La Comunidad de Madrid ha modernizado con tecnología de última generación los servicios de Análisis Clínicos y Bioquímica y Farmacia Hospitalaria del Hospital público Universitario Severo Ochoa de Leganés. Una transformación que permitirá, en opinión de Guadalupe Ruiz, jefa del Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica del hospital, seguir mejorando la calidad del proceso, facilitar un entorno más humano, dar respuesta a las necesidades del paciente y cubrir sus expectativas.

Así, el área del Laboratorio cuenta ahora con un sistema robótico para la circulación de las muestras. Sin necesidad de manipulación manual, estas llegan desde la sala de extracciones a través de una cadena automotriz y después son transportadas en un vehículo especial.

Guadalupe Ruiz, jefa del Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica del Hospital público Universitario Severo Ochoa de Leganés.

El circuito de un dispositivo de radiofrecuencia que identifica automáticamente los productos, prioriza los materiales a analizar, agilizando así los urgentes y los de pacientes oncológicos. Incluye, además, una nevera robotizada donde, tras finalizar el proceso, los componentes orgánicos se archivan durante una semana por si hiciera falta alguna prueba complementaria o realizar comprobaciones. “La cadena automatizada cuenta con una zona especial para muestras urgentes y prioritarias, como son las del Hospital de Día Oncohematológico”, puntualiza Ruiz.

Otra mejora es el nuevo procedimiento de programación de las técnicas y los controles de calidad, que permite que los analizadores estén listos a primera hora de cada día, lo que beneficia especialmente a los usuarios hospitalizados. Asimismo, este avance incorpora algoritmos para adecuar la demanda de pruebas en función de datos demográficos, diagnósticos y resultados obtenidos. De esta manera, el 90 por ciento de las de bioquímica urgente o del hospital de día oncohematológico están procesadas en menos de una hora.

Robotización de la Farmacia Hospitalaria

Por su parte, la robotización de la Farmacia Hospitalaria del Severo Ochoa ha aportado mayor precisión en el reparto de los medicamentos para su distribución en los botiquines de los pacientes ingresados en planta, proporcionando un servicio más ágil y seguro.

Los dispositivos incorporados permiten obtener datos detallados sobre cada tratamiento para un mejor seguimiento, ya que transporta el compuesto al punto de dispensación de la sala de espera para ser entregado al enfermo bajo supervisión de un especialista.

“Gracias a esta transformación del laboratorio el paciente se beneficia de que necesitamos menos tubos de extracción, y que el tiempo de respuesta es más reducido, así que como la trazabilidad del proceso, que garantiza su seguridad. Los profesionales del hospital somos más eficientes por la simplificación del proceso, eliminando las tareas que no aportan valor añadido, evitando errores debidos a la manipulación”, concluye Ruiz.

Además de en el Severo Ochoa, esta actualización se ha llevado a cabo también en otros hospitales públicos de la región: Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, La Paz, 12 de Octubre, Clínico San Carlos, La Princesa, Niño Jesús, Cruz Roja e Infanta Leonor, todos ellos en la capital; así como El Escorial, Puerta de Hierro Majadahonda, Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares), Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada, Móstoles, José Germain (Leganés), Infanta Cristina (Parla), Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Henares (Coslada), Tajo (Aranjuez), Sureste (Arganda del Rey), La Fuenfría (Cercedilla), Guadarrama, y Virgen de la Poveda (Villa del Prado).

El proyecto, liderado por la Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad en colaboración con los farmacéuticos hospitalarios, se ha desarrollado en el periodo 2021/2023 financiado con 16 millones de euros del Programa de desarrollo de medidas para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, con fondos procedentes del convenio de Farmaindustria.