En el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid ya se respira el ambiente propio de los procesos electorales. Si bien meses atrás ya se han ido conociendo las principales candidaturas, la campaña entra en su fase decisiva y el 17 de diciembre es la fecha marcada en rojo. Ese día se pondrán las urnas y los médicos tendrán que decidir quién guiará el rumbo de la institución durante los próximos cuatro años.
Sobre el tablero hay dos grandes listas que, hasta el momento, han capitalizado el foco. Por un lado está el actual presidente del ICOMEM, Manuel Martínez-Sellés, que aspira a la reelección; mientras que enfrente figura Tomás Merina, candidato sustentado por el sindicato Amyts.
Las fuentes consultadas por Gaceta Médica avanzan que será una sorpresa si, finalmente, la disputa por la presidencia del Colegio no es cosa de estos dos candidatos, pese a que en la recta final del proceso electoral están surgiendo nuevas candidaturas. El plazo de presentación de las mismas se cierra el lunes 25 y, previsiblemente, el martes se anunciará la nómina definitiva de aspirantes. Según ha podido saber GM se baraja que puedan cerrarse hasta cuatro listas.
Estas candidaturas de última hora, en el escenario que manejan las citadas fuentes, es previsible que queden en un segundo plano, aunque sí tendrán la capacidad de desnivelar la balanza para uno u otro lado. El aspecto clave será ver a qué candidato son más cercanas y a quién brindan su apoyo. Este dato no es menor, ya que el ala del tablero que más opciones ponga sobre la mesa, puede sufrir las consecuencias de la dispersión del voto, siempre que no haya alianzas durante la campaña.
La campaña
Desde que se presentaron los dos candidatos, allá por el mes de octubre, las posiciones de ambas listas han estado claras y han escenificado importantes diferencias. Mientras Martínez-Sellés apuesta por una línea continuista para afrontar un segundo mandato y cerrar los proyectos ya abiertos; Merina ha elevado prácticamente una enmienda general a la labor del actual presidente.
La fuerza electoral de ambos candidatos también parece bastante definida. Mientras que a Marina, el respaldo de Amyts -uno de los sindicatos más beligerantes con la gestión sanitaria de la Comunidad de Madrid- le entrega un suelo de voto labrado entre los profesionales que ya apoyan al sindicato; Martínez-Sellés tiene a su favor que parte a esta carrera electoral desde la presidencia y con cuatro años de gestión ya rubricados y apoyados mayoritariamente en distintas asambleas.
Por ello, la participación y la capacidad de ambos candidatos para movilizar a los votantes será fundamental. Tradicionalmente, la participación en las elecciones del ICOMEM no ha sido muy alta: en la última cita, Martínez-Sellés barrió a su principal rival (Sánchez Chillón) y la participación se quedó por debajo del 15%. Queda ver cómo se resuelve esta cita que tiene en las semanas que están por delante su punto de inflexión: la campaña se recrudecerá y los candidatos pondrán todas sus cartas encima de la mesa.
Roces y punto de inflexión
En estas últimas semanas, Martínez-Sellés y Merina no han rehuido la confrontación. El actual presidente ha afeado en varias ocasiones a su rival que haya empezado la campaña mucho antes de que se decretara oficialmente el inicio del procedimiento electoral. “No puedes hacer campaña hasta que se convocan las elecciones. Sin embargo, desde hace meses están yendo por los hospitales y sacando vídeos. Me parece profundamente injusto”, manifestó Martínez-Sellés en una entrevista con Gaceta Médica tras la presentación en sociedad de su candidatura a la reelección.
Por su parte, Merina cargó contra la gestión del actual equipo directivo y, también en una entrevista con Gaceta Médica tras dar el paso para presentarse, abogó por sustentar la financiación del ICOMEM en las cuotas de los colegiados: “Si el colegio no se sostiene con las cuotas de los colegiados, se sostiene con los intereses comerciales de alguien que pone el dinero, y eso es malo para los médicos”.
Entre tanto, y durante la precampaña, también hubo un hito que pudo servir como punto de inflexión. No fue otro que el respaldo de la Justicia al cambio de los estatutos impulsado por la directiva actual. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) resolvió que los cambios fueron realizados se ajustaron a derecho en una de las medidas impulsadas por el equipo de Martínez-Sellés y contra la que hicieron campaña sus rivales.