Más de 200 personas del ámbito de la enfermería inundaron de orgullo profesional el salón de actos del Consejo General de Enfermería (CGE) en su día grande. En un ambiente lúdico-festivo cargado de emociones, cinco enfermeros de distintas partes de España se alzaron vencedores ayer martes de los Premios Nacionales de Enfermería, los primeros que convoca el Consejo. Unos galardones que están llamados a ser “el Rolls-Royce de los premios sanitarios”, ensalzó Luis Piedrahita, un presentador de lujo para una gala inaugural “que va a quedar marcada en la historia del CGE”. Así lo anticipó su presidente, Florentino Pérez Raya, quien espera que estos premios “se conviertan en un referente de la profesión” y contribuyan a visibilizar la enfermería.

Los I Premios Nacionales de Enfermería reconocieron la labor de cinco enfermeros de Ávila, Baleares (2) y Navarra (2) en los ámbitos asistencial, gestor, docente e investigador, además de a la trayectoria profesional a lo largo de toda la vida. Antonio Resines, gran defensor de la Sanidad pública y de las enfermeras, recibió el galardón como la persona ajena a la enfermería que más ha difundido o potenciado la labor enfermera fuera del ámbito de la profesión. “Es vuestro momento, la hora de reconocer la excelencia y la dedicación, la hora de sentirnos orgullosos de lo que hacemos cada día, cada uno desde su trinchera”, pronunció el presidente del CGE en su discurso.

Florentino Pérez Raya reservó unas líneas para recordar el “gran déficit que se cierne sobre los profesionales”. Una escasez de enfermeras que ya se ha tornado crónica y que afecta a todo el continente europeo. España ocupa el sexto lugar por la cola en la Unión Europea, con una falta de 95.000 enfermeras para llegar a la media europea. “Esto no se va a conseguir si se rebaja la partida sanitaria en los Presupuestos Generales del Estado”, lamentó.

La expectación y los nervios tomaron el salón de actos cuando la vicepresidenta de la institución, Raquel Rodríguez Llanos, cogió el micrófono para anunciar los premiados, elegidos través de una votación popular online entre 30 finalistas, cinco por categoría, previamente designados por el jurado. Miembros del CGE, directivos de Enfermería y sociedades científicas escogieron los nominados entre un listado de más de 130 candidatos, a propuesta de los 52 colegios provinciales de Enfermería de toda España. “Todos habéis ganado ya: habéis sido elegidos entre más de 330.000 enfermeras y enfermeros como un referente en vuestro ámbito profesional”, reconoció Pérez Raya.

Reconocimientos al trabajo bien hecho

La primera galardonada de la historia de los Premios Nacionales de Enfermería fue María del Rocío Pindado Sáez, enfermera de Atención Primaria en el centro de salud Sureste de Ávila, reconocida por su trayectoria profesional en el Ámbito Asistencial. Muy emocionada, recogió el premio de manos del presidente del CGE y agradeció a todos los que la apoyaron con su voto: “Era muy difícil porque Ávila es muy pequeña”, bromeó. En su discurso, ensalzó una profesión “abierta, dinámica y empática” que ha demostrado ser “una pieza clave en el sistema sanitario”. “Seguiremos dando luz”, concluyó.

En el Ámbito Docente, Blanca Marín Fernández recogió el galardón que reconocía sus 34 años de actividad profesional ligada a la docencia, principalmente en la Universidad Pública de Navarra (UPNA). Marín contribuyó a formar a más de 3.000 enfermeras y enfermeros hasta su jubilación por incapacidad a finales de 2019. “Es muy gratificante ver a los alumnos muchos años después, que me presenten a sus hijos…”, reconoció en su discurso, antes de agradecer el apoyo de su familia y, en particular, de su madre: “’Tú, la mejor de España’, decía. Y ahora se cumple”.

Miquel Bennasar Veny, primer catedrático de Enfermería en Baleares y miembro de la Comisión de Investigación de la Universitat de les Illes Balears, ganó el premio del CGE por su labor investigadora. En su intervención, afirmó que la enfermería “tiene mucho que decir en el ámbito investigador”; una tarea más importante si cabe porque “tiene una traslación directa en la salud y cuidados de las personas”.

En el Ámbito Gestor, el premio fue a parar a Soledad Gallardo Bonet, actual gerente del Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca tras ocupar la gerencia del Hospital Comarcal d’Inca durante ocho años. Fue la primera enfermera en asumir este cargo en las Islas Baleares. Gallardo recordó que “una sociedad justa es una sociedad capaz de cuidar de los suyos”. La gala también reconoció la trayectoria profesional a lo largo de toda la vida de Carmen Asiain Erro, enfermera jubilada de la Clínica Universidad de Navarra, “un premio tan inesperado como gratificante”, admitió en su discurso; el broche a toda una vida dedica a los Cuidados Intensivos.

Pero el colofón a la gala lo puso el tenor José Manuel Zapata. Tras una charla motivacional en torno a la música, levantó a los presentes (representantes de los colegios de enfermería, decanos y decanas de universidades de toda España, nominados y fuerzas vivas de la profesión) para cantar el Himno de la Enfermería, que puso el broche de oro a un acto que nace de pie y con vocación de perdurar.


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