Sandra Pulido Madrid | viernes, 24 de noviembre de 2017 h |

En un país con una población cada vez más envejecida “reivindicamos el papel de la Medicina Interna como especialidad esencial en el Sistema Nacional de Salud”.

Con estas palabras, el presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Antonio Zapatero, ponía de manifiesto la importancia del XXXVIII Congreso Nacional de esta especialidad que se ha celebrado durante la semana pasada en Madrid.

“Hacemos una labor muy importante, pero muy sorda, que va a ser fundamental en el futuro”, explicaba Ricardo Gómez Huelgas, vicepresidente 1º de la SEMI. “Porque vamos a ser el segundo país más envejecido del mundo” lo que está dando lugar “ a más pacientes crónicos”, añadía.

Los profesionales han denunciado la fragmentación de la asistencia y la existencia de un sobretratamiento y un mal uso de los recursos públicos.

“La Medicina Interna tiene una visión global del paciente y no rechaza ninguna patología”, continuaba Gómez. “La misión del médico del futuro es combinar la especialización con la visión global del paciente pluripatológico” y ofrecer una atención individualizada porque cada paciente crónico es diferente y necesita su propio “tratamiento terapéutico”, resaltó el internista.

Entrevista con el paciente

Para solucionar este problema los especialistas de la SEMI aseguran que la evaluación general e integral del paciente resulta imprescindible, así como la entrevista clínica constituye una herramienta clave para fomentar la comunicación entre médico-paciente, con el fin último de lograr una decisión final compartida entre ambas partes.

Una estrategia de la Sociedad para el futuro es “incluir al paciente en las decisiones del tratamiento”, puntualizó Zapatero, así como volver a “la entrevista con el paciente porque la tecnología son nuestras cabezas y nuestras manos y cuando el médico no escucha tenemos un problema” sentenciaba el presidente de la SEMI ya que según reflejan estudios internacionales, en el 37 por ciento de las visitas los profesionales sanitarios no acaban de enterarse del verdadero motivo por el que el paciente ha asistido a su consulta.