Esther Martín del Campo Madrid | jueves, 07 de diciembre de 2017 h |

Tan importante como contar con una línea de actuación clara en determinadas situaciones es que el profesional tenga claro aquello que no se ha de hacer. En este sentido, los grupos de trabajo de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) han publicado varios trabajos con el acento en el qué “no hacer” ante la depresión o en el uso de antibióticos. A esta línea se suma ahora la aportación del Grupo de Trabajo de Mujer de Somamfyc, la sociedad madrileña, que ha publicado un decálogo con los puntos clave que determinan el “No hacer” en violencia de género en la pareja o ex-pareja, tanto en la consulta de atención primaria como a la hora de completar el parte de lesiones.

Alicia Díaz, miembro de este grupo de trabajo y coautora de este decálogo, insiste en que “si no hacer daño es un requisito ético fundamental en la atención sanitaria, lo es aún más en la atención a la mujer maltratada”. De ahí su esfuerzo por resumir, de manera muy sencilla, las actuaciones que deben evitarse. “Son mujeres muy marcadas, con situaciones muy complejas que pueden hacer que el médico tome decisiones muy precipitadas. A veces estamos más preocupados por las repercusiones legales que otra cosa”, indica.

Los decálogos completos, que puede consultarse en la página de Somamfyc, hacen hincapié en algunas recomendaciones. Una de las principales, destaca, es no actuar con prisas, para evitar decisiones erróneas. En la misma línea, destaca que hay que evitar justificar la violencia del agresor, al igual que está contraindicado, según recoge la ley, recomendar terapia de pareja. “No debemos hacer de mediadores, no es una pareja normal, sino en una situación de dominancia”, subraya. Díaz recuerda que tampoco se ha de derivar en primera instancia, ya que es frecuente que el médico derive de manera inmediata a salud mental o al asistente social. “Si aún no está preparada para afrontar lo que le pasa y se deriva, la paciente se pierde y no volverá a buscar ayuda”, sentencia. Por último, no se han de rechazar sus decisiones, sean las que sean.

Díaz asegura que cada vez existen más protocolos de atención, así como recursos. “Lo importante, subraya, es que la gente los conozca y los utilice. Muchas casas de acogida están vacías”, indica.

A la hora de completar el parte de lesiones también existe una gran controversia. “La ley, por ejemplo, obliga a denunciar todos los casos, pero pedimos que no se haga hasta que la mujer esté preparada, para evitar ponerla en peligro. Es importante reflejar cuando la mujer no quiere reflejar, porque las medidas serán diferentes”, apunta. En este documento recalcan que no se complete de forma precipitada. Además, el pronóstico debe ser considerado grave, más allá de la lesión que presente.