Con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, que se celebra del 24 al 30 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la Alianza para las Vacunas (Gavi) han lanzado un llamamiento urgente a los gobiernos y actores internacionales. Alertan de que los logros alcanzados durante los últimos 50 años en la reducción de la mortalidad infantil están en riesgo debido a múltiples factores: la desinformación sobre las vacunas, el crecimiento demográfico, las crisis humanitarias y los recortes en la financiación de los programas de inmunización.
Estas amenazas coinciden con un preocupante repunte de enfermedades prevenibles mediante vacunación. En todo el mundo, se están registrando nuevos brotes de sarampión, meningitis y fiebre amarilla, mientras que otras patologías que se habían mantenido bajo control durante décadas, como la difteria, podrían resurgir si no se refuerzan los sistemas de salud pública.
Ante esta situación, las organizaciones internacionales instan a los países a dar prioridad política sostenida a la inmunización, con inversiones estratégicas que garanticen el acceso equitativo a las vacunas y protejan a millones de niños, adolescentes y adultos en riesgo.
«Las vacunas han salvado más de 150 millones de vidas en las últimas cinco décadas», afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Los recortes en la financiación de la salud mundial han puesto en peligro estos logros obtenidos con tanto esfuerzo y los brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación están aumentando en todo el mundo, poniendo vidas en peligro y exponiendo a los países a mayores costos en el tratamiento de enfermedades y la respuesta a los brotes», destacó.
Aumento de los brotes y presión de los sistemas de salud
El sarampión está experimentando un repunte preocupante a nivel mundial. Tras el retroceso en las coberturas vacunales durante la pandemia de COVID-19, los casos han ido en aumento desde 2021. Solo en 2023, se estimaron 10,3 millones de infecciones por sarampión, lo que representa un incremento del 20% respecto al año anterior. La tendencia no parece detenerse: en los últimos 12 meses, 138 países han reportado casos, y 61 de ellos han enfrentado brotes importantes, la cifra más alta desde 2019.
La situación también es preocupante en relación con otras enfermedades prevenibles mediante vacunación. La meningitis ha resurgido con fuerza en África. En los primeros tres meses de 2025, se han notificado más de 5.500 casos sospechosos y cerca de 300 muertes en 22 países. Este aumento sigue a un 2024 especialmente grave, con alrededor de 26.000 casos y casi 1.400 muertes en 24 países del continente.
La fiebre amarilla, que había registrado una importante reducción en la última década gracias a las campañas sistemáticas de vacunación y las reservas globales, también muestra signos de reaparición. En 2024, se confirmaron 124 casos en 12 países africanos. Además, la Región de las Américas ha registrado desde comienzos de 2025 un total de 131 casos en cuatro países, lo que indica que la amenaza está lejos de estar contenida.
El aumento de estos brotes está ocurriendo en un contexto de preocupante reducción en los fondos destinados a los programas de inmunización. Un reciente informe de la OMS, elaborado a partir de datos de 108 de sus oficinas en países, revela que casi la mitad de los Estados analizados —en su mayoría naciones de ingresos bajos y medianos bajos— están sufriendo interrupciones moderadas o graves en sus campañas de vacunación, programas de inmunización sistemática y acceso a suministros esenciales.
La vigilancia epidemiológica también se está viendo comprometida: más de la mitad de los países reportan afectaciones en la detección y seguimiento de enfermedades transmisibles.
A esta situación se suma el creciente número de niños que no reciben las vacunas de rutina. En 2023, se estima que 14,5 millones de niños quedaron sin completar su calendario vacunal, una cifra superior a los 13,9 millones de 2022 y los 12,9 millones registrados antes de la pandemia, en 2019. Más de la mitad de estos menores viven en contextos de conflicto, fragilidad o inestabilidad, donde el acceso a los servicios básicos de salud se ve con frecuencia interrumpido.
«La crisis mundial de financiación está limitando gravemente nuestra capacidad de vacunar contra el sarampión a más de 15 millones de niños vulnerables en países frágiles y afectados por conflictos», señaló la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Los servicios de inmunización, la vigilancia de enfermedades y la respuesta al brote en casi 50 países ya se están interrumpiendo, con retrocesos a un nivel similar al que vimos durante la COVID-19».
Cómo la inmunización aborda estos desafíos
La OMS, UNICEF y Gavi advierten que los avances logrados en las últimas décadas en la lucha contra enfermedades prevenibles están amenazados. La desinformación, los recortes en la financiación, el crecimiento demográfico y las crisis humanitarias están afectando seriamente a los programas de inmunización, especialmente en países de ingresos bajos y medios.
Enfermedades como el sarampión, la meningitis y la fiebre amarilla están resurgiendo. Solo en 2023, los casos de sarampión alcanzaron los 10,3 millones —un aumento del 20% respecto al año anterior— y en el último año se han reportado brotes en 61 países. La meningitis ha aumentado en África, con más de 5.500 casos sospechosos en los primeros meses de 2025. La fiebre amarilla, tras una década de control, también muestra señales de reaparición en África y América Latina.
Estos brotes coinciden con una preocupante caída en la financiación internacional. Según datos de la OMS, casi la mitad de los países encuestados han visto interrumpidos sus programas de vacunación y el acceso a suministros básicos. Además, 14,5 millones de niños no recibieron sus vacunas de rutina en 2023, un retroceso agravado por conflictos e inestabilidad política.
Pese a este escenario, los esfuerzos coordinados han permitido logros clave. Las vacunas salvan cada año más de 4 millones de vidas, y se han eliminado enfermedades como la meningitis A en el cinturón africano. Se han introducido vacunas contra la malaria en 20 países del continente, y la cobertura de la vacuna contra el VPH casi se duplicó en África entre 2020 y 2023. También se han extendido las vacunas antineumocócicas en regiones de alta carga de enfermedad como el sudeste asiático y el Sahel.
Las agencias internacionales hacen un llamamiento urgente a los gobiernos para que refuercen la financiación, prioricen la inmunización y protejan los avances conseguidos, que son clave para la salud global y la equidad sanitaria.