La pandemia de la COVID-19 ha golpeado a todos los sectores, especialmente en el ámbito sanitario que se mantiene en pie a pesar de las dificultades provocadas por el virus en todos los niveles asistenciales. El internista del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, Ismael Said-Criado, recapituló los efectos de la pandemia en la atención sanitaria, en los pacientes y en los profesionales sanitarios.
El abordaje del experto tuvo lugar durante las XL Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud (AES), donde también se analizó otros aspectos clave de la pandemia.
Las dificultades a las que se ha enfrentado la Atención Primaria (AP) durante la pandemia ha provocado que los pacientes crónicos no hayan podido ser atendidos. Esta misma situación ha ocurrido en las unidades especialidades hospitalarias, que estaban acostumbradas a tratar a sus pacientes crónicos de forma periódica. Así lo indicaba Said-Criado, quien destacaba que “las enfermedades crónicas llegaban más evolucionadas y, eso, nos pesa desde el punto de vista clínico”.
El impacto en Atención Primaria
Las rehabilitaciones, especialmente tras sufrir enfermedades neurodegenerativas, se han visto también afectadas. El internista aseguró que la salud mental ha empeorado, así como la obesidad o los pacientes con dolor crónico, que tienen un “peor manejo debido a las dificultades de acceso al sistema”. En las enfermedades mentales ha influido especialmente el hecho de no poder socializar y no poder desarrollar actividades deportivas , según la opinión del experto.
Algo similar ha ocurrido con las enfermedades tumorales. Said-Criado señala que se han demorado muchas pruebas complementarias y diagnósticas, a lo que hay que sumar la llegada de estas patologías a urgencia de una forma más tardía.
Las personas mayores también han sido otras de las víctimas golpeadas por los efectos de la pandemia. Said-Criado señala que, a parte de fallecer por la enfermedad de COVID-19, la tercera edad ha perdido capacidad funcional y ha desembocado en una perdida de capacidad cognitiva.
A pesar de que la COVID-19 es una enfermedad aguda, el experto destaca la existencia de casos de Síndrome COVID-19.
“No entendemos cómo funciona, pero debemos estudiarlo desde una perspectiva crónica porque muchos pacientes lo están sufriendo y no saben describir la causa”
Internista del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, Ismael Said-Criado
A pesar de los efectos negativos señalados anteriormente, desde el punto de vista profesional, los expertos han visto una reducción de neumonías, agudizaciones de EPOC y gripe, según el internista. Said-Criado destacó que cada confinamiento “reduce los traumatismos y las consultas banales en urgencias, un hecho importante para nosotros”.
Impacto en la organización sanitaria
Es sabido que la planificación de la estructura sanitaria también se vio afectada con la llegada de la pandemia. El ponente señaló la “desconexión y descoordinación” de la Atención Primaria con el resto de servicios y dispositivos hospitalarios. El exceso de trabajo en los profesionales ha provocado que no tengan una integración con el resto de dispositivos, un hecho que “ha afectado mucho a la organización interena de los sistemas sanitarios”, destacaba.
En este contexto, para Said-Criado son las relaciones con los familiares de enfermos COVID-19, que indica que los protocolos han sido “poco claros”. En este sentido, la comunicación podría haberse mejorado con protocolos específicos.
“Los familiares esperaban fuera sin ninguna información y con la sobrecarga no podíamos atender a todos”
Internista del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, Ismael Said-Criado
Otra oportunidad perdida, ha sido la apuesta por la Salud Digital. El internista considera que la adaptación a las nuevas tecnologías no se ha hecho de la forma correcta. “No se tenía claro hasta dónde podía llegar la telemedicina”, señalaba Said-Criado.
La falta de recursos y de materiales durante los primeros meses de la pandemia se ha convertido en otra de las realidades de la COVID-19. En este sentido, además de recursos materiales, la falta de personal y de rastreadores para poder seguir la expansión del virus ha sido otro efecto de la pandemia en la estructura sanitaria.
