R. Sí, es un documento muy completo. La SEGG ha participado de manera notable en este documento con varios miembros implicados en el desarrollo del mismo.

Desde la SEGG también hemos colaborado en la Estrategia de Salud Cardiovascular del Ministerio de Sanidad que ha sido recientemente aprobada por todas las comunidades autónomas y se publicará en los próximos días y estamos colaborando también en la estrategia de salud mental.


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