La pandemia, en clave normativa, trajo consigo la bautizada como Ley de ‘nueva normalidad’, codificada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) como 2/2021 y apellidada como “de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria por el COVID-19. Una de sus claves, explicitada en su disposición adicional séptima, supuso la retirada temporal del visado a la triple terapia para pacientes con EPOC. Esta determinación, todavía hoy vigente, tiene sin embargo ‘fecha de caducidad’ en tanto en cuanto finalice la emergencia que motiva el propio texto legislativo, algo que puede intuirse próximo dado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado recientemente su fin a nivel internacional.
El ‘final’ del camino —debido a la incorporación de una enmienda defendida por Ciudadanos— no fue fácil, pues se culminó un trabajo que se intensificó en el primer trimestre de 2020 y que tomó velocidad crucero parlamentaria con la crisis de la COVID-19. Antes incluso, en abril de 2019, un informe de la Alianza General de Pacientes (AGP) alertaba sobre la inequidad sanitaria provocada por este visado, establecido en 2018.
De esta situación se derivó un abrumador apoyo de las cámaras regionales, que junto a las propuestas presentadas en Congreso y Senado convirtieron a la EPOC en la patología con más PNL presentadas en la historia. De hecho, hasta siete CC. AA. —Andalucía, Aragón, Extremadura, Islas Canarias, Islas Baleares, Castilla La Mancha y Asturias— alzaron su voz de manera unánime para instar al Ejecutivo central a la eliminación del visado de la triple terapia, e incluso Madrid lo dejó en suspenso de forma temporal.
Con este escenario, desde GM se ha consultado la visión experta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), además de la perspectiva de los propios pacientes, representados por la Asociación de Pacientes con EPOC (Apepoc) y la Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer).
Primaria y neumología: una visión experta
Para José-Tomás Gómez, responsable del GT de Respiratorio de Semergen, lo importante “es que exista una indicación”, a partir de la cual el mantenimiento visado contribuía a la inequidad en el sistema. “La triple terapia ha demostrado disminución en ingresos hospitalarios”, defiende, además de su repercusión positiva en la mortalidad asociada a EPOC. “Entre los 90 días y 3-4 meses después de haber tenido una agudización grave que indique un ingreso en un hospital, estos pacientes tienen un riesgo incrementado de hasta 3-4 veces de padecer un infarto a tener una muerte de origen cardiovascular”, añade.
Como explica el también médico del centro de salud de Nájera, en La Rioja, si decae esta supresión se tendría que regresar a la prescripción en dos dispositivos, con la consiguiente pérdida de adherencia y confianza de los pacientes. Del mismo modo, asevera que también se verían peores resultados en salud. Para Gómez, “la indicación no debe estar restringida a criterios economicistas, máxime cuando la doble terapia asociando un tercer fármaco es mucho más cara y facilita también que haya una menor cumplimentación del fármaco”. Y sentencia: “El visado tiene que desaparecer, creo que en este momento sería una regresión y una pérdida de calidad de vida y de dinero de calidad para los pacientes”.
Adherencia terapéutica, confianza de los pacientes y resultados en salud, principales afectados de una posible reversión del visado
Según el texto que figura en el BOE, el Consejo de Ministros tiene capacidad de extender la suspensión —vigente— del visado de inspección médica en relación con otras patologías; sin embargo, la misma triple terapia en asma grave mantiene el visado activo actualmente. En opinión de Javier de Miguel, coordinador del área de EPOC de Separ, este visado “resta oportunidades” también a estos pacientes. El poner una traba administrativa a la hora de prescribir un tratamiento hace que menos médicos implicados en el manejo de estos pacientes lo inicien y se limite la prescripción”, aprecia.
Por todo ello, la posición de la sociedad científica se alinea con la del resto de agentes implicados, tal y como indica De Miguel: “Pensamos que el visado debería desaparecer permanentemente; es decir, que en EPOC no debería instaurarse ya y en el asma debería retirarse”.
Experiencia y un retroceso indeseado
“En estos dos años sin restricciones al acceso a la triple terapia la condición de los pacientes con EPOC en España ha mejorado considerablemente”, explica Nicole Hass, portavoz de Apepoc, que señala que se han reducido las exacerbaciones, hospitalizaciones y muertes por EPOC. No en vano, destaca que el SNS se habría ahorrado unos 56 millones en dos años de acceso sin trabas a la triple terapia. “Si estos pacientes hubieran usado terapia abierta habrían pagado hasta un 60 por ciento más por el tratamiento”, puntualiza.
Para Hass también resultaría “un paso atrás inadmisible” volver a imponer una restricción a un tratamiento “que ha demostrado científicamente mejor respuesta y que es coste-eficiente”. Por ello, Apepoc se ha mantenido contacto constante con Sanidad: “Nos han transmitido calma acerca del tema y que harán un estudio para valorar si debe volver el visado o no”. “Estamos inquietos, pero confiamos en que el ministerio no tome una decisión tan desacertada sin escuchar a pacientes y clínicos”, abunda la portavoz.
El SNS se habría ahorrado en torno a 56 millones en dos años de acceso sin trabas a la triple terapia para los pacientes con EPOC
Desde Fenaer, reseñan que el tiempo sin visado a la triple terapia en EPOC ha demostrado su falta de utilidad, así como el entorpecimiento en el acceso “a un tratamiento innovador, seguro y eficaz”. Así explica su presidente, Mariano Pastor, que señala que la ganancia en control de su enfermedad y calidad de vida “sin que ello suponga un mayor gasto farmacéutico”.
A pesar de ello, esta traba burocrática pervive en la misma triple terapia para su indicación en asma grave, lo que “constituye un agravio comparativo para esos pacientes, teniendo en cuenta que se trata de una patología de similar prevalencia y que expone a un riesgo igual o incluso mayor ante la COVID-19”. “La única opción que defiende Fenaer, conjuntamente con los especialistas en neumología a través de Separ, es la supresión definitiva del visado para la triple terapia, tanto en EPOC como en asma”, concluye Pastor.