SABER MÁS SOBRE RESPONSABILIDAD CIVIL
La paciente acude a la consulta del odontólogo por unas molestias en la zona inferior izquierda de la boca durante la masticación. Tras realizar una radiografía, el profesional sanitario aprecia que el empaste u obturación que existía en la pieza 37 se había caído, con lo que el demandado decidió cambiarlo.
Un mes después aproximadamente, la paciente acude nuevamente a la consulta señalando que continúan las molestias en la misma zona de la boca, pese al tratamiento realizado. El odontólogo explora a la paciente y refiere las molestias a la hora de masticar, sin hallazgos de ningún otro problema. La paciente vuelve a la consulta del odontólogo, unos veinte días después, con molestias en la zona inferior izquierda de la boca, revisando el profesional sanitario que, si no mejoran las molestias, se debe cambiar la obturación de la pieza 36, que es la pieza dental que generaba las molestias.
Pocos días después, la paciente acude a la consulta otra vez y se queja de que tiene muchas molestias en la zona anteriormente referida, realizando el odontólogo el cambio en la obturación de la pieza 36 ante esta situación. La paciente acude nuevamente unos quince días después refiriendo muchas molestas en la pieza 36 durante la masticación.
El odontólogo revisa a la paciente y ante la repetida situación, decide realizar endodoncia en pieza 36 a los pocos días.
Aproximadamente un mes después de la endodoncia, la paciente vuelve a la consulta refiriendo nuevamente molestias en la pieza 36 durante la masticación, decidiendo el odontólogo obturar y revisar un mes después. En la revisión fijada anteriormente, el odontólogo prescribe tratamiento antibiótico para poder reendodonciar la pieza 36, sospechando que se quedaban cortos los conductos mesiales.
El odontólogo en la siguiente consulta, diez días después de la anterior, procede a realizar la reendodoncia, pero se fractura la pieza 36 de la paciente, que no se extrae en ese momento por riesgo de hemorragia y necesidad de tratamiento antibiótico específico, citando a la paciente para un mes después, momento en que el odontólogo practica la exodoncia de la pieza 36. Un mes después de la exodoncia, la paciente acude nuevamente refiriendo dolor en la parte izquierda en el momento de la masticación, ajustándose en ese momento la oclusión de las piezas 26, 27 y 37. Un mes después del último ajuste de la oclusión, la paciente vuelve consulta, siendo esta ocasión la última, ya que el demandado, al no apreciar patología alguna referido al dolor que sigue sufriendo la paciente en la zona izquierda de la boca durante la masticación, invita a la paciente a que acuda a otro especialista.
La paciente acude a otra consulta, donde proceden a realizar una radiografía y un TAC, no observándose ninguna anomalía. En la segunda clínica, se procede a dar un presupuesto a la paciente para la instalación de implante en la pieza 36 y endodoncia y reconstrucción de la pieza 37, presupuesto que la paciente acepta, practicándose la endodoncia dos semanas después de la elaboración del presupuesto y la colocación del implante tres meses después.
Tras finalizar el tratamiento en la segunda clínica, la paciente demanda al odontólogo que la trató inicialmente, con motivo del incorrecto tratamiento médicos dispensado y las consecuencias derivadas del mismo, que se materializa en el coste del tratamiento en la segunda clínica y una indemnización por las secuelas sufridas, cantidad total que asciende a la cantidad 7.500,00 €.
En el procedimiento civil, varios peritos dieron su opinión respecto al tratamiento realizado por el odontólogo demandado, prestando más atención la Juez a los peritos que acudieron de parte de la demandante, que señalaron que el tratamiento se realizó de forma inadecuada, aunque no consideraron que los tratamientos no se tenían que haber realizado.
La Juez en este caso decidió condenar al odontólogo demandado al abono de la mitad, aproximadamente, de lo solicitado por la paciente. No se consideró que la totalidad de las secuelas y los días de baja que se solicitaban no eran los adecuados, siendo muy crítica con el odontólogo por la falta de radiografías u ortopantomografías antes de realizar la endodoncia, y la falta de algunas anotaciones en la historia clínica, entre ellas, la razón por la que se pospuso un mes la extracción de la pieza 36.
De este procedimiento se extrae que antes de practicar cualquier tratamiento se debe informar completamente a la paciente y anotar todo en la historia clínica, realizando las pruebas radiográficas necesarias para realizar los tratamientos más adecuados a los pacientes.