Contar con servicios de Microbiología durante todo el horario que prestan servicio los hospitales, es decir, 24 horas al día durante siete días a la semana, es determinante para los pacientes. Analizar y conocer rápidamente el agente causal repercute en aspectos tan importantes como la supervivencia del paciente o la duración de su ingreso. Federico García, microbiólogo clínico y presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), explica en Gaceta Médica por qué la entidad que lidera impulsa una iniciativa en este sentido.
P. ¿Cómo definiría la situación actual de los laboratorios de Microbiología en España? ¿Cuáles cree que son las prioridades por abordar para lograr que los pacientes tengan un acceso adecuado y equitativo a este servicio?
R. Ahora mismo es muy heterogénea en función de las comunidades autónomas; incluso dentro de una misma región hay situaciones muy diferentes. Por ejemplo, en Andalucía, antes de la COVID-19 sólo había tres hospitales con servicio de Microbiología 24/7 en toda la red de hospitales públicos, teniendo en cuenta que hay 18 “grandes” hospitales entre las ocho provincias y a partir de la pandemia prácticamente todos empezaron a dar este servicio. Cuando bajó la situación de alarma de COVID-19, algunos han seguido funcionado, pero ya hay otros en los que se ha reducido la prestación, por ejemplo, localizando las guardias. En el resto de los centros, de momento, se sigue manteniendo.
“La situación de la Microbiología en España es muy heterogénea incluso dentro de una misma región”
Esto refleja la situación en España, con comunidades en las cuales, como Andalucía, la situación es bastante buena, pero hay otras que están en situaciones diferentes y solicitan la ayuda de SEIMC. Fue por ello que desde SEIMC lanzamos el decálogo, un posicionamiento y hemos hecho muchas actividades al respecto.
P. ¿Qué regiones han demandado hasta ahora la ayuda de SEIMC?
R. Hasta el momento, País Vasco, Extremadura y Comunidad Valenciana. Han solicitado que hiciéramos alguna actuación y estableciéramos contacto con los responsables en Sanidad de esas comunidades. Y así hicimos. Hemos hablado con las consejerías de las tres y, por ejemplo, en Extremadura fue todo un éxito; después de nuestra conversación con los responsables de Microbiología y hablar con el Servicio Extremeño de Salud, tuvimos una respuesta muy favorable. Luego en otras como País Vasco nos han pedido una serie de datos e informes que estamos trabajando para aportar y que puedan avanzar.
Por ello, aunque la situación es buena, hay que seguir trabajando. Cada vez se ven más atisbos en algunos centros, de que se pueden producir estos recortes y que en unos meses nos encontremos con una situación diferente a la actual.
P. Para poner la situación en perspectiva, ¿Cómo afectan las carencias en este ámbito a los pacientes en la actualidad?
R. En lo que afecta principalmente es en la capacidad de respuesta. El hecho de que a partir de determinada hora de la tarde o los fines de semana el servicio de microbiología esté cerrado, tiene un impacto altísimo sobre el beneficio del paciente. Un ejemplo, sobre el que pivotan muchos de nuestros argumentos, es el de las infecciones graves y no sólo en pacientes críticos, sino en aquellos hospitalizados. Entre estas destacan las infecciones del torrente sanguíneo, como la sepsis o el shock séptico, en los que el tiempo es crucial. En los laboratorios de Microbiología procesamos las muestras de sangre a través de un hemocultivo, que tiene unos tiempos. Tardan entre cinco y 14 horas en positivizar y, en cuanto esto ocurre, los microbiólogos tenemos que empezar a evaluar qué microorganismos hay en sangre, el perfil de sensibilidad de los antibióticos… Si no está el servicio activo 24/7, se tarda más en realizar este análisis, por no hablar de si la unidad está cerrada en fin de semana.
“El hecho de que a partir de determinada hora de la tarde o los fines de semana el servicio de microbiología esté cerrado, tiene un impacto altísimo sobre el beneficio del paciente”
La repercusión es directa sobre el paciente, ya que en lugar de conocer el microorganismo concreto que está causando la infección y el perfil de sensibilidad a los antibióticos para facilitar el abordaje, pueden pasar muchas horas hasta que esto ocurra. Esto tiene muchísimo impacto en términos de morbimortalidad y posibilidad de supervivencia. Sobre todo, si también hay un infectólogo que es capaz de revisar el tratamiento con la información que aportamos desde microbiología, con una gran repercusión en la supervivencia.
