Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los casos de depresión y ansiedad se incrementaron más de un 25 por ciento en el primer año del COVID-19.

Además, el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021 desvelaba que el 29 por ciento de la población padecía algún trastorno psicológico. Unas cifras que, debido al actual ritmo de vida y al nivel de estrés al que se ve sometida la población, no hacen más que acrecentar una pandemia invisible que afecta cada vez a más personas.

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Enfermería en Salud Mental, que se celebra el 1 de septiembre, el Consejo General de Enfermería considera que afrontar este problema es asunto de todos y todas; desde las instituciones sanitarias, en primer lugar, hasta cualquier ciudadano, que tiene un papel fundamental para no fomentar el estigma. Por eso mismo, la institución que aglutina a los más de 330.000 enfermeras y enfermeros lanza una petición urgente a las administraciones y pide que se cuente y se dé el protagonismo que merecen las enfermeras especialistas en Salud Mental en todos los ámbitos asistenciales, así como en todas las etapas de la vida.

“Siempre es positivo que se formen más enfermeros y enfermeras especialistas, pero todavía estamos lejos de lograr las plazas deseadas”

Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería

“Siempre hemos demostrado con creces el valor que tienen las enfermeras para cuidar, ayudar y acompañar a los pacientes. La pandemia de COVID-19 nos puso todavía más en el centro de la atención, pero vemos cómo las administraciones ahora se ponen de perfil a la hora de apostar de verdad por una enfermería fuerte en los hospitales, centros de salud, sociosanitarios… Y, además, nos encontramos con un problema todavía mayor, que se ha acrecentado con la crisis sanitaria, y es la salud mental. Durante décadas nos hemos centrado en cuidar nuestro estado físico, pero hemos dejado a un lado el estado mental. Ahora estamos viviendo las consecuencias”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

En este sentido, desde el CGE instan al Ministerio de Sanidad a convocar más plazas de enfermeros especialistas en Salud Mental y, sobre todo, a las comunidades autónomas a crear puestos de trabajo en sus servicios de salud para estas enfermeras. Si bien es cierto que en los últimos ocho años el número de plazas para formar especialistas en Salud Mental ha aumentado en un 80 por ciento, pasando de 183 en 2016 a 330 en 2024, la institución considera que siguen siendo insuficientes.  

“Una enfermera especialista en salud mental mejora la calidad de los cuidados de las personas con enfermedad mental y de la población en general”

María del Mar García, vocal de Salud Mental del pleno del Consejo General de Enfermería y presidenta del Colegio de Enfermería de Almería

“Siempre es positivo que se formen más enfermeros y enfermeras especialistas, pero todavía estamos lejos de lograr las plazas deseadas. Aun así, no es suficiente con formar especialistas, sino traducirlo en una realidad asistencial, creando las categorías profesionales de especialistas en las CC.AA., catalogando los puestos de trabajo como tales y que sean ocupados y retribuidos como especialistas. Estamos en un momento en el que la salud mental tiene una importancia absoluta en el cuidado de las personas. Si no se toman medidas drásticas, veremos las consecuencias a corto plazo”, subraya Pérez Raya.

CC.AA.

Por su parte, María del Mar García, vocal de Salud Mental del pleno del Consejo General de Enfermería y presidenta del Colegio de Enfermería de Almería, puntualiza que es del todo incomprensible que “teniendo una especialidad enfermera creada hace más de 20 años, aun existan CC.AA. que no tengan creada la categoría estatutaria de enfermería en salud mental”. “Una enfermera especialista en salud mental mejora la calidad de los cuidados de las personas con enfermedad mental y de la población en general”.

“Las enfermeras de Salud Mental prestan asistencia a la persona, familia y comunidad para promover y fomentar la salud mental, prevenir la enfermedad y afrontar las experiencias de estrés y de enfermedad mental, y les ayuda a readaptarse y a encontrar significado en estas experiencias. Nadie entendería que a una persona con enfermedad mental lo atienda un médico que no tenga la especialidad de Psiquiatría, por lo tanto, cuándo van a entender que con las enfermeras debería pasar lo mismo”, comenta García.


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