Urgencias e Infecciosas son dos especialidades sin especialidad que han estado en primera línea de batalla en este último año. Tras muchos luchando por esta acreditación, la pandemia tampoco ha ayudado a dar un paso parlamentario e institucional para respaldar a los miles de especialistas que trabajan en estos servicios. Este sería el resumen a grandes rasgos, pero la retrospectiva es mucho más amplia.
Lo cierto es que el recorrido a lo largo de los años de estas dos especialidades ha sido extenso. Muchas comunidades autónomas han ido expresando a lo largo de los años la intención de apoyar la creación de Urgencias y de Infecciosas como especialidades del Sistema Nacional de Salud. Pero no solo se quedó en estos parlamentos la intención, el Congreso y el Senado también han sido escenarios de estas promesas, con interlocutores de todos los colores, en la mayoría de las ocasiones a favor.
Lo paradójico es que a pesar de que los principales partidos políticos se han mostrado favorables a acreditar a estos profesionales a lo largo de estos años esa intención nunca se ha llegado a materializar. El último compromiso fue el de Salvador Illa, con la creación de Urgencias durante 2020. Ahora, todo apunta a que habrá que esperar a ver el dictamen del Real Decreto de Especialidades que si no hay contratiempos vería la luz esta primavera.
URGENCIAS
La especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias (MUE) tiene un largo recorrido por lo largo y ancho del planeta. Hay que remontarse a los años 70 para hablar de las primeras promociones de especialistas en Europa. Concretamente en Irlanda e Inglaterra. Al mismo tiempo, en Estados Unidos comenzaron su formación reglada culminando su reconocimiento en los años 80.
Desde entonces, en Europa se ha producido un crecimiento exponencial de los países que progresivamente reconocen esta especialidad desde el 2000 hasta la actualidad, donde existe una formación reglada en la práctica totalidad de países a excepción de Chipre, Portugal y España. Ya en 2002 la propia Ana Pastor, ministra de Sanidad, anunció en el Senado la creación de esta especialidad.
Otros pasos europeos
En 2009 la Unión Europea de Médicos Especialistas, órgano asesor de la UE crea la sección de “Emergency Medicine” que le equipara a las otras 43 especialidades reconocidas. De su mano, se aprueba también el curriculum europeo en Medicina de Urgencias y Emergencias.
Desde la esfera jurídica, la Directiva 2005/36/CE incluyó a la MUE como especialidad primaria sometida a reconocimiento automático. Este fue el motivo del impulso de los grupos de trabajo desde el Grupo de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial, que culminó con la decisión de incluir la MUE como una especialidad primaria más de la formación médica especializada en España. Esta cuestión se vio ratificada además con la Trasposición a la legislación española de la directiva 55/2013, sobre la actualización de la directiva de cualificaciones, mediante el RD 581/2017, donde se recoge que esta especialidad consta de un mínimo de cinco años de formación específica.
Uno de los pasos definitivos lo ha dado el Ministerio de Defensa con la aprobación de la especialidad de Urgencias y la especialidad de enfermería de Urgencias en la Sanidad Militar.
En mayo de 2019, la 72ª Asamblea de la Organización Mundial de la Salud, OMS, insta a todos sus Estados Miembros a desarrollar Sistemas de Urgencias y Emergencias y una especialización adecuada de los profesionales “como garantía de equidad, igualdad y salud en los Sistemas Sanitarios, evitándose así millones de defunciones y discapacidades a largo plazo debidas a traumatismos, infecciones, enfermedades mentales, exacerbaciones agudas de enfermedades no transmisibles y otros trastornos de urgencia”.
En España
Aquí en España, la OMC ha mostrado a lo largo de los años su apoyo a la especialidad. En el escenario político, las Proposiciones No de Ley presentadas en el Congreso de los Diputados por todos los grupos tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado a iniciativa de los Grupos Socialista y Popular han sido numerosas. Tampoco han quedado al margen otros grupos parlamentarios.
Esta misma semana, la última PNL debatida en la Cámara Baja salía adelante. Hace dos semanas, otra iniciativa de Vox caía en saco roto. En unos días esta misma cámara volverá a tramitar otra iniciativa similar, esta vez el turno es del PSOE.
En materia institucional, tal y como recoge el cronograma, han sido varios los ministros que abiertamente se han posicionado a favor de la especialidad de urgencias: Desde Bernard Soria, Trinidad Jiménez, Leire Pajín, Carmen Montón hasta Salvador Illa.
