La vacuna contra la Covid-19 arroja dudas compartidas a nivel mundial. Una de ellas es la de qué estrategias de vacunación podrán ser más efectivas. España no es una excepción. Para estar preparados ante cualquier eventualidad, el Gobierno ha empezado a trabajar “en diferentes escenarios de vacunación, población de riesgo y horizonte temporal”. Así lo ha confirmado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su última comparecencia ante el Congreso de los Diputados.

El objetivo, según ha confirmado Illa, será “anticipar el número de personas candidatas a vacunación en cada escenario”. Se trata de un interrogante que también se aborda a nivel europeo. Preguntada al respecto por la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Europarlamento, la directora general de Salud de la Comisión Europea, Anne Bucher, ha reconocido que habrá que “ser selectivos” a la hora de plantear una estrategia de vacunación contra la Covid-19.
Según Bruselas, habrá que “dar prioridad a los más expuestos”, en referencia a los profesionales sanitarios y la población mayor, antes de extender la vacunación a otros colectivos.
Una insuficiente producción
El motivo, para Bucher, era obvio. “Ya sabemos que las instalaciones de producción van a ser totalmente insuficientes para podre cubrir la demanda de una vacuna”, reconoció. Parte del trabajo de la Comisión Europea y de los Estados miembro se dirige a abordar este déficit. Y Salvador Illa también lo ha abordado en su última comparecencia.
El Ministerio de Sanidad ha iniciado contactos con fabricantes de vacunas nacionales para explorar su capacidad de fabricación. Y aunque nuestro país no dispone de fabricantes de vacunas humanas a gran escala, la solución parece estar a la vista: acudir a fabricantes de vacunas veterinarias “con gran experiencia en producción“.
El Ministerio ya ha contactado con ellos para conocer su capacidad. Y se les asesorará en los pasos necesarios, según el ministro, para cumplir los requisitos y poder obtener la autorización de fabricación de vacunas de uso humano. El objetivo es doble. Por un lado, poner a estos fabricantes en contacto con investigadores en España para que se pueda hacer el escalado de la fabricación durante el desarrollo del ensayo clínico. Por otro, explorar la posibilidad de que estos fabricantes puedan ser contratados por un tercero para la fabricación de unidades de vacunas.
En defensa del estudio de seroprevalencia
Un día después de que se publicaran los resultados preliminares del estudio de seroprevalencia, Illa defendía su validez y su utilidad ante las críticas de ciertos grupos, que no entienden de qué servirán los resultados, cuando la acción del Gobierno se conoce desde hace varios días.
En relación al primer punto, ha apuntado a que los resultados obtenidos van en línea de los recabados en otros países. En relación a su validez, ha añadido que el estudio refrenda las medidas adoptadas: “La prevalencia de enfermedad en la población es baja. No tenemos inmunidad de grupo. Demuestra que las medidas puestas en marcha tuvieron el efecto buscado —frenar el contagio de la enfermedad— y que debemos continuar siendo muy prudentes”, ha declarado.