El borrador del Estatuto Marco se ha colado en la presentación de los datos del Observatorio Nacional de enfermeras escolares de este martes. «El grupo A1 es ahora la asignación profesional general, pero enfermería sigue en el A2. En este borrador del Estatuto Marco esta la premisa de que se atienda por fin a nuestra reivindicación histórica de pasar al grupo A1», señala Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería (CGE).

Ayuso asegura que están «contentos y satisfechos» con que esto salga adelante, ya que entendían que, teniendo una formación de grado igual que otras profesiones —como economistas, psicólogos, periodistas, entre otras—, tuvieran una diferenciación tan «significativa», sobre todo en retribuciones. «El reconocimiento de las profesiones se refleja tanto a nivel retributivo como en las oportunidades para ocupar puestos de responsabilidad en las administraciones públicas», explica el secretario general.

El hecho de estar en la casilla A2 supone una diferencia económica de entre 300 euros y 400 euros respecto a otras profesiones con la misma formación: «No es justo. Necesitábamos justicia social«. Ahora, en lugar de categorías determinadas por la ley del Estatuto Básico del Empleado Público, con una estructura es A1-A2-B-C1-C2-E, se habla de niveles por el modelo MECES: seis, siete y ocho. «En el nivel seis están los graduados con formación de cuatro años, en el nivel siete los máster y especialistas, y en el nivel ocho las doctoras y doctores. Por tanto, estamos de acuerdo con esta propuesta», asegura Ayuso.

Prescripción enfermera

Asimismo, el secretario general del CGE ha aprovechado y también ha hecho una mención a la nueva medida de la Ley de los Medicamentos y los Productos Sanitarios: la prescripción enfermera. «Este borrador hace referencia a otra reivindicación histórica: que las enfermeras estemos incorporadas como prescriptores plenos dentro del ámbito de nuestras competencias», explica Ayuso.

«Estamos, otra vez, ante una cuestión de justicia», subraya el secretario general. Profesiones con una formación similar —e incluso con menos carga en farmacología, como podología u odontología— ya tienen el reconocimiento como prescriptores plenos. «Que las enfermeras no lo estén es una discriminación injustificada. Las enfermeras y enfermeros de España merecen ese reconocimiento por su formación, su experiencia y su competencia», añade.

Ayuso explica que el reconocimiento como prescriptores debe basarse en tres pilares: la formación, la experiencia y la competencia. En cuanto a la formación, destaca que el grado en Enfermería incluye una preparación muy completa en farmacología. Además, por experiencia, las enfermeras son de los profesionales que más relación directa tienen tanto con los fármacos como con los pacientes: son quienes administran la medicación, ajustan dosis y monitorizan los efectos. «Por todo ello —añade—, el conocimiento que tenemos sobre farmacología es profundo y justifica plenamente este reconocimiento».


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