El Consejo General de Médicos (CGCOM) y el Consejo General de la Psicología han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de promover el ordenamiento de su ejercicio para mejorar la práctica y ampliar su alcance, además de establecer las bases que faciliten la lucha contra las prácticas pseudoterapéuticas y el intrusismo profesional. Este acuerdo responde a la necesidad de proteger a las personas con trastornos mentales, quienes son especialmente vulnerables a caer en manos de profesionales sin titulación o a seguir tratamientos no avalados científicamente.
El convenio tiene como objetivo garantizar que los tratamientos psicoterapéuticos sean ofrecidos por profesionales acreditados y con la formación adecuada. La práctica de la psicoterapia debe estar sujeta a un control estricto que evalúe tanto la competencia como el cumplimiento de principios deontológicos por parte de los profesionales. Este acuerdo refuerza la idea de que solo médicos, psicólogos clínicos y psicólogos generales sanitarios debidamente acreditados pueden ofrecer tratamientos de salud mental con base científica.
Psicoterapeutas y pseudoterapias
En los últimos años, se ha observado un incremento en la oferta de terapias alternativas y no reguladas por parte de individuos que se autodenominan “psicoterapeutas” sin tener la formación o acreditación requerida. Estas prácticas han generado múltiples casos de pseudoterapias que pueden poner en peligro la salud de quienes las reciben. Las personas con trastornos de salud mental, en particular, son propensas a buscar ayuda en momentos de vulnerabilidad, lo que las convierte en un blanco fácil de estas pseudoterapias que carecen de respaldo científico.
Ante esta situación, el CGCOM y el Consejo de la Psicología han solicitado a la ministra de Sanidad, Mónica García, y a la Comisionada de Salud Mental del Ministerio, Belén González, la regulación urgente de las psicoterapias y su publicidad. El objetivo es limitar la promoción de estas prácticas al ámbito sanitario y asegurar que solo los profesionales autorizados puedan ofrecer este tipo de intervenciones, previniendo así el acceso de la población a terapias no validadas científicamente.
Seguridad de los servicios de salud mental
Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda del CGCOM y coordinadora del Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias, ha destacado la importancia de este convenio en la defensa de la calidad de los servicios que se presentan a la ciudadanía. “Este acuerdo cumple con una de nuestras funciones que es garantizar la calidad y seguridad de los servicios que los médicos prestamos a la ciudadanía, y que estos se basen en la mejor evidencia clínica y científica disponible y los estándares éticos. Este documento invita a dar un necesario paso hacia delante en el marco de la seguridad del paciente y la lucha contra la desinformación en salud” ha asegurado Arroyo.
Por su parte, Guillermo Mattioli, vicepresidente segundo del Consejo General de la Psicología, ha subrayado la necesidad de regular de manera urgente tanto las intervenciones psicoterapéuticas como su publicidad. Ha enfatizado que solo deben ser promocionadas en el ámbito sanitario y llevadas a cabo por profesionales debidamente acreditados, asegurando así que los pacientes reciban la atención adecuada y basada en evidencia científica.
Desarrollo del convenio
El desarrollo de este convenio ha sido posible gracias a la colaboración conjunta de ambos consejos generales. En representación del CGCOM, han participado en su elaboración las psiquiatras María Fe Bravo y Sonia López, quienes también representan al Consejo General en la sección especializada de Psiquiatría de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS). Por parte del Consejo General de la Psicología, han colaborado Guillermo Mattioli, Íñigo Ochoa y Mercedes Bermejo, quienes han aportado su experiencia para crear un marco regulador claro y efectivo.
Ambos consejos generales han reafirmado su compromiso de trabajar conjuntamente con el Ministerio de Sanidad para promover la creación de una regulación más estricta en el ámbito de las psicoterapias. Este convenio es solo el primer paso hacia la elaboración de normativas que protejan a la ciudadanía y aseguren que los servicios de salud mental estén respaldados por evidencia científica.
El acuerdo también busca elevar los estándares éticos y profesionales en el campo de la psicoterapia, garantizando que solo aquellos con la formación adecuada puedan ofrecer este tipo de servicios y protegiendo a los pacientes de prácticas fraudulentas y peligrosas.