GM Madrid | viernes, 05 de enero de 2018 h |

La revista científica Nutrición Hospitalaria ha publicado recientemente el estudio ‘Adecuación de la ingesta de azúcares totales y añadidos en la dieta española a las recomendaciones: estudio Anibes’. Este trabajo científico, coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), aporta información actualizada y basada en la evidencia científica en relación a la ingesta de azúcares totales, intrínsecos y añadidos, así como sobre las principales fuentes alimentarias. Igualmente, presenta información pionera acerca del porcentaje de población española que cumple o no con los criterios recomendados de ingesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Los resultados que se presentan son novedosos en España, puesto que, según explica el investigador principal de este estudio, Gregorio Varela-Moreiras, presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), “son muy escasos los datos disponibles, y que además tengan fiabilidad, en cuanto a la ingesta de azúcares y sus subtipos, debido fundamentalmente a la falta de información sobre los mismos en la mayoría de las tablas de composición de alimentos y bases de datos, pero también a los problemas metodológicos habituales en las encuestas alimentarias que dificultan la recogida de información precisa del consumo real de alimentos y bebidas”.

En este marco, “la información obtenida en el presente estudio permite promover acciones de educación y concienciación específicas de acuerdo a las diferentes edades”, añade.

En relación a los hidratos de carbono, Varela-Moreiras destaca que “los resultados muestran que en su conjunto proporcionan un 41,1 por ciento de la energía total consumida, de los cuales el 24,1 por ciento son almidones y el 17 por ciento corresponde a azúcares totales”. A este respecto, añade que “el aporte medio a la energía de los hidratos de carbono en la población Anibes no alca€nza las ingestas de referencia de la EFSA de entre el 45 y 60 por ciento para ningún grupo de edad o sexo”.

Por su parte, “los azúcares intrínsecos suponen el 9,6 por ciento de la energía total consumida y los azúcares añadidos el 7,3 por ciento, en línea con la recomendación de la OMS relativa a que éstos últimos deben suponer menos del 10 por ciento de la ingesta calórica total diaria”, continúa el especialista.

Recomendaciones de la OMS

Una de las principales conclusiones es que “existen diferencias notables en el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS relativas a la ingesta de azúcares dependiendo de la edad”, apunta Varela-Moreiras y, en este sentido, puntualiza “el aporte de azúcares intrínsecos es mayor en las poblaciones de mayor edad, mientras que, por el contrario, el consumo de azúcares añadidos es superior en edades más tempranas y en especial durante la adolescencia, llegando en este tramo de edad al 10 por ciento de la energía total consumida”.

En concreto, “un 58,2 por ciento de la población infantil (9-12 años) cumple con la recomendación de la OMS, mientras que en los adolescentes (13-17 años) el cumplimiento es menor (52,6 por ciento), y muy superior en hombres (56,2 por ciento) con respecto a las mujeres (46,0 por ciento)”, detalla.

En lo que respecta a la población adulta (18-64 años) y en las personas mayores (65-75 años), “el porcentaje de población Anibes que cumple la recomendación de la OMS de realizar una ingesta de azúcares añadidos inferior al 10 por ciento se sitúa en un 76,7 por ciento y 89,8 por ciento respectivamente”, apunta.

Los resultados de este trabajo también muestran como “los grupos de alimentos y bebidas que actúan como fuentes principales de azúcares añadidos en el total de la población participante son azúcares y dulces (34,1 por ciento, bebidas sin alcohol (30,8 por ciento) y cereales y derivados (19,1 por ciento)” explica Varela-Moreiras.

Asimismo, “en niños y adolescentes los subgrupos de chocolates, otros productos lácteos, yogures y leches fermentadas, zumos y néctares y cereales de desayuno y barritas de cereales son los otros alimentos y bebidas que más azúcares añadidos aportan”. Por su parte, “en los adultos y mayores, el grupo de azúcares y dulces es destacable” concluye.

Con respecto a los azúcares intrínsecos, asegura que “los grupos de alimentos y bebidas que actúan como fuentes principales en el total de la población son las frutas (31,8 por ciento), la leche y productos lácteos (29,3 por ciento) y el grupo de bebidas sin alcohol (15,01 por ciento), principalmente zumos y néctares (11,1 por ciento)”.

En relación a los azúcares totales, la “leche y productos lácteos (23,2 por ciento), las bebidas sin alcohol (18, 6 por ciento), las frutas (16,8 por ciento), los azúcares y dulces (15,1 por ciento) y los cereales y derivados (12,0 por ciento) son los grupos de alimentos y bebidas que contribuyen como fuentes principales de azúcares totales” detalla, quien concluye “todos estos grupos suponen el 85 por ciento de los azúcares totales consumidos”.