P. Además de esta supervivencia que menciona, ¿Qué otras implicaciones positivas tiene el hecho de contar con estos servicios?
R. Contar con servicios de Microbiología 24/7, además de en la supervivencia, tiene un impacto importantísimo en la reducción de días de estancia hospitalaria y se disminuye la tasa de microorganismos con multirresistencias al proporcionar un tratamiento con antibiótico empírico, dirigido hacia la bacteria concreta que se identifique. Y es que, esos antibióticos mal utilizados, pueden aumentar el grave problema de multirresistencias que tenemos actualmente y que se prevé que será una de las próximas pandemias. En definitiva, hay múltiples ventajas. Contar con servicios de Microbiología 24/7 es crucial en términos de supervivencia, costes y para evitar la aparición de multirresistencias.
P. Para destacar la importancia de contar con estos servicios de manera continua ha puesto el ejemplo de la sepsis, pero ¿A qué otras patologías puede extrapolarse esta situación?
R. Otra de estas enfermedades en las que tiene gran impacto es la meningitis, cuyo pronóstico cambia si un paciente ingresa de madrugada con un síndrome meníngeo en el cuál no se puede tener el diagnóstico etiológico hasta primera hora de la mañana siguiente, o incluso un día o dos si el paciente llega en fin de semana. Lo grave es que en estos momentos disponemos de tecnología en los servicios de Microbiología gracias a la evolución tecnológica y como consecuencia de todo lo que se ha trabajado por la COVID-19. Pero depende de que haya un microbiólogo de guardia que todas estas determinaciones se puedan llevar a cabo.
“Que haya guardias sólo hasta una determinada hora, son soluciones que mejoran algo una situación muy mala de que no haya nada, pero no son las soluciones ideales”
Otra solución intermedia que puede darse es que estos servicios se localicen. Lo que ocurre es que, cuando un servicio está localizado, normalmente la cartera de servicios de urgencia de microbiología es más limitada. No es lo mismo tener un equipo de guardia que esté trabajando 24/7 con una atención continuada, porque realmente es dar respuesta a la demanda que se puede tener en ese periodo de guardia. Entonces localizar o que haya guardias sólo hasta una determinada hora, son soluciones que mejoran algo una situación muy mala de que no haya nada, pero no son las soluciones ideales.
P. Quizá una de las barreras que se pueda encontrar sea el coste directo de lograr que estos laboratorios estén en funcionamiento 24/7. Pero, como exponen en el decálogo que respalda esta petición, ¿Qué impacto positivo tendría su puesta en marcha en términos de coste-efectividad?
R. El mayor coste es el de mantener un equipo de guardia durante todo el horario; aquí, hay estudios de coste-efectividad, que demuestran que los costes que representan los recursos humanos para mantener este servicio, son realmente muy inferiores a los que se derivarían de los costes de estancia hospitalaria. Esto justifica sin duda que estos servicios se mantengan.
Un problema es que al hablar de coste-efectividad, los beneficios se obtienen a largo plazo. Y esto no es lo que los gestores necesitan: suelen ser más cortoplacistas porque tienen que ajustarse a los presupuestos de cada momento. Pero si se hace un análisis a largo plazo en lugar de con la visión del momento, se vería que el ahorro de costes para el hospital sería notable.
P. ¿En qué punto se encuentra actualmente el trabajo del Comité de Microbiología Clínica de la SEIMC en aras de lograr este objetivo?
R. Desde este Comité estamos atendiendo a cualquier demanda que nos llegue, tanto desde comunidades autónomas como desde hospitales. En SEIMC, a través de la Secretaría y la Junta Directiva, ponemos en marcha los mecanismos para poder ayudarles y que no peligre su situación. Para ello, como comentaba antes, nos dirigimos a consejerías en aquellos casos que percibimos que se precisa una acción generalizada, o intentamos hacerlo a través de las sociedades regionales si es una situación puntual de un hospital. También ayudamos a los servicios de Microbiología a propiciar el diálogo con las gerencias de sus hospitales si es preciso. En definitiva, desde el Comité estudiamos cuál es la mejor vía de entre todas estas opciones para poder brindar ayuda a los compañeros que la necesiten.