La calidad asistencial
“Existe una sensación de abandono por parte del médico de cabecera”, señalaba el internista gallego. Sin embargo, esta suposición está lejos de la realidad, ya que Said-Criado destacó los esfuerzos de los profesionales de Atención Primaria, a pesar de ese sentimiento por parte de la sociedad.
En relación a la sobrecarga asistencial provocada por la pandemia, el internista dejaba claro que “es algo que no se puede predecir”. Sin embargo, aboga por mejorar las tecnologías y protocolos específicos para “poner solución a las agendas interminables de AP”.
Los profesionales ante la COVID-19
Recientemente, se ha cumplido un año de la aparición de la enfermedad de la COVID-19. Un año que no ha dejado descansar a los profesionales sanitarios. Said-Criado recordó el impacto de la pandemia destacando el desgaste profesional o el agotamiento mental (bunt-out). Además, las bajas por ansiedad o depresión han aumentado y el internista señala que “probablemente aumente el número de suicidios dentro de la población”.
Asimismo, el experto destaca que los sanitarios han visto cambios a nivel contractual, con un aumento de la precariedad laboral. “No nos lo merecemos en la situación en la que estamos”, lamentaba Said-Criado. En este sentido, también recuerda la ausencia de docencia y de formación continuada para los estudiantes de medicina y residentes.
La saturación en la asistencia hospitalaria ha provocado situaciones de presión, donde no se ha valorado las capacidades de cada profesional de acuerdo a las labores que tenía que desempeñar. Así lo indicaba Said-Criado que aseguraba que: “hemos sufrido cambios de puestos y tareas, como por ejemplo enfermeras atendiendo a pacientes de UCI, sin formación”.
La pandemia también ha expuesto a los profesionales sanitarios públicamente con una frecuencia nunca antes vista.
“Nuestra profesión ha estado muy expuesta públicamente, hasta el punto de cuestionar nuestros conceptos y nuestra ética”
Internista del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, Ismael Said-Criado
Esta situación, sumada al aumento de bulos relacionados con la salud ha provocado que los profesionales sanitarios se activen por redes sociales para desmontarlos. Estas circunstancias antes “eran impensables”, según el internista.
El golpe a la economía
Desde una perspectiva macroeconómica, la situación económica va en paralelo a la evolución de la pandemia. En este sentido, la incertidumbre traspasa completamente al sector económico. Este es el mensaje de José Ignacio Conde Ruiz, subdirector de la Fundación de Estudios De la Economía Aplicada (Fedea).
Los efectos de la COVID-19 sobre el empleo está afectando especialmente a los jóvenes, “una generación que ha sufrido dos crisis seguidas al comienzo de su etapa laboral y en un momento clave para su desarrollo personal”.
La pandemia ha caracterizado al mercado laboral español por el aumento de proporción de contratos de corta duración. En este sentido, Conde Ruiz ha destacado que existen contratos por un año, por meses, o incluso por semanas.
“La economía crea empleo los lunes para destruirlo los viernes”
José Ignacio Conde Ruiz, subdirector de la Fundación de Estudios De la Economía Aplicada (Fedea)
Para Conde Ruiz hay al menos tres retos para intentar paliar los efectos de la sacudida de la COVID-19. Primero, el subdirector de la Fedea aboga por tratar a toda costa de “conseguir que los ERTES no se conviertan en ERES”. Por otro lado, cree igualmente importante “poner el foco en los jóvenes y en las mujeres” y, en tercer lugar hacer un buen uso del ingreso mínimo vital que “se aprobó con presupuesto para 800.000 familias y sólo se ha concedido un 25 por ciento”.
Esta jornada de la AES se enmarca en las XL Jornadas de la asociación. Bajo el lema “Conciliar la inmediatez y el futuro en salud, políticas sociales y economía”, las Jornadas XL de Economía de la Salud serán un punto de encuentro mensual a lo largo del primer semestre del 2021.
