El Congreso de los Diputados, ‘paralizado’ en estos días por la moción de censura al Gobierno de Pedro Sánchez promovida por VOX, tiene como protagonista ineludible de su debate la sanidad nacional. No en vano, doble jornada parlamentaria que ocupa la cita está haciendo esperar otras decisiones de calado, como es el sustituto de la ministra del ramo, Carolina Darias, la cual espera abandonar el Ejecutivo durante la crisis de Gobierno que tendrá lugar en los próximos días. Sin embargo, el discurso del candidato a la Presidencia, Ramón Tamames, no ha dejado en el tintero un área donde atisba “limitaciones” tras la pandemia, tal y como ha puesto de manifiesto en el hemiciclo de la Cámara Baja.

Así las cosas, la alocución del también economista e historiador ha calificado de “deteriorada” una parcela para la cual ha pronunciado un alegato en favor de una colaboración público-privada para una sanidad universal. “¿Por qué apostar por el monopolio de la sanidad pública si se puede tener también la privada?”, ha destacado, criticando la criminalización de esta última llevada a cabo desde la Administración central. Asimismo, como ejemplo de las necesidades del Sistema Nacional de Salud (SNS), ha recordado que mientras en España había tres camas de hospital por cada 1.000 habitantes en la etapa aguda de la COVID-19, en Alemania contaban con ocho.

“¿Por qué apostar por el monopolio de la sanidad pública si se puede tener también la privada?”

Ramón Tamames, candidato a la Presidencia del Gobierno

Como abunda el discurso de Tamames, se reconoce la fuerte sobre carga sobrecarga de trabajo a realizar y cadencias de actividad de los sanitarios. A este respecto, el candidato ha abogado por una refundación de la sanidad pública, “que atiende a algo más del 80 por 100 de las necesidades de los españoles, y en la que con sus problemas crecientes se generan continuas protestas, especialmente en la atención primaria”. Del mismo modo, ha mentado la insuficiencia de recursos humanos en atención hospitalaria y su efectos en las listas de espera.

Entre otros aspectos con cabida en la hoja de ruta de Tamames se situaba también el escenario que viven actualmente los medicamentos en territorio nacional, apuntando a la escasez de algunos de ellos, además de la ausencia de, a juicio del orador, una “verdadera medicina preventiva”.

Del mismo modo, el ex diputado valoraba como parte de su discurso lo “absolutamente necesario” de volver a examinar la situación de la sanidad española, “en cierto modo como se hizo en su momento con el Informe Abril Martorell de 1981“. En este punto, la posición de Tamames apostaba por la recentralización de competencias “a efectos, también, de tener un SNS con una política sanitaria homogénea y eficaz en todo el país, en vez de 17 sistemas, y uno más, el del propio Estado, por el régimen sanitario común de Ceuta y Melilla”.

La réplica de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, durante la primera jornada de la moción de censura.

“En España, según los datos de Eurostat, en el año 2020, el gasto en sanidad privada en nuestro país fue del 29 por ciento; la media europea está en el 19 por ciento. Por tanto, el problema no lo tenemos en la aportación del sector privado, lo tenemos en el reforzamiento necesario de la sanidad y justamente demandado por parte de los profesionales sanitarios y del conjunto de la ciudadanía”, ha replicado Sánchez durante uno de sus turnos de respuesta.

Como ha esgrimido el también líder socialista, si bien existe una coincidencia entre ambos respecto de la preocupación expresada sobre el deterioro de la sanidad pública en nuestro país, hay discrepancias al respecto de la solución necesaria: “Según usted, y lo que se filtró en los medios de comunicación, la clave está en recuperar el Insalud de 1978 o desempolvar el Informe Abril”.

En este punto, el jefe del Ejecutivo ha argumentado que la base del discurso de Tamames se sostiene sobre “tesis neoliberales alineadas con lo aplicado por el Partido Popular”. “Rajoy hizo lo que usted defendió y vimos el resultado; durante su primer año de Gobierno se recortó el presupuesto de sanidad en 4.000 millones de euros […] quebró la universalidad del sistema público de sanidad, expulsando a los inmigrantes, y este gobierno recuperó la universalidad en su acceso; y se articularon copagos para evitar y crear obstáculos a mayores en el acceso a los fármacos”. “Las listas de espera pasaron de 70 a 180 días con esta respuesta y la cobertura de tratamientos se redujo”, ha añadido Sánchez.


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