Ayer, a las 12:33 horas, España sufrió un apagón masivo que dejó fuera de servicio 15 gigavatios de energía, causando un colapso en el sistema eléctrico a nivel nacional. Ante esta crisis energética, el Ministerio de Sanidad tuvo que actuar rápidamente para garantizar la continuidad de los servicios esenciales de salud y que los centros sanitarios pudieran seguir operando con normalidad. Desde el momento en que se produjo el corte en el suministro, el Ministerio activó los protocolos de emergencia y comenzó a coordinar las acciones necesarias para mitigar los efectos del apagón en el sistema sanitario.
Una de las primeras medidas adoptadas fue la activación inmediata de los mecanismos de coordinación entre las distintas Direcciones Generales del Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas. Esto permitió una respuesta rápida y eficiente a las necesidades específicas que surgieron, como el aplazamiento de la selección de plazas de enfermería y la actualización de los sistemas electrónicos y de comunicaciones del Sistema Nacional de Salud, gestionada a través de la Secretaría General de Salud Digital. Esta comunicación constante entre las áreas competentes y otras instituciones gubernamentales resultó fundamental para abordar la emergencia.
El Ministerio de Sanidad también coordinó una serie de medidas para mitigar las incidencias registradas, que fueron limitadas. Entre las principales actuaciones de contingencia se incluyó la reducción de cirugías no urgentes, la atención prioritaria a las personas electrodependientes y la garantía de suministro de gasóleo a los hospitales y centros de salud. Esto permitió que los hospitales pudieran mantener una autonomía mínima de 24 horas, un tiempo crítico para asegurar que los servicios esenciales siguieran funcionando. Además, las Comunidades Autónomas priorizaron la protección de los centros hospitalarios, asegurando la reserva de combustible necesaria para el funcionamiento de los grupos electrógenos.
El Ministerio trabajó de manera estrecha con otras instituciones, como el Ministerio del Interior y la Unidad Militar de Emergencias (UME), para coordinar el suministro de combustible a los centros sanitarios. Este esfuerzo conjunto fue clave para asegurar que los hospitales, así como varios centros de diálisis concertados en Madrid, pudieran seguir funcionando sin interrupciones. La colaboración entre las autoridades permitió gestionar la crisis de manera eficiente, minimizando los efectos del apagón en el sector sanitario.
A lo largo de la jornada, la comunicación con las Comunidades Autónomas fue constante. La ministra de Sanidad, Mónica García, participó en la primera reunión de Red Eléctrica de España (REE) convocada por el presidente del Gobierno, así como en las dos sesiones del Consejo de Seguridad Nacional (CSN). Además, el secretario de Estado, Javier Padilla, representó al Ministerio en dos reuniones del Centro de Coordinación (CECOR) en el Ministerio del Interior. Como parte de las medidas de emergencia, el Ministerio habilitó varias salas para que los funcionarios que no podían regresar a sus hogares pudieran descansar y pernoctar, asegurando la disponibilidad continua de personal clave. Padilla decidió quedarse en el Ministerio durante la noche para liderar la coordinación de las actuaciones, garantizando que el sistema sanitario continuara operando sin contratiempos.