La psoriasis puede presentarse de formas leves o en formas más graves. Una de las más graves es la eritrodérmica, que implica a la practica totalidad de la superficie corporal. En estos casos entre el 80 y el 90 por ciento de los afectados necesita de hospitalización puesto que se pueden llegar a presentar graves consecuencias para quienes lo parecen como infecciones o la muerte.

“Hay otros tipos de psoriasis que no están en todo el cuerpo pero que son difíciles de tratar porque tienen localizaciones especiales, como puede ser la psoriasis de cuero cabelludo, la cual pica y es muy inhabilitarte, escama mucho y presenta un gran abultamiento”, ha explicado Pablo de la Cueva, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor, presidente de la Sección Centro de la AEDV y secretario del Grupo Español de Psoriasis de la AEDV.

Junto con Santiago Alfonso, director de Acción PsoriasisMontserrat Ginés, vicepresidenta de Acción Psoriasis ha presentado el informe “No todas las psoriasis son iguales. El reto de la personalización”, que ha contado con el aval de Acción Psoriasis, la revisión de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y la colaboración de Boehringer Ingelheim.

“La farmacia hospitalaria también juega un rol importante a la hora de informar a los dermatólogos como los pacientes se adaptan a los tratamientos sistémicos e innovadores”

Pablo de la Cueva, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor, presidente de la Sección Centro de la AEDV

En el informe se menciona una Encuesta de IMPAS sobre psoriasis, la cual revela que, las formas más graves como la ya mencionada, afectan a la calidad de vida de los pacientes en aproximadamente el 23 por ciento de los casos.

La encuesta también revela que cada paciente con psoriasis tiene que gastarse 750 euros al año en costes directos no sanitarios. Además de perder un media de 4,9 días laborables por año a causa de su enfermedad. El 70 por ciento de ellos acude al dermatólogo en vez de a la atención primaria porque consideran que tienen algo muy grave.

Aun así, de la Cueva ha recordado que la forma de psoriasis más común es la “vulgar” o “de placas”, que presenta grosor sobre la piel, rojeces y descamación. “Es importante individualizar la situación de cada paciente, por que cuando se habla de psoriasis hay que tener claro que no son matemáticas exactas, pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo”.

Ha remarcado que un abordaje individualizado “permite poner solución a los retos que rodean a esta enfermedad”.

En cuanto al tratamiento ha remarcado la importancia del cumplimiento de los tratamientos y de la importancia de que los tratamientos tópicos (cremas) se adapten bien a la zona del cuerpo en cuestión. “La farmacia hospitalaria también juega un rol importante a la hora de informar a los dermatólogos como los pacientes se adaptan a los tratamientos sistémicos e innovadores y a informarnos sobre los efectos secundarios que se puedan dar”, ha precisado de la Cueva.

Además, las personas con psoriasis y artritis psoriásica tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Se sabe que hay biomarcadores que permiten dirigir el tratamiento de la psoriasis, pero, de la Cueva afirma que aún no se han llevado a la practica clínica. “Hay unas moléculas que son los inhibidores de JAK, que pueden ser transversales para el tratamiento de enfermedades inflamatorias cutáneas, al poder modular de forma selectiva el sistema inmune”, ha explica a GM.

Conclusiones del estudio

Los autores del informe han concluido que, para alcanzar un abordaje personalizado de los pacientes con psoriasis, es importantes establecer las siguientes diez iniciativas:

  1. 1. Dotar a la psoriasis de una relevancia diferenciada en los planes o estrategias autonómicas de salud.
  • 2. Más coordinación entre niveles asistenciales e incluir unidades interdisciplinares que aborden la psoriasis, además de facilitar la derivación precoz del paciente al dermatólogo.
  • 3. Elaborar guías específicas de práctica clínica y protocolos asistenciales.
  • 4. Garantizar una mayor formación a los profesionales sanitarios en torno a la psoriasis y sus tipos.
  • 5. Promover la creación de registros de enfermedades dermatológicas, tanto a nivel nacional como a nivel autonómico.
  • 6. Mejorar el acceso a fármacos innovadores y la equidad en el mismo, debido a la alta repercusión que tienen estos sobre los pacientes y su calidad de vida.
  • 7. Impulsar la investigación e innovación en psoriasis a través de estudios y ensayos
  • 8. Favorecer en lo posible el papel activo del paciente y concienciar sobre la importancia de la adherencia al tratamiento farmacológico adecuado.
  • 9. Asegurar el acceso de los pacientes psoriásicos a toda la información.
  1. 10. Desarrollar campañas públicas de sensibilización y concienciación social.

Psoriasis y salud mental

Por su parte, Montserrat Ginés, ha incidido en los problemas psicosociales que tienen las personas son psoriasis. “En ocasiones, se banaliza con nuestra enfermedad, cuando en realidad estamos ante una patología que puede llegar a ser seria e invalidante. Hay veces que, aunque no se tengan formas extremas de psoriasis, para la psique de la persona puede significar muchísimo”.

Gines considera que existe un desconocimiento generalizado de la enfermedad. “Es una patología que no solo influye sobre la esfera física de la persona y sus familias, sino que tiene un notable impacto en la esfera psicológica”.

Ha remarcado que no se trata de una enfermedad contagiosa, pero que, aun así, muchos se apartan de quienes la sufren, evitando el contacto y la cercanía, estos pacientes tienen problemas a la hora de acudir a la peluquería, a la playa o al masajista. “La gente se esconde, se siente muy mal y en algunos casos se ven estigmatizados”, ha comentado Ginés durante la presentación del informe.

En la misma dirección ha intervenido Santiago Alfonso, explicando que muchas veces socorristas han echado de piscinas a pacientes de psoriasis creyendo que eran contagiosos. “Experiencias como estas te marcan de por vida”, ha añadido

Asimismo, Ginés ha asegurado que tanto estigma puede llegar a provocar una gran “cicatriz psicológica crónica” y que los pacientes presentes depresión y ansiedad, que vean mermada su normalidad vital. De ahí la importancia de la última conclusión del informe: sensibilización y concienciación social.


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