La jornada no solo abarcó los grandes retos de la sanidad para mejorar la relación con los pacientes, sino que también dio a conocer las iniciativas que se están desarrollando en esta comunidad para “conseguir mejoras continuas”, afirmó Ana María Ávila.
Los cinco proyectos departamentales de calidad asistencial presentados fueron seleccionados por la Dirección General de Innovación y Tecnología por lo diverso de sus propuestas y porque tienen el objetivo común de “hacer al paciente el centro del sistema”.
En el departamento de La Fe destacó la implantación de un Sistema de Respuesta Rápida, nacido hace un año y cuyo objetivo es “identificar a los pacientes en planta con deterioro para implantar una intervención inmediata”, según explicó el jefe de Servicio UCI de este hospital, Álvaro Castellanos.
Castellanos declaró que esta idea surgió porque “muchas muertes hospitalarias, que se producen tras paradas cardiacas o ingresos en la unidad de cuidados intensivos, son predecibles y evitables”. Su equipo detectó un patrón en el que en las horas previas al fallecimiento, “muchos de estos pacientes ya presentaban los signos vitales y alteraciones, que de haberse detectado a tiempo, el evento adverso no se hubiera producido”.
El grupo distinguió cuatro grupos de causas de muerte entre los que están “la escasa monitorización de los signos vitales, la falta de comprobación de constantes como insuficiencia respiratoria, un déficit de formación y falta de comunicación y la falsa sensación de confianza del equipo”.
Para mejorar se han implantado estaciones móviles de trabajo e historia clínica electrónica que captura las constantes vitales del paciente dos veces al día como mínimo y las trasmite a los profesionales.
Desde el departamento de Marina Baixa, la enfermera gestora de casos en el Departamento de Salud de Marina Baixa, Carmen Castillo, describió cómo la creación de grupos de mejora has servido para “desplegar la cultura de la calidad”.
La iniciativa surgió después de una autoevaluación departamental en la que se detectaron 77 áreas de mejora y el primer paso fue “potenciar los mandos intermedios”, dijo Castillo.
La gestora valoró de forma positiva esta herramienta porque “la calidad implica a todos, ya que siempre se busca salud y satisfacción en los profesionales”.
Informatizar los procedimientos
Por otro lado, el presidente de calidad del departamento de Orihuela, Carlos Pinto, presentó un manual de gestión de procedimientos en los centros de salud de esta área para mejorar la seguridad de los pacientes en relación con la prescripción electrónica de los medicamentos.
Pinto explicó que esta necesidad surgió porque “hay muy poca utilización de los programas informáticos” en esta zona.
El departamento de Sant Joan, en Alicante, desarrolló un programa basado en “las tres p: pacientes, procesos y profesionales”, explicó la responsable de Calidad de este hospital, Mónica García”.
García afirmó que cuando se implantan estas iniciativas, lo primero que hay que hacer es “que el equipo transmita las líneas estratégicas”. El método se llevó a cabo a través de 14 unidades que implantaron procesos simultáneos con un análisis de riesgos y una vez diseñados, invitar al paciente a participar.
La responsable también reiteró que el paciente tiene que ser “el centro de atención” y debe “participar en el proceso asistencial”.
Una presencia explícita de la enfermera
Por su parte, el departamento de salud del Hospital General de Alicante, representado por la enfermera Manuela Domingo, presentó un proyecto de prescripción electrónica enfermera asistida como nueva tecnología para la seguridad del paciente hospitalizado y la administración de su medicación.
La idea fue la de crear una nueva funcionallidad de confirmación enfermera para que tanto médicos, enfermeras y farmacéuticos estuvieran informados de los cambios que alguno de estos tres agentes realizara en la prescripción.
Domingo apostó por la “necesaria integración de la presencia explícita de la enfermera” en estos sistemas.
El paciente tiene que ser el centro de atención y debe participar en el proceso asistencial
La falta de comprobación de constantes vitales es una de las causas de muerte por eventos adversos