A partir de enero de 2025, el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Cuello de Útero de Navarra incorporará a las mujeres de 30 años, ampliando así su alcance para incluir a todas las residentes de la comunidad con edades entre 30 y 65 años. Esta ampliación permitirá sumar unas 3.000 mujeres más al cribado anual, con una previsión total de 35.648 invitaciones a participar en el próximo año, según datos del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN).
El programa, activo desde enero de 2023, tiene como objetivo reducir la incidencia y mortalidad del cáncer de cuello de útero, una enfermedad que afecta anualmente a unas 16 mujeres en la región, según el Registro de Cáncer de Navarra. Este tipo de cáncer, que ocupa el puesto 20 en frecuencia entre las patologías oncológicas en mujeres, se asocia a infecciones persistentes por el Virus del Papiloma Humano (VPH), transmitido principalmente por relaciones sexuales.
Detección precoz
La detección precoz se realiza mediante la identificación de serotipos de alto riesgo del VPH, con la opción de autotoma o de recogida de muestras por profesionales sanitarios. En su primer año y medio de funcionamiento, el programa ya ha alcanzado un nivel de participación del 70% entre las mujeres invitadas y ha diagnosticado 6 tumores malignos.
Desde su lanzamiento, se ha invitado a 47.005 mujeres a participar. Entre las pruebas realizadas, un 4,5% han resultado positivos en la detección del VPH de alto riesgo, lo que ha motivado 1.228 citologías y 347 derivaciones a colposcopia para un diagnóstico más preciso.
Inclusión de mujeres de 30 años
El programa se desarrolla en ciclos de cinco años, con la meta de alcanzar a más de 172.000 mujeres al finalizar esta primera vuelta en 2027. Las invitaciones se envían en años específicos de edad (30, 35, 40, etc.), y las participantes pueden optar por realizar la prueba en su domicilio o en centros especializados como los de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (CASSyR), centros de salud rurales y urbanos, y la sede del ISPLN en Pamplona.
La inclusión de mujeres de 30 años responde a las directrices aprobadas en enero de 2024 por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Estas recomendaciones buscan unificar y optimizar las estrategias de prevención en todo el país. Para las mujeres de 25 a 29 años, la vigilancia dependerá de su estado vacunal: aquellas vacunadas recibirán citologías trienales, mientras que las no vacunadas se incorporarán al cribado con determinación de VPH al cumplir los 30 años.
Éxito del programa
El éxito del programa depende de la estrecha colaboración entre las distintas áreas sanitarias involucradas: Salud Pública, Ginecología, Anatomía Patológica, Atención Primaria y los servicios de los tres hospitales públicos de Navarra. Este esfuerzo conjunto garantiza no solo la detección precoz, sino también un seguimiento integral y una mejora en la calidad de vida de los pacientes diagnosticados.
Además, el ISPLN lanzará una campaña de sensibilización bilingüe para promover la participación en el cribado. Durante dos semanas, se emitirán anuncios en radios, redes sociales, transporte público y marquesinas, y se instalarán materiales informativos en espacios municipales gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona.
Cáncer de cuello de útero en Navarra
El cáncer de cuello de útero en Navarra presenta una tasa ajustada de 4,8 casos por 100.000 mujeres al año, con una mortalidad media de tres fallecimientos anuales en los últimos años. Sin embargo, la tasa de mortalidad ha disminuido un 28% en las últimas dos décadas, pasando de 1,9 a 1,4 muertes por 100.000 mujeres. Este descenso se atribuye a los avances en prevención primaria, como la vacunación contra el VPH y la promoción de prácticas sexuales saludables, así como a la eficacia del cribado en etapas iniciales de la enfermedad.
El VPH, principal causante del cáncer de cuello de útero, puede prevenirse mediante la vacunación y el uso del preservativo. La combinación de estas estrategias con la detección precoz ofrece una vía efectiva para reducir la incidencia de este cáncer. En este sentido, Navarra se posiciona a la vanguardia con un enfoque integral que combina prevención, sensibilización y diagnóstico temprano, cumpliendo con las recomendaciones nacionales e internacionales para avanzar hacia la posible erradicación de esta enfermedad.
