La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) se encuentra en una situación crítica después de que las principales aseguradoras, DKV, Asisa y Adeslas, se retiraran del concierto sanitario por falta de acuerdo económico con el Gobierno. Esta retirada deja sin cobertura a alrededor de 1.500 funcionarios, que ahora enfrentan un futuro incierto respecto a su atención sanitaria. La situación ha generado una respuesta contundente tanto desde Muface como desde los sindicatos, que piden una solución urgente para salvaguardar un modelo que ha sido una opción de asistencia clave para los funcionarios españoles desde los años 70.

La reunión de Muface y el inicio de movilizaciones sindicales

Ante esta crisis, Muface ha organizado hoy 7 de noviembre, una reunión clave con representantes sindicales y funcionarios para abordar los problemas actuales y buscar soluciones. En este encuentro, la directora de Muface, Myriam Pallarés, y la secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, informaron sobre los pasos que la entidad está tomando para asegurar la continuidad del servicio. Anunciaron que se está elaborando un informe de viabilidad económico-financiera para una nueva licitación, y aunque aseguraron que existen «mecanismos» legales para mantener la prestación sanitaria mientras finaliza este proceso, no ofrecieron detalles específicos al respecto.

La respuesta de los sindicatos, especialmente del CSIF, fue crítica, considerando las explicaciones como insuficientes. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato mayoritario en el sector público, ha decidido lanzar una campaña de movilizaciones para exigir una solución inmediata. Este lunes 11 de noviembre, el sindicato tiene previsto llevar a cabo concentraciones en las subdelegaciones del Gobierno en toda España y una protesta frente al Ministerio de Hacienda en Madrid, en defensa de la continuidad y calidad del modelo de mutualismo administrativo.

La postura del CSIF

CSIF ha manifestado su compromiso de «defender sin concesiones el modelo de mutualismo administrativo», señalando que el actual Gobierno ha puesto en peligro la asistencia sanitaria de los funcionarios al no ofrecer un concierto económico adecuado. “Nuestros funcionarios merecen la mejor atención en el marco de un modelo asistencial que forma parte de sus condiciones laborales desde el momento en que ganan la oposición”, señalaron desde el sindicato, que responsabiliza al Gobierno de «dejar morir a MUFACE por inanición». En respuesta a esta situación, CSIF está desplegando una serie de acciones concretas.

En primer lugar, aboga por movilizaciones nacionales en las subdelegaciones de todo el país y frente al Ministerio de Hacienda, exigiendo una negociación para mejorar tanto la asistencia sanitaria como las condiciones laborales de los empleados públicos. Asimismo, reclama asesoría jurídica para mutualistas, en caso de que el servicio asistencial se vea afectado. Por ello, ofrecerá asesoría jurídica a sus afiliados para proteger sus derechos.

Del mismo modo, el sindicato también iniciará una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para llevar sus reivindicaciones al Congreso, buscando apoyo legislativo para la defensa del modelo Muface. Y, por ultimo exigen un nuevo proceso de licitación. El sindicato ha CSIF ha reclamado que el nuevo proceso que garantice no solo la continuidad del modelo, sino también mejoras en la calidad de los servicios, incluyendo la reducción de las listas de espera y la ampliación de los cuadros médicos, temas sobre los que el sindicato lleva tiempo alertando.

La postura de CCOO

Además de CSIF, el sindicato CCOO también ha expresado su postura sobre la crisis de Muface, destacando la importancia de mantener la atención sanitaria en las condiciones actuales. CCOO ha exigido que tanto los titulares como los beneficiarios del sistema mutualista continúen recibiendo atención médica de acuerdo con los términos vigentes, y ha hecho un llamamiento a revisar y mejorar las prestaciones ofertadas, así como la calidad del servicio. Desde CCOO señalan que es fundamental garantizar la continuidad, por esa razón reivindican el mantenimiento de la atención sanitaria para todos los mutualistas, incluso en el contexto de un cambio de licitación, y ha recibido garantías por parte de la Dirección General de MUFACE en este sentido.

Además, solicitan la revisión de las prestaciones, ya que considera urgente una revisión integral del modelo, señalando que los recortes en los cuadros médicos, la eliminación de especialidades y el cobro de pruebas a mutualistas han deteriorado el servicio en los últimos años. Por otro lado, CCOO ha insistido en la necesidad de equiparar las condiciones de copago y ayudas para los mutualistas con las del régimen general, ya que actualmente estos deben asumir un mayor gasto en medicamentos y han visto reducidas las ayudas sociales.

Perspectivas de futuro

La retirada de las aseguradoras y el desfase económico en la licitación planteada por el Gobierno han puesto en jaque el futuro de Muface y del modelo de mutualismo administrativo en España. El Ministerio de Sanidad ha señalado que respeta el proceso de negociación y ha indicado que está evaluando el impacto que tendría la integración de los mutualistas en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en caso de no alcanzarse un acuerdo. Sin embargo, los sindicatos consideran que la responsabilidad del Gobierno es resolver el problema mediante una mejora de las condiciones económicas que incentive a las aseguradoras a volver al concierto.

Desde CSIF y CCOO advierten que si no se encuentra una solución, los funcionarios afectados por la retirada de las aseguradoras podrían verse forzados a depender exclusivamente del SNS, lo que aumentaría la presión sobre un sistema que ya enfrenta largos tiempos de espera y falta de recursos. Para CSIF, este modelo mixto de atención pública y privada, vigente desde los años 70, es un derecho adquirido de los empleados públicos y una alternativa que ha descongestionado históricamente el sistema público de salud.

Acción inmediata

El «Caso Muface» ha puesto en el foco la fragilidad de un modelo de asistencia sanitaria que lleva décadas ofreciendo a los funcionarios españoles la posibilidad de recibir atención en el sector privado. Con la licitación desierta y la retirada de las principales aseguradoras, el futuro del modelo depende ahora de la voluntad del Gobierno de ofrecer condiciones económicas viables y sostenibles que permitan su continuidad.

Las movilizaciones anunciadas por CSIF y el respaldo de otros sindicatos como CCOO subrayan la urgencia de una solución. En los próximos días, las decisiones que se tomen en torno a Muface serán determinantes para el futuro del mutualismo y para la asistencia sanitaria de miles de funcionarios en España. Los sindicatos exigen no solo el rescate del modelo, sino también su mejora y adaptación a las necesidades actuales, mientras Muface sigue trabajando en una nueva licitación que permita retomar el concierto con las aseguradoras.


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