Apenas lleva un par de meses al frente de sus nuevas responsabilidades y admite que, aunque ya están empezando a ponerse en marcha proyectos e iniciativas que llevan su sello, también está inmerso en un proceso de análisis de todo aquello que se puede mejorar. Manuel Fernández Zurbarán es desde principios de año, el nuevo director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de Andalucía y atiende a Gaceta Médica para señalar los principales retos y proyectos que se ha marcado en esta nueva etapa.

“Estamos trabajando mucho es la metodología de trabajo dentro de la dirección general y con nuestros socios, tanto con el sistema de salud, el SAS, como con nuestras delegaciones territoriales y también con los socios un poco más más institucionales, como pueden ser las diputaciones, sociedades científicas”, enumera Fernández, quien llega a esta responsabilidad con un importante bagaje a sus espaldas y la visión periférica que le aporta haber conocido a fondo el sistema sanitario de Francia, donde ha desarrollado parte de su carrera profesional.

Este hecho tiene una doble vertiente. Por un lado, y como bromea, le obliga a dar ahora “un plus” para ponerse al día tanto de las normativas como de las organizaciones a tener en cuenta en el panorama actual. Sin embargo, y por el otro, también le otorga una perspectiva mayor para poder aplicar medidas más efectivas: “Hay iniciativas que son que son interesantes, tanto de un lado como de otro”, subraya, aunque también es consciente de que cada sistema de Salud Pública tiene sus particularidades “y no todo lo que se hace en Francia se puede aplicar aquí y al revés”.

Entrando en materia, Fernández ha tenido que afrontar en estos primeros compases la temporada de la gripe, que siempre centra buena parte de los esfuerzos de direcciones generales como la suya en los inviernos. En este sentido, la vacunación es un aspecto clave y, al hablar de los resultados cosechados en cuanto a coberturas de los distintos grupos poblacionales, tiene muy identificadas las medidas que han funcionado y aquellos puntos en los que hay que incidir.

“La estrategia de vacunar en los centros educativos ha hecho que alcancemos unas cotas de cobertura que considero que son muy aceptables, especialmente para ser la segunda temporada que lo hacemos. Creo que estamos en torno al 64% de cobertura vacunal en niños de esa franja, con un aumento sobre todo de los niños que están escolarizados”, destaca el director general. “Me parece que es un dato muy interesante porque me muestra que el método y la estrategia cuenta mucho en la cobertura vacunal y eso es una una aprendizaje que podemos que podemos sacar”, añade Fernández, quien no oculta sentirse “orgulloso” de estos resultados.

«La vacunación de los sanitarios me preocupa. Debemos reflexionar porque no es algo aislado, sino que se arrastra desde hace tiempo»

Manuel Fernández Zurbarán, director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de Andalucía

No es para menos, ya que alcanzar unas buenas coberturas entre los menores, especialmente en edad escolar, contribuye mucho a la hora de minimizar las infecciones en otros grupos poblacionales. Así lo respaldan los expertos, como Javier Castrodeza, integrante del Comité Permanente de Gripexpert, quien en plena campaña de este año destacó en este medio la importancia de cosechar buenas tasas de cobertura entre los niños. Igualmente fue un aspecto que se abordó en las X jornadas de Actualización de la Gripe de Seqirus en Madrid.

En el otro lado está, como lamenta Fernández, la vacunación entre los sanitarios, un problema generalizado en España que también afecta al sistema andaluz. “Es un tema pendiente que me preocupa. Debemos tener una reflexión porque además no es algo de una temporada o aislado, sino que se arrastra desde hace tiempo y tenemos hacer una reflexión colectiva para ver cómo podemos mejorar esa cobertura”. En este sentido, avanza que ya ha encomendado al comité andaluz de asesores de vacunas buscar fórmulas para cambiar esta situación.

One health y DSS

Al margen, Fernández destaca que una de sus primeras líneas de trabajo, calificada como “prioritaria”, tiene que ver con cómo afrontar las zoonosis y, concretamente, el virus del Nilo, especialmente problemático en su comunidad: “Teníamos la necesidad de revisar el programa para el control de vectores para el virus del Nilo y en eso estamos trabajando para darle una vuelta al dispositivo para mejorar la vigilancia tanto entomológica como humana”.

«Teníamos la necesidad de revisar el programa para el control de vectores para el virus del Nilo y en eso estamos trabajando, es una prioridad»

Manuel Fernández Zurbarán, director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de Andalucía

No obstante, y como remarca, desde la Dirección General también pretenden asegurar que este proyecto tenga un enfoque One Health: “Se busca que podamos movilizar igualmente a otras instituciones, a otras administraciones… Y también movilizar a un elemento del dispositivo de salud pública que quizás no hemos movilizado anteriormente, como puede ser la farmacia comunitaria, especialmente en el rol de la promoción de la salud. También buscar el empoderamiento de las personas que están en la zona de alto riesgo para que puedan formar parte activa de la lucha contra el mosquito. En definitiva, movilizar todos los componentes que tenemos en salud pública, porque una alerta como esta no es solamente una cuestión de protección y de vigilancia, sino que también promoción y prevención”.

Este compromiso con el modelo One Health quedó patente en la última edición de los Premios Best in Class (BiC), que organiza Gaceta Médica y en el que la Junta de Andalucía fue galardonada con el premio especial a la Mejor Estrategia autonómica en One Health, además de imponerse también también en la categoría de Mejor abordaje de los Determinantes Sociales de la Salud. En este sentido, Fernández también aboga por impulsar “la estrategia de promoción de una vida saludable para el 2030”.

“Es un proyecto que tiene que avanzar y que queremos sacar antes del final de la legislatura, ya que nos permite intervenir en ámbitos como puede ser el control de las máquinas dispensadoras, las bebidas energéticas, los edulcorantes… es un decreto que puede poner una base interesante para luego orientarnos en otras políticas”, subraya el director general.


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