La Comunidad de Madrid ha estado en el foco informativo desde el comienzo de la pandemia. Las restricciones de movilidad, las elecciones anticipadas o la creación del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal son algunas de las decisiones destacadas del Gobierno regional desde que irrumpió la COVID-19. GACETA MÉDICA entrevista al consejero de Sanidad regional, Enrique Ruiz Escudero, para abordar la actualidad sanitaria de la región y las claves de la gestión de la pandemia.

Pregunta. ¿En qué punto se encuentra la agenda sanitaria madrileña y qué lecciones podemos extraer de la COVID-19 a nivel político y de gestión?

Respuesta. Habría que valorar muchos aspectos acerca de qué ha ocurrido con la COVID-19, sobre todo acerca de la capacidad que ha tenido el sistema de adaptarse a una situación totalmente desconocida para todos. En los últimos 20 meses hemos vivido de manera muy intensa la transformación de todos los niveles esenciales. Ahora, parece que vemos una situación epidemiológica esencial más estable pero ha sido algo que hemos vivido de manera muy importante, sobre todo lo que conlleva en cuanto al papel de los recursos humanos, los procesos, cómo se reorienta toda la actividad clínica tanto de un hospital como de Atención Primaria. Por otro lado, hay que destacar otro de los puntos importantes: la labor de los profesionales sanitarios. En todo este tiempo ha sido fundamental esa capacidad de adaptación permanente de dar respuesta a situaciones que no habían vivido nunca profesionalmente. Podemos estar muy orgullosos de lo que hemos visto.

“El punto más destacable de la COVID-19 ha sido esa elasticidad condicionada por una patología que ha invadido nuestro sistema”

P. Aunque las restricciones se han levantado, la COVID-19 parece que ha venido para quedarse. ¿Tiene la Comunidad de Madrid algún plan en mente para el abordaje de esta enfermedad que incluya el acceso temprano a las innovaciones en desarrollo, como, por ejemplo, los anticuerpos monoclonales?

R. Lo primero es esperar a que avancen un poco más estas investigaciones, porque muchas de ellos están en fase 3. Pero se abriría un horizonte de cierta estabilidad y para realmente acabar con la COVID-19.

“La vacunación es un factor preventivo fundamental que ha cambiado la situación, pero la solución definitiva frente la pandemia será cuando vaya acompañado de tratamientos”

Vamos a estar muy pendientes para valorar qué tipo de pacientes, en qué situación se encuentran, si son asintomáticos o si tienen síntomas leves, en qué situación, qué criterios y qué pautas habría que considerar para aplicarlos. En ocho meses teníamos las primeras vacunas y si llegase también el tratamiento sería la mejor de las noticias. Con vacunación más tratamiento sí que podríamos hablar del fin de la COVID-19. Estamos expectantes; ojalá lleguen cuanto antes esos tratamientos.

P. A raíz del confinamiento, la salud mental ha tomado un papel relevante en la Salud Pública. ¿En qué situación se encuentra el Plan de Prevención del Suicidio de la CAM?

R. Hemos pensado un Plan que va a actuar por dos vías. Una de ellas es de carácter más general a la población y pensando principalmente también en la patología estricta de pacientes COVID-19, y luego otro que iría acompañado de más incorporación de profesionales y aumento de los recursos a todos los niveles. Sobre todo, para disminuir los tiempos de espera, para que esas consultas sean efectivas. Tenemos muchas líneas de actuación, motivadas principalmente por esta situación que hemos vivido y que ha provocado que todo se incremente de manera más rápida.

P. Respecto a los Presupuestos Generales del Estado, ¿qué valoración hace de la dotación para Sanidad? ¿Echa algo en falta?

R. En Sanidad, cualquier decisión que se toma tiene que tener un respaldo presupuestario, un cronograma y unos objetivos. A día de hoy, no lo hemos visto. El Ministerio tiene que profundizar en esa labor de cohesión a todos los niveles, dentro de lo que es su competencia. La pandemia ha destapado todos esos déficits que tenía el sistema sanitario y es en esa cuestión en lo que hay que profundizar. Pero lo primero que hay que hacer es dar un respaldo presupuestario para la toma de decisiones, lo cual hemos echado en falta.

P. En relación con la mejora de competencias profesionales y recursos humanos, ¿qué líneas van a plantear desde la Consejería de Sanidad?

R. Tenemos varios retos. El primero está relacionado con todos esos ‘contratos COVID-19’. Estamos haciendo un estudio centro a centro, para poder incrementar las plazas con los contratos COVID-19, que se puedan quedar el mayor número de profesionales de todas las categorías en el Servicio madrileño de Salud. Luego hay otro componente importante que es el Plan de Atención Primaria, que se basa en esa reorganización con mejoras en la remuneración, introducir la productividad o en las plazas de difícil cobertura. Por otro lado, también se va a empezar a hablar en la mesa sectorial del reconocimiento de carrera profesional para para personal eventual interino en el objetivo de seguir disminuyendo de la temporalidad. Son líneas de actuación que están contempladas dentro de la Ley de Presupuestos. Esta ley nos va a permitir aportar un horizonte de más estabilidad y sobre todo potenciar nuestros recursos humanos allá donde tengamos necesidad: Atención Primaria, Salud Mental, contratos COVID, carrera profesional…

“En Sanidad, cualquier decisión debe ir acompañada de un respaldo presupuestario, cronograma y objetivos; y eso no lo vemos en los PGE2022”

P. ¿Cuáles son los próximos pasos en la agenda sanitaria madrileña?

Tenemos una legislatura muy corta. Como Consejería de Sanidad nunca habíamos tenido que tomar las decisiones con un espacio de tiempo más corto. Los proyectos son a cuatro años, pero ahora apenas quedan 20 meses para las siguientes elecciones. Estas circunstancias exigen que sean medidas rápidas. No depende tanto de la magnitud de las decisiones sino de la velocidad de las mismas. Por ello, se requerirá más agilidad para tratar de volver a la normalidad asistencial. Además, hay mucho trabajo de recuperación de la actividad en todos los ámbitos que ha desplazado la COVID-19: consultas, quirófanos, pruebas diagnósticas… Este es uno de los puntos importantes; recuperar los tiempos de espera o mejorar las infraestructuras. Confío mucho en los profesionales sanitarios y, por supuesto, en en la robustez del sistema. Y, sobre todo, en nuestra capacidad de adaptarnos, qué es lo que nos va a permitir estar lo más cerca posible de la normalidad.

“Hay muchos retos por delante, pero hay tener muy claro hacia donde vamos. El objetivo es que Madrid siga teniendo la mejor Sanidad”


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