El por qué
Esta intención de sacar la especialidad también lo han expresado de manera recurrente diferentes consejeros de Sanidad de varias comunidades autónomas a lo largo de estos años y ha llegado a haber hasta dos borradores de Real Decreto con la creación de la misma encima de la mesa del Ministerio. Además, la especialidad ha pasado varias veces por la Comisión de Recursos Humanos alcanzando acuerdos.
Como apuntan desde la sociedad científica, la no existencia del título de especialista en MUE no permite garantizar la homogeneidad de formación de todos los profesionales que ejercen en estos servicios, “como tampoco asegura la uniformidad en los cientos de millones de actos médicos que cada año se practican”. Esta situación es excepcional, ya que en el resto de actividad médica especializada esta homogeneidad y uniformidad están presentes.
INFECCIOSAS
2018 fue un año clave para infecciosas, pero también lo ha sido 2019, 2020, o 2021. Si echamos la vista atrás ocurre lo mismo. El movimiento parlamentario que ha tenido la especialidad en Congreso y Senado fue amplio. Al igual que Urgencias, la especialidad ha estado en la mesa del Ministerio de Sanidad en numerosas ocasiones. La lucha contra las resistencias antibióticas ha sido escenario también de promesas políticas para crear esta especialidad. El argumento siempre ha estado claro: España es el único país relevante de la zona comunitaria que no cuenta con esta acreditación. Es por ello, que las formaciones
políticas han considerado siempre fundamental su aprobación, insistiendo al Gobierno en su cumplimiento, ya que “hay mucho que perder”.
Pero no solo el Ministerio ha escuchado a la parte interesada. Además de la mencionada Unión Europea, el consenso entre consejeros de Sanidad autonómicos, con independencia de su color político, es un clamor.
Al igual que Urgencias, muchos ministros también han expresado abiertamente la conformidad de acreditar a estos especialistas: Leire Pajín, Dolors Montserrat y Salvador Illa.
En Europa
De lo que no hay dudas es de que a Europa le preocupa que España no tenga una capacitación aprobada. “No existen especialistas en infecciosas”. Así lo puso de manifiesto la ECDC en su informe sobre su visita a España, donde hizo una serie de recomendaciones entre las que destaca la creación de la especialidad. Las enfermedades infecciosas no están reconocidas como una especialidad médica, lo que significa que “no es posible capacitar a especialistas y esto inevitablemente tiene un impacto en el reclutamiento de médicos especialistas en enfermedades infecciosas en los hospitales”, apuntaba este informe.
La OMS
Tirando de hemeroteca en 2019, la OMS publicó que seis de las 10 las mayores amenazas para la salud pública mundial estarían relacionadas directamente con las enfermedades infecciosas. A juicio de por aquel entonces presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), José Miguel Cisneros, una prueba más de por qué son necesarios los especialistas en enfermedades infecciosas, y de por qué la especialidad de enfermedades infecciosas es la norma en el resto de Europa.
En estos últimos 30 años han creado más de 50 unidades y servicios de enfermedades infecciosas en las diferentes autonomías. Además de obtener el consenso político, también ha sido aplaudida por las asociaciones de pacientes que de manera unánime reclaman la especialidad, así como otras sociedades científicas.
El por qué
En materia profesional, esta acreditación reconocerá el profesionalismo de los cientos de infectólogos sin papeles con formación autodidacta, que llevan 30 años en primera línea respondiendo a las crisis sanitarias. Como subrayaba Cisneros “la medicina que salva la vida de los pacientes con enfermedades graves, es la medicina moderna, es la medicina de las especialidades, y esta es la medicina de nuestro país gracias a la vía MIR”.
Hace unos meses el propio Ministro de Sanidad, Salvador Illa, arrojaba un poco de luz al confirmar que a final de año los infectólogos verían su especialidad. Como explica Jordi Vila, presidente de la sociedad que aglutina a estos especialistas, SEIMC, el Real Decreto de Especialidades, que ya ha pasado la fase de alegaciones, está a la espera de ver la luz. Vila indica que los cincos requisitos que exigía esta normativa para crear la especialidad los contempla enfermedades infecciosas. “Cinco puntos que reúne a la perfección”, aclara. En este sentido, considera difícil rebatirlos.