Las Unidades de Atención a Residencias (UAR) de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid representan un esfuerzo coordinado y multidisciplinar para garantizar la salud, autonomía y calidad de vida de las personas mayores y con discapacidad que viven en residencias. Estos equipos han revolucionado la manera en que se presta atención médica en este ámbito, adaptándose a las necesidades de una población cada vez más envejecida y con mayores índices de cronicidad.
¿Qué son las UAR?
Las UAR son dispositivos específicos de Atención Primaria diseñados para proporcionar atención sanitaria presencial a los residentes de centros sociosanitarios en la Comunidad de Madrid. Actualmente, existen 23 UAR distribuidas estratégicamente en las siete Direcciones Asistenciales de Atención Primaria. Están integradas por equipos multidisciplinares que incluyen médicos de familia, enfermeros, farmacéuticos, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y auxiliares administrativos.
Estas unidades actúan en centros públicos, privados y concertados, con el propósito de optimizar la atención sanitaria de los pacientes institucionalizados, un colectivo que incluye a personas mayores y personas con discapacidad. Su labor se centra en la prevención, el tratamiento y la promoción de la salud, además de fortalecer la continuidad asistencial entre las residencias y otros dispositivos sanitarios.
Son dispositivos específicos de Atención Primaria diseñados para proporcionar atención sanitaria presencial a los residentes de centros sociosanitarios
¿Cómo funcionan las UAR?
El trabajo de las UAR se basa en la coordinación y colaboración con los profesionales de los centros residenciales, los equipos de Atención Primaria de la zona, los geriatras hospitalarios y los dispositivos de la Dirección General de Salud Pública. Este modelo de colaboración garantiza que las intervenciones sean eficientes, personalizadas y ajustadas a las necesidades específicas de los residentes.
Según han asegurado para GM Diego Martín Caro Álvarez, enfermero de la UAR de la Dirección Asistencial Noroeste y María José del Olmo Rubio, coordinadora de las UAR de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria, las UAR “establecemos reuniones periódicas con los centros, planes de trabajo conjuntos, proyectos de salud comunitaria en base a las necesidades detectadas en los centros sociosanitarios, etc., coordinándonos para atender a la población de manera conjunta según cada caso”. Entre las principales funciones de la UAR destacan:
- Valoración geriátrica integral: evaluación del estado de salud de los residentes con un enfoque en pacientes crónicos complejos.
- Control de procesos infecciosos: seguimiento y gestión de enfermedades infecciosas en las residencias, en coordinación con Salud Pública.
- Planes de cuidados de enfermería: abordaje de problemas como úlceras crónicas, incontinencia urinaria, disfagia y prevención de caídas.
- Revisión farmacológica: conciliación y ajuste de tratamientos para garantizar seguridad y eficacia.
- Promoción de la salud: actividades como vacunación y prevención de enfermedades mediante programas comunitarios.
- Medidas de seguridad del paciente: implementación de prácticas que minimicen riesgos asistenciales.
En particular, la vacunación es uno de los pilares de su trabajo en las residencias, dado el impacto que tiene en la prevención de enfermedades infecciosas en una población altamente vulnerable.
Objetivos de las UAR
Las UAR nacen con el propósito de mejorar la calidad y seguridad asistencial de los residentes. Esto se traduce en objetivos específicos que guían su trabajo diario:
- Garantizar una atención sanitaria integral y personalizada.
- Prevenir complicaciones derivadas de enfermedades crónicas y procesos infecciosos.
- Fomentar la autonomía y funcionalidad de los residentes.
- Aumentar la tasa de inmunización mediante campañas de vacunación efectiva.
- Promover la salud y prevenir enfermedades a través de estrategias comunitarias.
Tasas de vacunación: un modelo de éxito
La vacunación en adultos, especialmente en residentes de centros sociosanitarios, es un reto debido a que son pacientes “frágiles, polimedicados, pluripatológicos con gran cantidad de comorbilidades que hacen que sean más susceptibles de padecer una enfermedad” según han señalado Caro Álvarez y del Olmo Rubio. Sin embargo, las UAR han logrado tasas de vacunación significativamente altas gracias a su enfoque estructurado y coordinado.
Las UAR han logrado tasas de vacunación significativamente altas
Según han declarado Caro Álvarez y del Olmo Rubio, durante las campañas de vacunación de gripe y COVID-19, las UAR trabajan estrechamente con el personal de las residencias para garantizar que los residentes y sus familias estén debidamente informados. Una vez autorizada la vacunación, los equipos se desplazan a las residencias, administran las dosis y registran la información de manera precisa. Esta estrategia ha demostrado ser efectiva, alcanzando niveles de cobertura similares a los observados en la población infantil.
En palabras de los profesionales de las UAR, “la vacunación del adulto es una herramienta fundamental para prevenir enfermedades graves en esta población vulnerable”. Además, han destacado que la implementación de la estrategia proactiva fuera de las campañas de gripe y COVID-19 ha contribuido a evitar la “fatiga vacunal”, incrementando la aceptación de las vacunas.
Envejecimiento poblacional
Tanto Caro Álvarez como del Olmo Rubio, han asegurado que “España se enfrenta a un fenómeno demográfico marcado por una población cada vez más envejecida, con mayor cronicidad de enfermedades y una esperanza de vida prolongada”. Este contexto, según han señalado, presenta desafíos únicos para las residencias, donde un gran número de personas mayores conviven en espacios cerrados, lo que incrementa también el riesgo de transmisión de enfermedades.
La vulnerabilidad de esta población, según han observado Caro Álvarez y del Olmo Rubio, se debe a diversos factores:
- Envejecimiento del sistema inmunológico: una respuesta inmune menos eficaz ante infecciones.
- Comorbilidades: presencia de múltiples enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y enfermedades respiratorias.
- Convivencia en espacios compartidos: aumenta la susceptibilidad a infecciones respiratorias y contagiosas.
Las UAR han demostrado ser un modelo de efectivo para abordar estas problemáticas. Sus intervenciones no solo previenen complicaciones médicas, sino que también mejoran la calidad de vida de los residentes, favoreciendo un envejecimiento saludable.
Desafíos y oportunidades
Aunque las UAR han alcanzado logros importantes, el camino hacia la excelencia asistencial no está exento de desafíos. Los profesionales de estas unidades señalan la necesidad de ampliar las campañas de concienciación sobre la importancia de la vacunación en adultos; aumentar los recursos destinados a las residencias para mejorar la prevención y gestión de enfermedades; fortalecer la formación de los profesionales en el manejo de pacientes frágiles y pluripatológicos.
Según los expertos de las UAR, “la pandemia puso en evidencia la necesidad de un enfoque proactivo en la vacunación del adulto, pero aún queda mucho por hacer para superar barreras culturales y logísticas”.
Las Unidades de Atención a Residencias de la Comunidad de Madrid son un ejemplo destacado de cómo la innovación en Atención Primaria puede transformar la atención sanitaria en un entorno tan específico como el de las residencias. Su labor no solo responde a las necesidades inmediatas de una población vulnerable, sino que también sienta las bases para un modelo de atención que prioriza la prevención, la personalización y la calidad de vida.
En un contexto de envejecimiento poblacional, las UAR son una pieza clave para garantizar que los grupos más vulnerables como los mayores reciban la atención que merecen, promoviendo un envejecimiento digno, saludable y seguro.