Anestesistas y urgenciólogos, entre otros profesionales sanitarios, han jugado un papel clave en la crisis sanitaria de la covid-19.
De cara al futuro, las sociedades científicas que los representan, la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), han pedido en un manifiesto conjunto que la sanidad española se homologue al entorno europeo.
Para ello, vuelven a poner sobre la mesa dos temas pendientes que han permanecido en un discreto tercer plano en un momento en el que lo fundamental, tal y como han manifestado sus responsables, era salvar vidas.
La especialidad de Urgencias
Una de ellas es la demanda histórica de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias en España, con el desarrollo curricular que establece la sección de Urgencias de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), ya implementada en 24 países de la UE, citan en el documento.
Por parte de la Sedar, la reivindicación es equiparar la especialidad de Anestesia y Reanimación a las directrices europeas, estableciendo un tiempo de duración de cinco años. La titulación debe ser la de especialista en Anestesia, Cuidados Críticos y Tratamiento del Dolor, apuntan.
Las sociedades científicas sitúan ambos temas como colofón en una declaración realizada a partir de la difusión del plan de “transición hacia una nueva normalidad” anunciado por el Ministerio de Sanidad, tras la primera ola epidémica consecuencia de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.
Renovar la contratación
Además, abogan por renovar la contratación de urgenciólogos y anestesiólogos que han sido fundamentales en esta pandemia y que lo serán más todavía en un futuro inmediato.
Recuerdan, en cualquier caso, que para el correcto funcionamiento de los servicios sanitarios no basta con la contratación de médicos, siendo imprescindibles las diferentes profesiones sanitarias. Es preciso, insisten, “garantizar la contratación de personal para satisfacer el incremento de demanda esperada en los próximos meses, así como la resolución de la lista de espera generada”.
El diagnóstico de base es que el papel realizado por los Servicios de Emergencias y Urgencias ha sido clave en la gestión y atención inicial de estos pacientes, “convirtiéndose en la ‘primera línea de choque’ para el diagnóstico, estabilización y salvaguarda frente a la Covid-19 de otras estructuras sanitarias”.
Los profesionales recuerdan que un número muy importante de los pacientes con criterios de ingreso en unidades de críticos (que en algunas comunidades autónomas ha superado el 50 por ciento) han sido evaluados y tratados por especialistas en Anestesia y Reanimación, convirtiéndose en los principales proveedores de esta atención especializada en numerosos hospitales.
Con la colaboración de todos los profesionales del Sistema Nacional de Salud, Semes y Sedar consideran que gran parte del peso ha recaído en los servicios que lideran estos profesionales, junto a atención primaria, neumología o medicina interna.
Anticiparse a nuevos brotes
En esta nueva etapa, destacan que es básico anticiparse a nuevos brotes y recuperar la asistencia médica y quirúrgica y ofrecen sus fórmulas para ello.
Una de las propuestas básicas es apostar por una medicina trasversal, que utilice de forma racional y continua todos los recursos sanitarios de nuestro país, olvidando liderazgos trasnochados y estructuras ineficaces que puedan comprometer la viabilidad de la sanidad pública, advierten.
En la misma línea, abogan por consolidar las estructuras asistenciales existentes en los Servicios de Urgencias y Emergencias, manteniendo en todo momento su máxima operatividad con diferenciación de circuitos asistenciales.
Unidades de Críticos en todos los centros
El tercer punto es fomentar el desarrollo de unidades de Cuidados Críticos en todos los centros hospitalarios, centralizados en servicios de Anestesia y Reanimación, tal y como acontece en algunos lugares de España y en todo nuestro entorno sociocultural, y citan como ejemplo europa.
Por otra parte, consideran necesario potenciar la asistencia a patologías tiempo-dependientes en los Servicios de Urgencias Hospitalarios (SUH) y Servicios de Emergencias Médicas (SEM), en colaboración con las diferentes especialidades con competencias en estos enfermos, que han visto reducida su atención durante esta primera ola epidémica.
En la misma línea, abogan por recuperar la actividad quirúrgica de manera racional y progresiva, según prioridades y haciendo especial hincapié en la cirugía oncológica.
Para finalizar, insisten en que es necesario garantizar la protección adecuada de todos los profesionales sanitarios, así como la realización de test diagnósticos.