La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) están preparando la reunión que tienen este martes, 29 de abril, entre el Comité de Huelga y el Ministerio de Sanidad con una «voluntad negociadora» y con una reivindicaciones «muy claras» respecto al borrador del Estatuto Marco.
En un comunicado del sindicato médico explican que a raíz de las declaraciones de la propia ministra de Sanidad, Mónica García, quien la pasada semana pedía «no valorar el borrador filtrado sino el texto final«, los representantes del Comité de Huelga confían en que «este primer encuentro siente las bases para una auténtica negociación directa que no se está produciendo en la mesa del Ámbito y que sirva para un reconocimiento real de la profesión médica en la normativa que la regula».
En este sentido, CESM y SMA afirman que acuden al ministerio para reclamar, «una vez más«, un texto que recoja las «especiales» condiciones laborales de los médicos y faltativos. Además, buscan que el Estatuto Marco reconozca que «esta mayor exigencia de responsabilidad y de recorrido formativo respecto al resto de categorías profesionales sanitarias» con la reclasificación, pasando a los médicos del A1 a un nuevo grupo: A1 plus.
Del mismo modo, los representantes sindicales insisten en que los médicos deben llevar a cabo una «jornada laboral como el resto de trabajadores». Con ello, CESM hace referencia a la «jornada ordinaria» y todas aquellas horas de trabajo que superen esta jornada deberán computarse como «jornada extraordinaria«, de esta manera se deja de lado la nomenclatura que señala este tiempo como guardias, atención continuada o jornada complementaria y que, bajo esa terminología, permite que «a los médicos se les imponga una jornada obligatoria que excede los límites establecidos para el resto de trabajadores».
Asimismo, el Comité de Huelga quiere incidir en que el borrador que se filtro en enero de este año y que se está modificando, «no puede discriminar a los médicos» estableciéndoles una serie de limitaciones y requisitos en la contratación que no se exigen a otras profesiones que ejercen en la sanidad pública.
Por todo ello, CESM y SMA afirman que solicitarán a Sanidad que «las particularidades de la profesión médica sean reconocidas y reguladas de manera específica» en materias tales como acceso a puestos de liderazgo clínico, sistemas de incentivos y promoción profesional, procedimientos de selección y movilidad y, en general, todas aquellas en las que las funciones y responsabilidades específicas del colectivo hagan necesario un «abordaje normativo diferenciado«.
Con todas estas ideas en mente, los sindicatos médicos afrontan la reunión con el ministerio, los integrantes del Comité de Huelga del paro que hay convocado para el próximo 23 de mayo aseguran que confían en que «esta primera reunión sirva para acercar posturas e iniciar una negociación real con el ministerio que permita un entendimiento y lleve a consensuar medidas que favorezcan el reclamado reconocimiento de la profesión médica».
CSIF se manifiesta
Junto con esta reunión, esta semana hay otro evento importante sobre el Estatuto Marco. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ante las «promesas incumplidas y la decepción» con García en las negociaciones del Estatuto Marco, han convocado una manifestación en frente del Ministerio de Sanidad, este lunes de 13.00 horas a 14.00 horas: «Ya lo avisamos«, afirma el sindicato.
CSIF explica que «después de más de dos años de reuniones, las negociaciones no avanzan porque la ministra se niega a concretar los aspectos económicos vinculados a una nueva clasificación de las profesiones». Asimismo, inciden en que García tampoco se «compromete» en aspectos básicos que puso encima de la mesa como la reducción efectiva de horas diarias y semanales de guardias sin pérdida retributiva.
Ante esta situación, CSIF remitió una carta a la ministra donde le dada un ultimátum para que presentasen una nueva propuesta en la última reunión que mantuvieron los sindicatos nacionales y Sanidad. Sin embargo, tras concluir dicho encuentro, CSIF afirmó que se les había «terminado la paciencia».