La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha elaborado una guía destinada a mejorar la respuesta ante catástrofes naturales, como la reciente Dana que afectó a Valencia. El documento ofrece recomendaciones para administraciones, profesionales y comunidades, enfocándose en la fase de emergencia tras fenómenos meteorológicos adversos.

La guía aborda múltiples áreas clave: salud mental, vigilancia en salud pública, mortalidad, alimentación y nutrición, atención a personas con cáncer, vacunación, salud laboral, formación y empleo, determinantes sociales de la salud, y perspectiva de género y diversidad. Esta estructura busca no descuidar ningún aspecto crítico durante una catástrofe.

Entre los riesgos identificados tras eventos como la Dana se encuentran la contaminación del agua potable, la proliferación de vectores como mosquitos y roedores, y la exposición a sustancias tóxicas. La SEE destaca la importancia de garantizar el suministro de agua segura, monitorizar la calidad del aire y gestionar residuos peligrosos. Además, señala que las alertas tempranas, con al menos 24 horas de antelación, pueden reducir los daños hasta en un 30%.

La interrupción de servicios básicos puede aumentar el riesgo de brotes de enfermedades gastrointestinales y respiratorias. Por ello, se propone reforzar los sistemas de vigilancia para la detección temprana de posibles brotes y difundir información clara y precisa adaptada al público general. Asimismo, una correcta gestión de los datos sobre la mortalidad es esencial para planificar la respuesta y combatir la desinformación.

La guía también enfatiza la necesidad de priorizar la atención a colectivos vulnerables, considerando los determinantes sociales de la salud para garantizar una respuesta equitativa y eficaz. Se destaca la importancia de reforzar la atención primaria y la red de salud mental, garantizar apoyo psicológico a los equipos de rescate y diseñar planes de intervención específicos para niños y adolescentes en las zonas afectadas.

Finalmente, se hace hincapié en la necesidad de mantener las coberturas de vacunación recomendadas, revisar el estado de vacunación de profesionales sanitarios y personas heridas o expuestas a materiales contaminados. La guía de la SEE se presenta como una herramienta integral para mejorar la preparación y respuesta ante catástrofes desde la salud pública.


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