El Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) celebra hoy sus elecciones en un ambiente de alta tensión y marcada polarización. Tres candidaturas aspiran a hacerse con el control de una institución clave para la representación de los médicos madrileños, en una jornada que promete ser determinante para el futuro del colegio profesional. El reciente debate entre los aspirantes, celebrado hace unos días, evidenció la fractura interna y el clima de confrontación que impera entre las distintas listas.
Las candidaturas
1. Candidatura de “Médicos Unidos“: Liderada por el actual presidente, Manuel Martínez-Sellés, esta candidatura apuesta por la continuidad y la estabilidad institucional tras un período convulso en el colegio. Han hecho hincapié en la necesidad de reforzar la defensa de los derechos laborales de los médicos y mejorar la transparencia dentro del ICOMEM.
2. Candidatura de “ICOMEM para todos“: Encabezada por Tomás Merina, esta lista ha centrado su discurso en la regeneración democrática y la modernización del colegio. Critican duramente la gestión de los últimos años y proponen medidas concretas para acercar la institución a las bases médicas, así como para hacer frente a los problemas de precariedad laboral.
3. Candidatura “Primero Midecos”: Este grupo, liderado por Esther Rubio se define como una opción ajena a las disputas tradicionales, aboga por centrarse en las necesidades de los colegiados y evitar los conflictos políticos internos. Su programa se enfoca en cuestiones prácticas, como la mejora de los servicios a los profesionales, la formación continua y el apoyo a los médicos jóvenes.
Un debate tenso y lleno de reproches
El debate previo a las elecciones, celebrado el pasado fin de semana, fue un fiel reflejo del ambiente bronco que rodea estos comicios. Las críticas cruzadas y los reproches personales dominaron la mayor parte de las intervenciones, dejando en segundo plano el contenido programático.
La candidatura de Merina arremetió con dureza contra la gestión actual, acusándola de falta de transparencia y de ineficiencia en la defensa de los intereses de los colegiados. Por su parte, Médicos Unidos respondió reivindicando su labor durante el complicado periodo de la pandemia y acusando a sus oponentes de fomentar divisiones innecesarias. La candidatura de Rubio intentó mantenerse al margen de los enfrentamientos directos, pero también se vio salpicada por las tensiones al ser cuestionada su capacidad para liderar la institución.
Este clima de confrontación ha despertado preocupación entre muchos colegiados, que temen que las divisiones internas terminen debilitando al ICOMEM en un momento crucial para la profesión médica.
Jornada electoral decisiva
La votación de hoy se presenta como una prueba de fuego para el futuro del Colegio de Médicos de Madrid. Las urnas decidirán si los colegiados optan por la continuidad, la renovación o una tercera vía que pretende escapar de la polarización actual. Lo que está claro es que el resultado de estas elecciones marcará un punto de inflexión en la institución y en la forma de afrontar los grandes retos que tienen por delante los médicos madrileños.
Las expectativas son altas y la participación será un factor clave. Muchos colegiados acudirán hoy a las urnas con la esperanza de que el ICOMEM logre superar sus tensiones internas y retome el camino de la unidad y el trabajo conjunto en favor de la profesión.