Una mujer muere cada diez minutos a manos de su pareja o familiares en el mundo, según la ONU. En España, según datos del Ministerio de Igualdad, desde que se empezaron a contabilizar los casos en 2003, 1.285 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, 40 de ellas en lo que va de 2024. “Los datos demuestran que necesitamos leyes sólidas porque es un problema de salud pública que afecta a todas las esferas. Las instituciones públicas tienen una amplia responsabilidad frente a la violencia contra las mujeres y por ello han de incorporar todos los dispositivos disponibles para luchar contra esta lacra”, resalta Raquel Rodríguez, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería (CGE).
La violencia contra las mujeres basada en la discriminación por motivos de género constituye una de las violaciones de derechos humanos más habituales de cuantas se cometen en las sociedades contemporáneas, y la respuesta a la misma comporta un importante marco de obligaciones.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el 25 de noviembre, la Organización Colegial quiere poner en valor el papel de las enfermeras como puerta de entrada al Sistema Nacional de Salud. “Nuestra cercanía al paciente es clave para detectar y prevenir casos de violencia contra las mujeres en las consultas de Atención Primaria, pero también en otros ámbitos como las Urgencias u otras consultas. Señales físicas como moratones, pérdida de seguridad en sí misma, tristeza, ansiedad, subidas y bajadas de peso repentina o alejarse de su entorno más cercano, son algunos de los indicios que podemos detectar”, afirma Rodríguez. “Las víctimas necesitan que hagamos todo lo posible como profesionales y como seres humanos. No podemos quedarnos impasible ante las torturas que sufren cientos de mujeres a nuestro alrededor”, añade.
El primer semestre de 2024 se han registrado 96.435 denuncias por violencia de género, de las cuales más del 70% fueron presentadas directamente por las víctimas a través de atestados policiales, según datos del Consejo General del Poder Judicial. El año con más denuncias fue 2023, con casi 200.000, un 22% más que en 2021. Además, el 016, servicio de atención contra la violencia de género, ha registrado más de 93.000 consultas en lo que va de 2024. Durante el primer semestre de este año este servicio ha gestionado una media diaria de 323 consultas, alcanzando en julio su máximo mensual histórico con más de 11.800.
Más formación e información
Para que los datos de agresiones y las denuncias bajen es necesario un cambio cultural y, para ello, es clave dar formación e información a los más pequeños desde las aulas. “Las niñas y los niños deben crecer con una educación basada en la igualdad. No podemos permitir que se perpetúen acciones o maneras de relacionarse machistas y de épocas pasadas. Y, las enfermeras escolares tienen mucho que decir en este aspecto, ya que son educadoras en salud en todos los niveles de la comunidad educativa. Este colectivo se encarga de enseñar a los más pequeños hábitos saludables, pero también educación en valores para que crezcan respetándose, independientemente de todas las diferencias que tengamos como personas”, subraya la vicepresidenta de las más de 345.000 enfermeras y enfermeros de España.
En esta misma línea se expresa Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, que insta a todas las administraciones a tomar medidas de una vez por todas para frenar esta situación, a la vez que potenciar el papel de las enfermeras como personal referente para la prevención y detección de casos. “Hay que crear políticas reales que luchen frente a las discriminaciones y la violencia contra la mujer y el Gobierno central y los autonómicos deben contar con las enfermeras para crearlas. Somos el profesional sanitario de referencia y el que más conoce a los pacientes, por lo que debemos ser partícipes de estas”, puntualiza.