La pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto ámbitos de mejora estructurales de la Vigilancia en Salud Pública (VSP) y con ello la necesidad de acometer cambios para dar respuesta a retos presentes y futuro. Por ello, y como parte de la Declaración de Zaragoza del Consejo Interterritorial (CISNS), Sanidad y CC. AA. han referido un documento en el que se apunta que debe desarrollarse una Estrategia de Vigilancia en Salud Pública del SNS. Esta habría de definir el marco estratégico para reforzar y modernizar su monitorización y orientarse hacia un desarrollo coordinado y de calidad.

Tal y como apunta el documento, el progreso en VSP “es necesario para identificar precozmente los problemas de salud y fundamentar las actuaciones en salud pública, apoyando a las autoridades sanitarias y a los gestores con la mejor evidencia disponible”. Así las cosas, el acuerdo logrado entre ministra de Sanidad y consejeros del ramo se han referido a diferentes puntos.

Uno de ellos es fortalecimiento de la vigilancia en salud pública desarrollando estructuras de salud pública dotadas de los recursos humanos, tecnológicos y presupuestarios necesarios para el desempeño eficaz de sus funciones. “Se incluirá la creación de equipos multidisciplinares de profesionales de salud pública que desarrollen funciones de vigilancia e intervención en protección de la salud, con una cobertura 24/7/365”, explica la declaración.

Además, se ha convenido la implementación de una política de recursos humanos que garantice la generación y retención del talento, el relevo generacional y luna dimensión adecuada de la plantilla que afronte retos presentes y futuros. Para ello se constituirá un grupo de trabajo en el seno de la Comisión de Recursos Humanos del CISNS que elaborará una propuesta antes de la finalización del 2022.

Asimismo, se ha acordado también el fomento la innovación e investigación en la VSP para facilitar la generación y transferencia de conocimiento que aporten valor añadido en diferentes áreas como la organización, tecnologías y herramientas metodológicas.

Los resultados de la VSP habrán de utilizarse para la toma de decisiones en planificación y gestión sanitaria, así como en el diseño de intervenciones de salud, estableciendo mecanismos de coordinación entre los órganos titulares de salud pública y los sistemas asistenciales de cada CC. AA. a implementar durante el año 2023.

Red Estatal de Vigilancia

Dentro de la declaración figura la constitución de la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública, integrada por las redes de vigilancia nacionales y de las comunidades autónomas. Sus supuestos, que ahora figuran en este texto, ya habían sido apuntado en el RD que contemplaba su creación y que el pasado 9 de febrero fue sacado a consulta pública.

Además, se ha acordado financiar con los fondos del Plan de Recuperación distribuidos las mejoras necesarias para fortalecer la citada Red en las líneas acordadas en el CISNS del pasado 13 de octubre antes del fin de 2023.

Integración de VSP en los niveles asistenciales

Aparejado al desarrollo y coordinación de todos los sistemas de vigilancia en la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública, el CISNS ha convenido impulsar la modernización de los sistemas de información vinculados y una infraestructura digital. El objetivo es que se facilite la disponibilidad y la oportunidad de los datos, para el SNS y cada CC. AA., tanto los que proceden del entorno sanitario como los no sanitarios.

En este sentido, se ha acordado la necesidad de integrar las fuentes de VSP de los diferentes niveles asistenciales en el Espacio de Datos de Salud del SNS -contemplado por la Estrategia de Salud Digital-. También el desarrollo de estándares homogéneos de intercambio de datos con todos los actores del sector público y privado implicados en la vigilancia en salud pública, así como la garantía de la interoperabilidad de los sistemas de información asistenciales y no asistenciales.

Se constituirá un grupo de trabajo para la implementación de vigilancias centinela de infecciones respiratorias leves y graves en AP y AH, respectivamente

Precisamente, Sanidad y CC. AA. se refieren en el documento al primer nivel asistencial de manera concreta para financiar con parte de los fondos europeos la transformación digital. Especialmente se subraya adaptación de la Historia Clínica Digital, con el objetivo de facilitar la remisión de datos de vigilancia en Salud Pública procedentes de atención primaria; ahí se incluye la vigilancia centinela de las Infecciones Respiratorias Agudas leves (IRAs). Para la implementación de esta vigilancia en IRAs en AP y graves (IRAG) en atención hospitalaria en todo el territorio nacional antes de fin del primer trimestre de 2023, se ha acordado la constitución de un grupo de trabajo con la participación del ministerio y CC. AA.

En última instancia, se habrían de establecer alianzas intersectoriales en el seno del SNS y otros sectores no sanitarios en el marco de salud en todas las políticas y aplicando un enfoque One Health para fomentar la transversalidad.

Cambio en la vigilancia COVID-19

Durante la fase de transición hasta la implementación completa del sistema de vigilancia centinela de IRAs, se mantendrá un sistema de vigilancia capaz de detectar aumentos de la incidencia de COVID-19 en la población general, que permita la detección precoz de nuevas variantes y la medición de la efectividad vacunal.

Esta simplificación del sistema actual (de emergencia) seguirá garantizando, no obstante, la vigilancia individualizada de los casos de COVID-19 en ámbitos vulnerables y casos graves; la vigilancia y seguimiento de brotes epidémicos en entornos vulnerables, en riesgo de exclusión social y en otros ámbitos de interés; el mantenimiento de los sistemas de información desarrollados específicamente para el seguimiento de la COVID-19, en concreto SERLAB y SICAH, ante el riesgo de cambios negativos en el curso de la pandemia; y también la capacidad suficiente de medios diagnósticos para la detección de nuevas variantes, con un nivel adecuado de secuenciación.

Se mantiene la vigilancia individualizada de los casos graves y se garantiza capacidad suficiente para la secuenciación de nuevas variantes

El Ministerio de Sanidad y las CC. AA., en colaboración con el ISCIII, determinarán el tamaño muestral necesario para la futura vigilancia epidemiológica de la población centinela de las IRAs. Tras ello, el grupo de trabajo creado elaborará una propuesta complementaria basada en el uso de SERLAB en dicha población centinela, que servirá de impulso para las comunidades que estén en proceso de incorporación a SIVIRA.


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