GM Madrid | viernes, 14 de diciembre de 2018 h |

No todos los pacientes son iguales, como tampoco lo son los perfiles médicos que los tratan. Un estudio publicado por la revista JAMA ha profundizado en este asunto y, aunque sus autores advierten de que faltan datos empíricos, pone en valor la idea de que la experiencia clínica sugiere que existen diferencias sustanciales en la complejidad del paciente en función de las especialidades médicas.

Se trata de un estudio retrospectivo basado en una población de más de dos millones y medio de residentes de la provincia canadiense de Alberta. Todos ellos mayores de edad y con al menos una visita médica entre abril de 2014 y marzo de 2015.

Los autores analizaron, por un lado, el tipo de médico que atiende a cada paciente (médico de familia, internistas y 11 tipos de subespecialidades médicas evaluadas como categorías no excluyentes entre sí) y, por otro, nueve marcadores de complejidad del paciente.

Entre los marcadores se revisaron la presencia de enfermedad mental, el número de especialistas implicados en su cuidado (diferenciando el tipo de médicos), la cantidad de médicos involucrados en el cuidado del paciente, el número de medicamentos recetados, número de emergencias, las visitas a los centros, la tasa de muerte, la tasa de hospitalización y la tasa de derivación a centros de cuidados a largo plazo.

Como resultado, los autores subrayan que los pacientes vistos por los nefrólogos tuvieron el número medio más alto de comorbilidades, también una media mayor de medicamentos prescritos, una tasa de mortalidad más alta, y la tasa más alta de derivación a centros de atención a largo plazo.

Por su parte, los pacientes atendidos por especialistas en infecciosas obtuvieron la mayor complejidad al medir los cinco marcadores restantes: la tasa de afectación de salud mental, una mayor diversidad de especialistas implicados en sus cuidados, un mayor número de médicos en términos generales, más días de ingreso hospitalario y más visitas a urgencias.